El lenguaje de nuestras teorías,
¿será suficiente para describir lo que pretenden?
La exquisitez de sus formas,
la integridad de sus contenidos,
la profundidad de sus conceptualizaciones,
¿darán cuenta de las sutilezas de lo impredecible?
Hay toda una narrativa
de elaborada y precisa sintaxis,
con reflexiones de variada textura
y que, sin embargo,
tantas veces nos lleva
a la contradicción
y a callejones sin salida.
En los matices hay incerteza
y en la ambigüedad hay misterio
y, ambas cosas, por difíciles
que sean de manejar,
-Ernesto Ayala dixit-
enriquecen lo que concebimos,
ya sea en una película,
en un ensayo, en una teoría
como en la vida misma...
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