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WhatsApp


por Nicolás Luco
Diario El Mercurio, Ciencia y Tecnología, Lunes 21 de Noviembre de 2011
http://blogs.elmercurio.com/cienciaytecnologia/2011/11/21/matrimonio-por-whatsapp.asp


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No hay caso con McLuhan, el analista canadiense, cada vez que pesco "El medio es el masaje", su libro síntesis, gráfico, descubro otra idea, como si uno tomara un texto sagrado.
Por ejemplo, esto del punto de vista que ya no existe, hay cientos de puntos de vista.
Él escribe sobre los jóvenes, con mirada totalizadora, con la libertad del amateur, en choque con los adultos, que tienen un único punto de vista y que sufren el terror profesional de fallar.
Es que el sábado antepasado fui al matrimonio de la Cata, la amiga de colegio de mi hija. La Cata tiene hoy 26 años, y un verano nos acompañó a la Carretera Austral. Yo la quiero mucho, y como mi hija está con beca Chile estudiando en UCL, asistimos con mi mujer, muy conmovidos. Como representándola.
Yo, en realidad, habría ido de cualquier manera. Me intriga el modo de vida que irán desarrollando los jóvenes, como a Marshall McLuhan.
El matrimonio fue en la misma iglesia donde se casaron mis padres, otro peso emocional. Nos vestimos de parada, sentí no haber lustrado mis zapatos, pero ya no había tiempo; llegamos de los primeros. Escogimos un puesto junto al pasillo para ver a la novia pasar; quería poder mandarle fotos a mi hija, que a esa hora vivía las 22 P.M. de Londres.
Otros caballeros y señoras como nosotros, y otras parejas de jóvenes como mi hija, empezaron a llenar los espacios alrededor. De repente, llegaron las amigas de mi hija. Como a la Cata, yo las había conocido cuando tenían 7 años. Así es que saqué mi iPhone que es viejo y tiene una cámara pésima, pero igual fotografía, me paré como un reportero, y les disparé a cada una, arregladas y seductoras. Sabía que la gente debe haber pensado que yo era un loco, que mi mujer quería hundirse porque este marido suyo recorría los bancos fotografiando niñas jóvenes y bonitas. Pero igual.
Disparaba y le mandaba a mi hija la foto por WhatsApp a su teléfono. WhatsApp es una aplicación gratuita que se instala en el celular y le permite a uno esta vida simultánea.
Llegó la Cata, como una aparición, me instalé con los fotógrafos con mi iPhone y ¡clic! otra imagen para Londres. Durante la ceremonia, me puse en el pasillo y fotografié a la pareja. Y a la salida.
Mi hija me respondía palabras rápidas, agradecida. Estábamos en simultáneo.
Al final, conversamos con las amigas. Foto; WhatsApp. También ellas estaban con sus celulares en mano, mandándole fotos a mi hija. Y videos (no se me ocurrió).
Más tarde, por Skype le pregunté a la hija cómo hacía para responder tantos mensajes simultáneos. Se rió.
"El nuestro es un flamante nuevo mundo de todoalavez. El "Tiempo" ha cesado; el "espacio", ha desaparecido. Vivimos ahora en una aldea global... un happening simultáneo. Hemos regresado al espacio acústico". Escribe McLuhan.
Lo leí por primera vez en 1967, cuando yo y Vint Cerf, el "padre de la internet" que habla mañana en Santiago, éramos menores que mi hija. Es mi biblia.

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