Si la ex presidenta quiere una campaña limpia, no puede andar por la vida llena de buenas intenciones y al mismo tiempo boicoteando la acción del gobierno. Eso es jugar sucio.
por Andrés Benítez - Diario La Tercera 03/08/2013
|
|
MICHELLE Bachelet señaló ayer al regresar de Nueva York que espera que la candidatura de Evelyn Matthei permita un “debate limpio, con altura de miras, donde se intercambien ideas, que es lo que les importa a todos los chilenos”. Palabras de buena crianza que sólo vienen a confirmar el estilo conciliador que la caracteriza y que tantos dividendos políticos le ha dado hasta ahora.
Pero la idea de campaña limpia que le gusta a Bachelet es bastaste particular y acotada, dado que parece remitirse a lo que ella dice, dejando libertad de acción para que sus colaboradores hagan la pega sucia. Porque al mismo tiempo que la candidata muestra la cara más noble de la política, ayer este diario dio a conocer un instructivo en donde su comando insta a la oposición a frenar la agenda legislativa del actual gobierno. La estrategia partió esta semana, logrando la postergación de la votación de la ley que crea el Ministerio del Deporte y señala que el mismo freno se aplicará al proyecto que rebaja el impuesto de timbres y estampillas, la tramitación de la ley de isapres y el proyecto de gobiernos regionales. De este último, se dice explícitamente que hay que pararlo, porque es una de las reformas importantes que quieren hacer si llegan al gobierno.
La pregunta es simple: ¿Frenar la agenda legislativa es hacer una campaña limpia? ¿Parar iniciativas que benefician a todos es la manera de intercambiar ideas con altura de miras, como dice querer la candidata? Por supuesto que no. Se trata, por el contrario, de la forma más oscura de hacer política. Algo que no sólo le hace mal al país, sino a los mismos parlamentarios, que sumidos en el desprestigio se suman a este juego. Porque una cosa es la sana discusión de los proyectos, pero otra es entorpecer deliberadamente la tramitación de estos con fines electorales.
Con esto, Bachelet está mostrando su peor cara. Porque podrá decir que en estas dos semanas que estuvo de vacaciones recorrió el puente Brooklyn, leyó a Pérez Reverte y fue a la playa, todo muy alegre y saludable, pero también es claro que mientras tanto su comando articula una estrategia detestable. Además, lo que no se entiende de todo esto son las razones que hay detrás. El mismo instructivo señala que hay que evitar que el gobierno logre sacar rentabilidad política con estos proyectos. Bueno, la única manera de que ello suceda es que las iniciativas sean buenas para el país, que beneficien a la gente. Si ello es así, entonces detenerlas es malo para todos. Apostar a ello es una señal clara de que la Nueva Mayoría está dispuesta a todo con tal de volver al poder.
Como era de esperar, el comando de Bachelet señaló que la minuta no la hicieron ellos, respuesta que apela más a un tecnicismo, porque lo concreto es que sí participaron en las reuniones de donde salió el instructivo. Por ello, más que decir que no lo redactaron, lo importante es saber si la candidata lo apoya. Si no es así, debe decirlo claramente, y lo fundamental, tomar medidas concretas para que ello no siga sucediendo. En definitiva, si la ex presidenta quiere una campaña limpia, de ideas, con altura de miras, entonces debe actuar con consecuencia. No puede andar por la vida llena de buenas intenciones y al mismo tiempo boicoteando la acción del gobierno. Eso es jugar sucio
No hay comentarios:
Publicar un comentario
COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS