WELCOME TO YOUR BLOG...!!!.YOU ARE N°

Malos, malos, malos

Malos, malos, malos
por Marcelo Simonetti
Diario La Tercera, 10 de septiembre de 2011
http://blog.latercera.com/blog/msimonetti/entry/malos_malos_malos

Hay gente que nace sin talento para la pelota. Uno lo ha visto más de
una vez. El chico ese al que le tiras la pelota por el aire y cuando
quiere controlarla le rebota en la rodilla y se va a la mierda. O el
otro que trata de meter un frentazo de cara al arco y termina con la
nariz rota o dos dientes de menos. Me acuerdo de muchachos que,
condenados a llevar el fracaso en los pies, prefirieron improvisar en
el arco para armar una carrera que nunca llegó a buen puerto.

Es cierto que en el profesionalismo es raro encontrarse con ejemplos
tan rotundos, pero recuerdo jornadas horrorosas de algunos jugadores
que los obligó a cargar con ese estigma por largo tiempo. Yo estuve en
el estadio Sausalito el día en que Carlos Luthar hizo su estreno en el
Everton de mediados del 70. El uruguayo fue un desastre. Pelota que le
llegaba o la pifiaba o la mandaba a la galería. Y ni hablar del
"Pícaro" Fernández en la 'U'.

Pero una cosa es que en un equipo haya un jugador de una torpeza
inaudita y otra, muy distinta, es que en una escuadra se concierten
once futbolistas que devuelvan ladrillos en vez de pelotas. Peor aún
es que esos once elogios a la brutalidad futbolística sean lo mejor
que puedes encontrar en una ciudad, en un país.

No puedo olvidar el día en que Zaire cayó frente a Yugoslavia en
Alemania 74. Yo imaginaba que un equipo que contaba con jugadores como
Lobilo Boba, Mayanga Maku o Mana Mambuene, a juzgar por los nombres,
era una selección de guerreros legendarios. Además, el gobierno
africano había contratado a dos brujos para mejorar el rendimiento del
equipo, lo que le otorgaba un atractivo especial al destino de aquella
selección. El partido fue horroroso. Cualquier remate sobre la cabeza
del arquero era gol, el portero nunca levantó los brazos. A los 18' ya
perdían 3-0 y el entrenador no halló nada mejor que relevar al
cuidapalos titular y poner al suplente, quien terminó comiéndose seis
goles más. Resultado final 9-0.

Hicieron un papelón. No se sabían ni las reglas del fútbol. En el
juego con Brasil, en un tiro libre en contra, nada más oír el silbato
del juez, uno de los defensas de Zaire salió a toda velocidad de la
barrera y antes de que Jairzinho le diera a la pelota la pateó en
sentido contrario, como si se tratara de un saque de meta.

La historia de los mundiales ha consignado también el desastroso
rendimiento de selecciones como la de El Salvador que, en España 82,
cayó por 10-1 ante Hungría. Lo sabroso ocurrió cuando perdían por 5-0
y uno de sus jugadores, Ramírez, consiguió el único descuento. Lo
celebró más que el italiano Marco Tardelli. Algo de razón tenía, El
Salvador no ha vuelto a marcar en una Copa del Mundo.
Pero hay otras selecciones todavía peores. La selección de Guam, que
debutó en 1976, alentada por los buenos resultados ante equipos
amateurs (entre ellos una goleada por 16 a 1) se afilió a FIFA.
Estreno su nueva condición ante Corea del Norte y perdió 21-0, para
luego caer ante las Islas Fiyi por 11-0.

Sin embargo, la peor selección del mundo es la de la isla Sark,
ubicada entre Inglaterra y Francia. Tampoco pertenece a la FIFA. Su
"fama" la hizo al participar en los Juegos de las Islas de 2003, donde
participaban sólo selecciones isleñas. Jugó cuatro partidos, perdió
todos, recibió 70 goles y no marcó ni uno solo. Claro, la isla no
tiene más de 600 habitantes, lo que ha llevado a tener como titulares
a jugadores de más de 50 años, jugadores que además, y aquí el dato
clave, son malos, malos, malos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS