Diario El Mercurio, domingo 17 de julio de 2011
Si la política fuera como el fútbol, el Presidente Piñera sería el entrenador de la selección chilena.
Y si la política fuera como el fútbol, el gobierno del Presidente Piñera estaría a punto de terminar el primer tiempo... con un marcador en contra de 7-3.
Pero lo bueno para el Presidente Piñera es que todavía le queda el segundo tiempo.
Hasta aquí, el Mandatario se ha comportado igual que esos entrenadores que están todo el partido parados en el borde mismo de la cancha y que no pueden evitar chutear el balón cuando pasa cerca suyo. En el caso de Piñera, ocurre que a veces se le van solas las piernas y se mete al campo de juego. Y parte detrás de la pelota y la patea con todas sus ganas hacia el arco contrario. En ocasiones, incluso es él quien chutea los córners y luego corre al centro del área y cabecea. Y hasta hace goles, como ocurrió con el rescate de los 33 mineros.
Ahora todo eso da lo mismo. Lo que realmente importa es lo que ocurrirá en el segundo tiempo, que está a punto de iniciarse.
La pregunta es si el "profe" va a hacer un cambio mayor en el equipo o si va a insistir con el mismo esquema de juego actual.
Muchos hinchas le dicen al Presidente que, aunque está perdiendo, injustamente, el equipo está jugando bien, y que es eso lo que importa, ya que con el tiempo, el buen juego se impondrá y tanto los goles como el apoyo del público llegarán por añadidura.
Otros de sus partidarios, en cambio, le dicen al gobernante que debe modificar completamente su diseño original, y le agregan que sus mejores jugadores están en la banca o mal utilizados.
Al Presidente le plantean, por ejemplo, que no puede a farrearse a Gary Longueira Medel. El "pitbull" es un tipo que busca, empuja, muerde si es necesario, y que siempre va hacia adelante. Por lo tanto, sostienen que debiera ser número fijo para el segundo tiempo.
Otro tipo de críticas que recibe el gobernante es que tiene a algunos jugadores ubicados en la posición incorrecta; como a "Chupete" Allamand, que lo tiene jugando de 5 cuando podría estar en la delantera. Lo mismo que Evelyn "Beausejour" Matthei, que hoy juega de 3.
Vamos a ver qué decide el Presidente: si poner toda la carne en la parrilla o esperar otro poco, hasta que queden, digamos, unos 20 minutos de partido y recién ahí decida jugársela con 4 o 5 atacantes.
Un ejemplo es lo que hizo Borghi en el partido anterior de Chile en la Copa América, cuando enfrentó a Perú. Al comienzo alineó a un elenco que sólo logró mantener un empate insignificante. Podría haber dejado las cosas así, porque el equipo ya estaba clasificado. Pero fue por más, puso a todas las figuras y logró el triunfo.
Como en el fútbol, los chilenos somos especialistas en darle consejos al Presidente/entrenador. Es casi el deporte nacional. Yo no voy a cometer el error ni de decirle a Borghi cómo tiene que enfrentar hoy a Venezuela ni de plantearle a Piñera cómo jugar el segundo tiempo.
Y no es por ponerlos nerviosos, pero les recuerdo que estamos TODOS mirando atentamente lo que hacen, porque TODAS sus decisiones nos afectan a TODOS.
Sorry, por lo dramático, pero en días como hoy, en que hay tanto en juego, es imposible tomarse las cosas de otro modo. Y que gane el más mejor.
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