por Olea
Lección N˚ 47 - Sin ofender
Lamentablemente,
tenemos que convivir con el prójimo
y muchas veces nos pillamos
soportando actitudes repugnantes
de un "otro" que, por temor
o por falta de inteligencia social,
no somos capaces de confrontar.
Alguien que come con la boca abierta
no puede andar campante por la vida
sin que alguien le diga con honestidad,
con estilo, sin ofender.
1. Déle la oportunidad de tres bocados
apelando a la esperanza de que haya sido
una percepción errada.
2. Haga contacto visual
y un amable gesto con la cabeza
mientras usted mastica con su boca hermética.
3. Si el rumiante sigue triturando
sin pegar los labios, es hora de ser diplomático:
"¿Está disfrutando de su comida?
Yo también estoy disfrutando de su comida".
Elegante y pedagógico. No se olvida más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS