Palacio Pereira: ¿el fin de una pesadilla patrimonial?
Levantado en 1872 por el prestigioso arquitecto Lucien Hénault, la sufrida construcción ha vivido las últimas décadas en la soledad y el abandono, pero finalmente recibe buenas noticias: se acaba de concretar la compra del edificio por parte del Estado. Allí se instalarán las oficinas de la Dibam y del Consejo de Monumentos Nacionales, y se le anexará una construcción moderna. Además, promete ser el primer paso de una serie de nuevos rescates y el símbolo de la modificación de la Ley de Monumentos, que hasta ahora sólo generaba el efecto contrario a la protección: el deterioro.
por Iñigo Díaz y Elena Irarrázabal
Diario El Mercurio, Cuerpo Cultural Artes y Letras,
Domingo 8 de enero de 2011
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