WELCOME TO YOUR BLOG...!!!.YOU ARE N°

Poner el ojo sobre Arenas...‏





Vivo entre los muertos

por Juan Manuel Vial

Publicado en La Tercera, sábado 7 de abril del 2012
http://blog.latercera.com/blog/jmvial/entry/vivo_entre_los_muertos
La poesía de Braulio Arenas se resiste al olvido, caso curioso, pues la popularidad de sus obras nunca fue extendida. Fundó Arenas, junto a Teófilo Cid y Enrique Gómez-Correa, aquella rareza notable que fue el surrealismo chileno; a él también se le recuerda por un par de hechos peliagudos (la famosa insolencia con que en cierta ocasión trató a Neruda y su apoyo a la dictadura de Pinochet), mas no se le menciona con similar frecuencia en relación a los excelentes poemas que produjo. Sin embargo, de vez en cuando, alguien vuelve a poner el ojo sobre Arenas.

Así lo hizo, por ejemplo, Enrique Lihn cuando en 1988, a los pocos días de la muerte de Arenas, escribió un artículo llamado Braulio Arenas, el escritor que debiera sobrevivir. Más recientemente, el historiador Luis de Mussy publicó valiosos estudios dedicados al grupo Mandrágora, nombre mítico con el que se autodenominaron los surrealistas criollos. Y ahora acaba de aparecer La casa fantasma y otros poemas, una impecable selección a cargo de Germán Marín, quien conoció de cerca al que escribió estos perturbadores versos: "para ti yo nada tenía / salvo el amor que tú me dabas".

En el prólogo a esta edición Rafael Gumucio nos dice que "la de Arenas es una poesía que ama el delirio, pero que delira muy poco". La certera observación ha de serle útil, sobre todo, al lector que se siente intimidado con el insondable trasfondo del término surrealismo: Braulio Arenas, hay que insistir en ello, no es un poeta de las formas sublimes del sinsentido, más bien todo lo contrario. Discípulo aventajado de Huidobro -en los poemas seleccionados persiste la presencia tutelar de una nube huidobriana-, Arenas fundió en su verso el desboque de la imaginación con cierta encomiable y misteriosa contención, cosa rara entre los suyos.

De modo que el mar, que casi siempre está presente en estos poemas, nunca deja de ser mar para el lector, mientras que una casa, la casa fantasma del título, puede llegar a expresar, con suma naturalidad, emociones eminentemente humanas: "No comprende la casa su silencio, / su vacío de barco abandonado, / no comprende esta paz de cementerio, / ¿dónde está mi habitante?, se pregunta. / ¿Dónde el niño sin techo del que hablaban?". Otras veces, y con frecuencia, el genio de Arenas se expresa en una sola frase, como la que sigue, de enigmática y crucial belleza: "es el ave que trina la trinidad del vidrio".

Verdadero himno a la voraz seducción que siempre tiende la escritura perfecta es un poema llamado La silenciosa: quien requiera de una breve clase magistral acerca de la importancia del ritmo en poesía no tiene más que leerlo. Hacia el final del libro, el autor aborda un asunto que guarda relación con esto mismo: "Todas las palabras sin un significado material me son aborrecibles. Amo, en cambio, la palabra sandía, la palabra fuego griego, la palabra recuerdo, la palabra recórcholis".

La casa fantasma y otros poemas es ante todo un libro justiciero, una prueba categórica de por qué su autor debe sobrevivir. El hecho fortuito de constatar la supervivencia de Braulio Arenas en un día como hoy, en el que precisamente hasta el hijo de Dios ha muerto, es fuente no tan sólo de alivio, sino que también de regocijo.

La casa fantasma y otros poemas
Braulio Arenas, Ediciones UDP, Santiago, 2012, 98 pp.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS