En un artículo que leí en el diario de hoy
hay una expresión muy bella:
"...era hermosa, muy hermosa.
Tenía esa clase de belleza clásica
que no parece nacer del esfuerzo
sino de la contemplación..."
Hay belleza en el esfuerzo también,
pero no tanto en el que se invierte
en parecer mejor, sino en ser
lo mejor de uno mismo
por la vía de una autenticidad
generosa, sensible y armónica...
La observación comentada constituye una maravilla
porque revela algo que ya describió Bacon:
'La belleza radica en el ojo del que la mira...'
Diría más, la belleza no es un atributo externo,
y cuando lo es, es más bien la manifestación
de una cualidad que aflora a la superficie
pero que tiene sustrato en una vida interior,
en la manera de contemplar
que influye y determina de muchas formas
cómo uno piensa y siente,
en definitiva como es cada cual...
Annette Funicello dijo una vez
que la vida no tiene que ser perfecta
para ser maravillosa...
Mucha gente, especialmente
demasiadas mujeres
luchan por lograr la perfección:
la belleza perfecta, la mujer perfecta,
y pierden el foco sin lograr
ni lo uno ni lo otro.
En cambio, la belleza
como el espíritu,
sopla donde quiere,
en medio de la mayor
naturalidad e inocencia.
Es por ello que en los años treinta
Vicente Huidobro y otros poetas
salían corriendo tras un tranvía santiaguino
cuando veían una mujer hermosa
subir al carro, exclamando:
"¡Allí va LA BELLEZA, no la dejen escapar!".
Nadie puede apropiarse de ella,
va y viene; incluso en un mal día
una mujer puede verse bellísima,
y otras que se juran lo máximo,
con cada detalle de su aspecto
hiper estudiado, el resultado
es más bien artificio y oropel.
La mujer es muchas veces
demasiado crítica y autodestructiva
consigo misma. Justamente
cuando creen que no son bellas,
es cuando más lo son...
Tal vez sea porque se obsesionan
buscando el defecto, cuando
sólo basta ser ellas mismas
mirar a los ojos...y sonreír.
hay una expresión muy bella:
"...era hermosa, muy hermosa.
Tenía esa clase de belleza clásica
que no parece nacer del esfuerzo
sino de la contemplación..."
Hay belleza en el esfuerzo también,
pero no tanto en el que se invierte
en parecer mejor, sino en ser
lo mejor de uno mismo
por la vía de una autenticidad
generosa, sensible y armónica...
La observación comentada constituye una maravilla
porque revela algo que ya describió Bacon:
'La belleza radica en el ojo del que la mira...'
Diría más, la belleza no es un atributo externo,
y cuando lo es, es más bien la manifestación
de una cualidad que aflora a la superficie
pero que tiene sustrato en una vida interior,
en la manera de contemplar
que influye y determina de muchas formas
cómo uno piensa y siente,
en definitiva como es cada cual...
Annette Funicello dijo una vez
que la vida no tiene que ser perfecta
para ser maravillosa...
Mucha gente, especialmente
demasiadas mujeres
luchan por lograr la perfección:
la belleza perfecta, la mujer perfecta,
y pierden el foco sin lograr
ni lo uno ni lo otro.
En cambio, la belleza
como el espíritu,
sopla donde quiere,
en medio de la mayor
naturalidad e inocencia.
Es por ello que en los años treinta
Vicente Huidobro y otros poetas
salían corriendo tras un tranvía santiaguino
cuando veían una mujer hermosa
subir al carro, exclamando:
"¡Allí va LA BELLEZA, no la dejen escapar!".
Nadie puede apropiarse de ella,
va y viene; incluso en un mal día
una mujer puede verse bellísima,
y otras que se juran lo máximo,
con cada detalle de su aspecto
hiper estudiado, el resultado
es más bien artificio y oropel.
La mujer es muchas veces
demasiado crítica y autodestructiva
consigo misma. Justamente
cuando creen que no son bellas,
es cuando más lo son...
Tal vez sea porque se obsesionan
buscando el defecto, cuando
sólo basta ser ellas mismas
mirar a los ojos...y sonreír.
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