Por Alejandra Costamagna | Escritora y periodistaRevista Qué Pasa, 04/01/2012http://www.quepasa.cl/articulo/guia-del-ocio/2012/01/11-7423-9-teatro-bertoni-x-noguera.shtml
"28 de noviembre, 10 para la 1 am / Berta se fue", anota Claudio Bertoni en un cuaderno escolar de tapa blanda. Es 1976 y el poeta, fotógrafo y artista visual no sabe que treinta y un años más tarde ése y otros miles de apuntes -poemas, minicuentos, haikus propios y traducidos a su pinta, ideas para una novela moscovita que imagina como una superposición de paños, detalles para pinturas informales, sueños de una vida alucinante, aforismos, listas de esto y lo otro- saldrán a la luz como el primer volumen de sus diarios, con notas que van de 1976 a 1978 y un título tomado de su adorado Samuel Beckett: Rápido, antes de llorar (UDP, 2007). Tampoco imagina el poeta en ese lejano 1976 que treinta y cuatro años después los actores Héctor Noguera y Marcelo Alonso se internarán en las trescientas cuarenta páginas del libro para llevar a escena una obra tan íntima como su respiración cristalizada en palabras. Rápido antes de llorar será un monólogo contenido, minimalista, casi silencioso, protagonizado por Noguera y dirigido por Alonso, que pondrá el acento en la enfermedad, la agonía y los ecos tras la muerte de Berta, la madre de Bertoni. Pero también en la época, en el contexto de ese Chile eclipsado por la dictadura: "Mi mami está en el hospital / Y a dos cuadras de aquí hay un cuartel de la DINA", escribirá Bertoni, mascullará Noguera y presenciaremos los espectadores en esta nueva temporada en el Teatro Camino. Y si el poeta ha escrito que su madre está muy lejos de la estridencia y no puede y no sabe gritar, el actor dominará la emoción y no subirá nunca la voz y nosotros, los espectadores, seguiremos la mirada del actor-autor bajo la luz anémica de una ampolleta que ilumina un pasillo angosto, y veremos en Noguera al Bertoni del asombro, del miedo a los perros, del conflicto con las pulgas, del sexo, del toque de queda, de los zorzales, de Elvis Presley, de la conciencia sobre lo ridículo, del padre, de las hermanas, del sobrino, de la madre, de la madre muerta. Del goce máximo, a fin de cuentas, derivado de lo mínimo: "¡Qué rico! Esta camisa tiene todos los botones".
"Rápido antes de llorar" es parte de Santiago a Mil. Teatro Camino, hasta el 21 de enero.
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