MADRID, 19 nov (Xinhua) -- España celebrará el domingo 20 de noviembre elecciones generales anticipadas bajo una profunda crisis económica, con la mayor tasa de desempleo de Europa, la presión de los mercados internacionales y un clima de descontento social manifestado con el movimiento de "los indignados". Unos 35,77 millones de electores se encuentran habilitados para acudir a las urnas y elegir al presidente del Gobierno, así como para renovar las Cortes Generales: 350 escaños del Congreso de los Diputados y 208 de los 264 del Senado para la X Legislatura. El opositor Partido Popular (PP) (conservador) de Mariano Rajoy, se presenta como favorito frente al candidato del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el ex vicepresidente y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. De acuerdo con la encuesta de intención de voto de la firma Metroscopia, el PP obtendría 45,4 por ciento de los votos, frente a 30,9 por ciento del PSOE. Para la Sigma Dos, el partido de Rajoy lograría 47,6 por ciento frente a 29,8 por ciento de la agrupación de Pérez Rubalcaba. En ambos casos, la diferencia de intención de votos entre los dos principales candidatos a la presidencia de gobierno muestra una ventaja cómoda para el PP. Como en anteriores comicios, el bipartidismo (PP-PSOE) será el escenario en donde se concentre la atención en los comicios para presidente de gobierno, pese a que en las elecciones del domingo son 12 los aspirantes. La contienda real está entre Rajoy, ex ministro de España (Administraciones Públicas, de Presidencia e Interior), vicepresidente del Gobierno y presidente del PP, y Pérez Rubalcaba, ex ministro del Interior y vicepresidente primero del gobierno (entre otros cargos), quien se presenta por primera vez como aspirante a jefe de Gobierno. ESCENARIO ELECTORAL España celebrará elecciones anticipadas luego que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció sorpresivamente en julio pasado la convocatoria a comicios para noviembre, cuatro meses antes de lo previsto. Para los analistas, Rodríguez Zapatero buscó con el adelanto del calendario electoral evitar que su partido (PSOE) sufiera un mayor desgaste, aunque en el discurso, el objetivo de las elecciones anticipadas fue permitir que el nuevo gobierno salido de las urnas se haga cargo de todo el ejercicio económico de 2012. El país enfrenta una severa crisis. De acuerdo con el último informe del Banco de España, la economía se estancó en el trimestre julio-septiembre de 2011 con crecimiento cero, dos décimos menos que en abril-junio de este año, debido principalmente a los recortes de gasto público. El desempleo en España es de 21,54 por ciento de la población económicamente activa -la mayor de Europa-, es decir casi cinco millones de personas están sin empleo, según el Ministerio de Trabajo e Inmigración. A inicios de este año Rodríguez Zapatero prometió que en 2011 habría "más oportunidades" para encontrar un trabajo. Desde 2004, cuando el PP dejó la Presidencia de Gobierno, a la fecha, la cifra de desempleados en España se incrementó en tres millones, siendo los jóvenes los que principalmente se han visto impedidos de conseguir un trabajo. Cifras de la agencia de estadísticas de la Unión Europea (Eurostat) revelan que el desempleo en los jóvenes es de 45 por ciento en España. Los resultados negativos generados por las medidas del gobierno socialista -congelación de pensiones, retraso de la edad de jubilación, reducción de los salarios públicos, aumento fiscal- especialmente desde mayo de 2010, han dado lugar al incremento del descontento popular. Las acciones sociales contra el gobierno socialista se intensificaron. Movimientos como el de los "indignados" aparecieron para plantear reivindicaciones políticas, económicas y sociales. Miles de "indignados" se han manifestado en la Puerta del Sol, en Madrid, en busca de cambios en el actual modelo democrático y económico del país. Los candidatos a la presidencia de Gobierno se han enfocado precisamente en las cuestiones económicas, sus promesas ante un electorado que, según se presume, acudirá con desgano a las urnas. Las encuestas prevén un alto índice de abstencionismo. El candidato del PP basó su estrategia de campaña en el recorte al gasto público, en casi todos los sectores, con excepción de la sanidad, educación y pensiones, así como la limitación del endeudamiento para todas las administraciones y una reforma laboral. Rajoy ha dicho que de ser elegido, lo primero será "dar un mensaje de confianza" a los mercados que las cosas van a cambiar: "A los inversores hay que decirles que tienen que invertir en España y que van a recibir el apoyo del gobierno". Fuera de España, el mensaje del PP es que "vamos en serio, que vamos a hacer las cosas y que apostamos por el euro". Por su parte, el PSOE busca estimular la economía mediante la inversión que garantice las prestaciones sociales, bonificar en las cuotas de Seguridad Social a las pequeñas y medianas empresas que creen empleo. Esos gastos se compensarían con un alza de impuestos a las grandes fortunas y una tasa sobre beneficios de las instituciones financieras. Las elecciones, en las que el PP se muestra como seguro ganador se llevarán a cabo en medio de la grave crisis y la tensión de los mercados internacionales que generan una fuerte presión de la prima de riesgo del país, que en la actualidad se sitúa en 499 puntos básicos, la más alta de su historia. Para el grupo financiero BBV, el gobierno que resulte de las elecciones deberá acometer una reforma de fondo en las finanzas públicas e incluso una restructuracón del sistema financiero. |
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Celebra España elecciones anticipadas bajo crisis económica
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