Hemos disfrutado del chocolate desde hace más de tres mil años, 500 más de lo que se pensaba hasta ahora, revela un nuevo estudio.
FECHA DE PUBLICACIÓN:2011-11-04 AUTOR:
Los indígenas descubrieron el chocolate de forma accidental
Hemos disfrutado del chocolate desde hace más de tres mil años -500 más de lo que se pensaba hasta ahora, revela un nuevo estudio. Asimismo, los investigadores creen que el chocolate fue descubierto accidentalmente, cuando indígenas de América Central que producían cerveza con la pulpa de las vainas de cacao aprendieron a utilizar los desechos del proceso.
Esta nueva información sobre el origen del chocolate fue obtenida de vestigios de cacao encontrados en fragmentos de cerámica que datan entre los años 1100 y 800 a. C. y que se hallaron en excavaciones arqueológicas realizadas en las cercanías de Puerto Escondido, Honduras, entre 1995 y 2000.
De la cerveza al chocolate
El chocolate moderno se prepara con la fermentación de semillas de cacao, árbol nativo de la región ecuatorial. Hacia el año 1100 a. C., antiguos productores de cerveza utilizaban vainas de cacao para fabricar sus bebidas. El proceso consistía en fermentar dichas vainas (un poco más pequeñas que una moderna pelota de fútbol americano) para luego utilizar la pulpa en la producción de cerveza.
Sin embargo, desechaban las semillas. "Era una bebida muy fuerte -apunta la autora del estudio, Rosemary Joyce, antropóloga de la Universidad de California en Berkeley-, pero en nada recordaba el sabor del chocolate que conocemos en la actualidad".
No obstante, unos 300 años más tarde, la gente comenzó a utilizar las semillas fermentadas de desecho para preparar una bebida no alcohólica que, a pesar de su amargo sabor, era muy apreciada, agregó el otro autor del estudio, John Henderson, antropólogo de la Universidad de Cornell en Ithaca, Nueva York.
El brebaje se servía en jarros especiales que espumaban la bebida en las tazas, y se ofrecía para celebrar ocasiones señaladas como matrimonios y nacimientos, apuntó Joyce. Los investigadores realizaron un análisis químico de los fragmentos de cerámica hondureña (restos de aquellos jarros especiales) y descubrieron residuos de cacao.
El chocolate se derrama
En el siglo XVI, los exploradores españoles llevaron la bebida de chocolate a Europa. Las barras de chocolate que conocemos hoy día aparecieron por primera vez en Estados Unidos en 1894. Aunque no participó en el estudio, la californiana Ann Krueger Spivack (autora de The Essence of Chocolate junto con John Scharffenberger y Robert Steinberg) comentó que el descubrimiento de que las semillas de cacao fermentadas servían para preparar una bebida de chocolate fue un "feliz accidente" que, con el tiempo, dio al mundo uno de sus placeres más populares.
En un correo electrónico, Alice Medrich, autora de Bittersweet: Recipies and Tales from a Life in Chocolate sugirió que la nueva investigación sobre la historia del chocolate quizás "estimule la creatividad e imaginación de chocolateros y chefs". "Podrían darnos ideas para utilizar el chocolate en platillos sazonados, además de dulces, y proponer combinaciones de chocolate con otros sabores -agregó Medrich-. Así es como nacen nuevos platillos y novedosas tendencias. Además, las nuevas ideas se diseminan rápidamente de las cocinas más innovadoras y exclusivas convirtiéndose, a la larga, en productos que encontramos en los anaqueles de los supermercados".
Hemos disfrutado del chocolate desde hace más de tres mil años -500 más de lo que se pensaba hasta ahora, revela un nuevo estudio. Asimismo, los investigadores creen que el chocolate fue descubierto accidentalmente, cuando indígenas de América Central que producían cerveza con la pulpa de las vainas de cacao aprendieron a utilizar los desechos del proceso.
Esta nueva información sobre el origen del chocolate fue obtenida de vestigios de cacao encontrados en fragmentos de cerámica que datan entre los años 1100 y 800 a. C. y que se hallaron en excavaciones arqueológicas realizadas en las cercanías de Puerto Escondido, Honduras, entre 1995 y 2000.
De la cerveza al chocolate
El chocolate moderno se prepara con la fermentación de semillas de cacao, árbol nativo de la región ecuatorial. Hacia el año 1100 a. C., antiguos productores de cerveza utilizaban vainas de cacao para fabricar sus bebidas. El proceso consistía en fermentar dichas vainas (un poco más pequeñas que una moderna pelota de fútbol americano) para luego utilizar la pulpa en la producción de cerveza.
Sin embargo, desechaban las semillas. "Era una bebida muy fuerte -apunta la autora del estudio, Rosemary Joyce, antropóloga de la Universidad de California en Berkeley-, pero en nada recordaba el sabor del chocolate que conocemos en la actualidad".
No obstante, unos 300 años más tarde, la gente comenzó a utilizar las semillas fermentadas de desecho para preparar una bebida no alcohólica que, a pesar de su amargo sabor, era muy apreciada, agregó el otro autor del estudio, John Henderson, antropólogo de la Universidad de Cornell en Ithaca, Nueva York.
El brebaje se servía en jarros especiales que espumaban la bebida en las tazas, y se ofrecía para celebrar ocasiones señaladas como matrimonios y nacimientos, apuntó Joyce. Los investigadores realizaron un análisis químico de los fragmentos de cerámica hondureña (restos de aquellos jarros especiales) y descubrieron residuos de cacao.
El chocolate se derrama
En el siglo XVI, los exploradores españoles llevaron la bebida de chocolate a Europa. Las barras de chocolate que conocemos hoy día aparecieron por primera vez en Estados Unidos en 1894. Aunque no participó en el estudio, la californiana Ann Krueger Spivack (autora de The Essence of Chocolate junto con John Scharffenberger y Robert Steinberg) comentó que el descubrimiento de que las semillas de cacao fermentadas servían para preparar una bebida de chocolate fue un "feliz accidente" que, con el tiempo, dio al mundo uno de sus placeres más populares.
En un correo electrónico, Alice Medrich, autora de Bittersweet: Recipies and Tales from a Life in Chocolate sugirió que la nueva investigación sobre la historia del chocolate quizás "estimule la creatividad e imaginación de chocolateros y chefs". "Podrían darnos ideas para utilizar el chocolate en platillos sazonados, además de dulces, y proponer combinaciones de chocolate con otros sabores -agregó Medrich-. Así es como nacen nuevos platillos y novedosas tendencias. Además, las nuevas ideas se diseminan rápidamente de las cocinas más innovadoras y exclusivas convirtiéndose, a la larga, en productos que encontramos en los anaqueles de los supermercados".
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