A comienzos de los años 90
Gordon Walker Hempton,reparando en esa
maravilla de la naturaleza
a escala planetaria
-el continuo canto de las aves
que se va sucediendo,
a medida que va amaneciendo
en cada lugar del globo
mientras la Tierra ejecuta
el giro diario sobre su propio eje-
planeó registrarlo en diversos
lugares a lo largo y ancho del mundo.
Estas grabaciones
enmarcadas en 'The dawn chorus project'
se combinarían secuencialmente
en un programa que ofrecería
el sonido del continuo amanecer
a medida que se va sucediendo,
una onda interminable de cantos de aves
que sigue el ritmo de la rotación de la Tierra
como si el sol nunca terminara de elevarse
por sobre el horizonte o las montañas
y como si las aves nunca pararan de cantar.
Una combinación
de belleza y precisión
que se ha venido sucediendo
desde tiempos inmemoriales.
A medida que la Tierra gira,
este explosión de música
es activado por los rayos del sol
hacia el espacio silente,
como si fuera un piano colosal.
Cada día, cuando en dirección este
el sol alcanza los seis grados bajo el horizonte
suficiente luz ambiental es creada
de manera de poder distinguir objetos:
entonces la avifauna comienza a cantar.
Las aves evolucionaron
a fin de vocalizar al amanecer,
presumiblemente para tomar ventaja
de las favorables condiciones
en lo relativo a la transmisión de sonidos
a causa de la estabilidad atmosférica
que ocurre a dicha hora del día.
Estas vocalizaciones pueden
contener una variedad de
recursos expresivos
que van desde las simple llamadas
hasta muy elaborados cantos
que tienen como propósito
una diversidad de funciones
como, por ejemplo, afirmación territorial,
cantos nupciales,
fortalecimiento de vínculos familiares,
detectar la ausencia o la aparición
de nuevos vecinos, etc.,
dependiendo de la especie de que se trate
y de la estación del año en que se realiza la audición.
Es posible distinguir dialectos
entre uno y otro coro de amanecer,
y el orden en que las especies vocalizan
caracteriza más precisamente cada lugar.
Tengo entendido
que las aves insectívoras
son las primeras en cantar
y las gramívoras son las últimas.
La composición del coro del amanecer
es tan expresivo, que resulta posible
-según los entendidos-
identificar correctamente un lugar,
la estación y época del año
solamente sobre la base
del registro audible de dicho coro.
Se trata de una larga canción
con una composición
que ha ido en paralelo con la evolución
y la dinámica poblacional de las aves.
El coro global circunvala el globo
aproximadamente seis grados
delante del borde luz y sombra
que demarca la salida del sol en cada lugar.
Generalmente, el coro del amanecer
se desarrolla en su máximo esplendor
durante la primavera
en latitudes templadas,
y puede durar por horas.
El coro veraniego es menos pronunciado
mientras que el otoño frecuentemente
posee un «peak» similar
-pero más débil que en primavera-
causado por la producción
de una hormona foto-periódica;
el coro invernal puede reducirse ostensiblemente
o incluso parecer ausente en días poco favorables.
Sin embargo, mientras que el coro del amanecer
en un hemisferio decae estacionalmente,
el coro del amanecer en el hemisferio opuesto
se irá incrementando; luego, el desarrollo
de este coro global está presente permanentemente
sobre la faz de la Tierra, favorecido
se combinarían secuencialmente
en un programa que ofrecería
el sonido del continuo amanecer
a medida que se va sucediendo,
una onda interminable de cantos de aves
que sigue el ritmo de la rotación de la Tierra
como si el sol nunca terminara de elevarse
por sobre el horizonte o las montañas
y como si las aves nunca pararan de cantar.
Una combinación
de belleza y precisión
que se ha venido sucediendo
desde tiempos inmemoriales.
A medida que la Tierra gira,
este explosión de música
es activado por los rayos del sol
hacia el espacio silente,
como si fuera un piano colosal.
Cada día, cuando en dirección este
el sol alcanza los seis grados bajo el horizonte
suficiente luz ambiental es creada
de manera de poder distinguir objetos:
entonces la avifauna comienza a cantar.
Las aves evolucionaron
a fin de vocalizar al amanecer,
presumiblemente para tomar ventaja
de las favorables condiciones
en lo relativo a la transmisión de sonidos
a causa de la estabilidad atmosférica
que ocurre a dicha hora del día.
Estas vocalizaciones pueden
contener una variedad de
recursos expresivos
que van desde las simple llamadas
hasta muy elaborados cantos
que tienen como propósito
una diversidad de funciones
como, por ejemplo, afirmación territorial,
cantos nupciales,
fortalecimiento de vínculos familiares,
detectar la ausencia o la aparición
de nuevos vecinos, etc.,
dependiendo de la especie de que se trate
y de la estación del año en que se realiza la audición.
Es posible distinguir dialectos
entre uno y otro coro de amanecer,
y el orden en que las especies vocalizan
caracteriza más precisamente cada lugar.
Tengo entendido
que las aves insectívoras
son las primeras en cantar
y las gramívoras son las últimas.
La composición del coro del amanecer
es tan expresivo, que resulta posible
-según los entendidos-
identificar correctamente un lugar,
la estación y época del año
solamente sobre la base
del registro audible de dicho coro.
Se trata de una larga canción
con una composición
que ha ido en paralelo con la evolución
y la dinámica poblacional de las aves.
El coro global circunvala el globo
aproximadamente seis grados
delante del borde luz y sombra
que demarca la salida del sol en cada lugar.
Generalmente, el coro del amanecer
se desarrolla en su máximo esplendor
durante la primavera
en latitudes templadas,
y puede durar por horas.
El coro veraniego es menos pronunciado
mientras que el otoño frecuentemente
posee un «peak» similar
-pero más débil que en primavera-
causado por la producción
de una hormona foto-periódica;
el coro invernal puede reducirse ostensiblemente
o incluso parecer ausente en días poco favorables.
Sin embargo, mientras que el coro del amanecer
en un hemisferio decae estacionalmente,
el coro del amanecer en el hemisferio opuesto
se irá incrementando; luego, el desarrollo
de este coro global está presente permanentemente
sobre la faz de la Tierra, favorecido
por la migración de una multitud de especies
e individuos que constituyen legión.
A este respecto, la superficie de la Tierra,
o más específicamente, la vegetación,
que en último término nutre
las poblaciones de aves silvestres,
pueden ser visualizadas como
el cambiante escenario
en que se realiza esta grabación en vivo.
Claro que estos coros han ido
desapareciendo con la pérdida de hábitat,
irrumpiendo otros sonidos
no tan armónicos, el rumor sordo
de las ciudades que se ponen
también en movimiento
con cada amanecer.
No he sabido más del tema
desde que leí no hace mucho
por casualidad acerca de esto
en el contexto de unos Premios Rolex
-Spirit of Enterprise 1990-,
aunque entiendo
que dichas grabaciones de campo
realizadas en diversos lugares del mundo
por Gordon Walker Hemprton
están guardadas en la Biblioteca de Sonidos
Naturales de la Universidad de Cornell
(Library of Natural Sounds – Cornell University),
el servicio y depósito más grande del mundo en el tema.
Se me ocurrió,
que tal vez no sería mala idea,
ahora que existe la tecnología
y la posibilidad de compartirla,
el intentar grabar el canto del amanecer
en diversos lugares de Chile,
en distintas épocas del año,
haciendo participar, por ejemplo,
a niños y jóvenes de los colegios
y escuelas a lo largo del país,
en donde hayan
interesados en el mundo natural.
Se podría intentar integrar a este proyecto
a los no videntes, quienes podrían eventualmente
contribuir, mejor incluso que los avistadores,
en el reconomiento de los distintos cantos de las aves.
Para ello el CD de Voces de Aves Chilenas
de Guillermo Egli *, junto con los depósitos
de registros de voces de aves
que se encuentran disponibles en internet,
podrían constituir un bonita iniciativa
que relacionara los diversos lugares geográficos
de Chile sirviendo de paso este intercambio de información
como un registro complementario de la migración
de ciertas especies de aves y para otros proyectos
que vayan surgiendo en el camino.
Hasta la empresa privada podría eventualmente apoyar,
como ocurrió no hace mucho con la Telefónica,
que auspició un proyecto de medir la curvatura de la Tierra,
utilizando el sencillo e ingenioso método
que idéo el sabio griego de la antigüedad, Eratóstenes.
Niños de localidades ubicadas de norte a sur,
realizaron sus mediciones, y al compartir
estos datos por internet
con los resultados de otros lugares
ubicados en distintas latitudes
pudieron medir, por ejemplo,
el radio de la Tierra con razonable aproximación.
Por la conformación geográfica de Chile continental
(aunque sin olvidar nuestras islas oceánicas
y lo que ocurra en el continente Antártico)
sería interesante estos coros casi simultáneos,
desplegándose en paralelo a medida
que se recorre el territorio de norte a sur
o de sur a norte.
Una maravilla cotidiana que pasa casi
completamente desapercibida.
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