El ocio es mi hipótesis de trabajo.

La tira cómica es un papel higiénico.


Siempre se va al dentista a regañadientes.


Las vacas pastan en plena Vía Láctea,
y los versos se van ordeñando al pie de la letra.


El cielo de Chile
es una larga y angosta
franja de estrellas solitarias.


El ruido nos tiene sonados.


En el interior de la botella
hay un hombre mareado
que ha perdido la batalla
y se hunde con su barco.


Dulces son las celdas de los panales,
como amargas son las celdas de los penales.


La vida es sueño, la muerte es insomnio.


El amor y la muerte van de cortejo en cortejo.


Las penas son las goteras del alma.


La paloma de la paz
tiene que batir las alas
para no caer abatida por las balas.


En el país del ojo por ojo,
el tuerto es mayoría absoluta.


Se le considera maquiavélico
a quien afirma
que el fin justifica los medios.
A quien postula
que el fin justifica las guerras
se le debiera tildar entonce
de «maquia-bélico».


El Parque Metropolitano
es un pulmón con forma de cerro
que respira smog
y que sobrevive
porque la Virgen es grande
y anda con todas las antenas paradas.


El mar contaminado hasta la saturación
terminará convertido
en un desierto de arenas movedizas.


Chile es larguirucho y flacuchento.


A falta de violín, Otello tocaba el cello.


COORDENADAS


En los suburbios del Tercer Mundo
hay una aldea que se le ha dado
en llamar Latinoamérica;
al costado sur poniente
hay una calle larga llamada Chile.


Las grandes alegrías
se disfrutan más
cuando se llora de la risa,
y las grandes penas
se sobrellevan mejor
cuando se sonríe
con los ojos empapados en lágrimas.


Cuando la mente se puebla
con los que ya no están,
el corazón ya no se encuentra
donde solía estar.


A enterrar los odios,
a desenterrar los talentos.
A desterrar el rencor
y a trabajar la tierra unidos.
Que cada uno salga de su trinchera,
que deje de desconfiar de su adversario;
que no sea más su enemigo,
ni tampoco un extraño
y pase de una vez por todas
a ser su amigo,
su entrañable hermano.


A los que se especializan
en dar sablazos
o en sacarse los balazos
se les recuerda que
esto no los convierte en
experto en artes marciales.


Corríjanme si estoy en lo cierto.


Una de las ocasiones
en que más se justifica
el ejercer el derecho a pataleo
es cuando se reclama ante el abuso
del cada vez más exasperante papeleo.
...................






Día de Todos los Santos


A enterrar a nuestros muertos
estamos sembrando semillas
que germinarán más allá del tiempo.


Al llorar a nuestros muertos
estamos regando con nuestro dolor
esa tierra recién sembrada.


Al recordar a nuestros muertos
somos en verdad los restos vivientes
de esos rostros queridos.


Al rogar por nuestros muertos
estamos abonando para la cosecha
del reencuentro prometido.
....


¿Ojo por ojo?  ¡Niente, niente!


Hay aclaraciones que terminan
agravando los malos entendidos.


Para practicar la pesca artesanal
se requiere de muchas agallas.
Para procesar la pesca industrial
es obligatorio prescindir del olfato.


La economía se estudia en tratados
y los negocios en libros de bolsillo.


La poesía pesa más en liras que en libras.


El que acuñó la expresión:
«La letra con sangre entra»
parece que lo hizo de puño y letra.


La saciedad del consumismo
termina convirtiendo
a la sociedad de consumo
en una insoportable
suciedad que se consume a sí misma.


La televisión es el ocio del pueblo.


TV OR NOT TV


Homo sapiens u Homo zapping,
that is que question.


MUNDO


Polvo eras y en polvorín te han convertido.


No hay peor ciego
que el que hace la vista gorda.


Los que andan al cateo de la laucha
son los que más se hacen los cuchos.


Se sospecha
que el teniente Bello
está donde está
por culpa del capitán Araya
y que al guatón Loyola
le pasó lo que le pasó
por hacerle caso al padre Gatica.


No tengo pasta de escritor,
ni me queda pasta en el lápiz.
Todo esto se ha escrito a vuelo de pájaro.
Es sólo un corto planeo sobre la página en blanco.


Si no nos renovamos, ni aprendemos
a cambiar nuestras costumbres atávicas
de botar la basura sin reciclar ni utilizar,
más temprano que tarde estaremos podridos.


VICTORIA DE SAMOTRACIA


¡Os cortaron la cabeza, pero no lograron arrancaros las alas!


LIBRE-LABRA-LIBRA-LIBRO


Libertad, Trabajo, Justicia, Cultura.
De estos cuatro tablas,
penden los destinos de América.


Por una de las fachadas del alma
se escuchó el grito de la conciencia
cayéndose de los andamios.


Los diez mandamientos son dos: amar.


La apatía se asomó a la ventana
a ver pasar su cadáver.


Las teclas ya no obedecen a los dedos,
las notas terminan destruyendo las partituras
y el piano rueda por las escalas en silencio.


La vida es sueño. La muerte es insomnio.


Las casas de Valparaíso no se paran,
se cuelgan de sus propios techos
y se afirman en la vista al mar.


Hay aromas que hacen al recuerdo respirar profundo.


La última palabra la tiene el silencio.


Madre hay una sola. Madres hay muchas solas.


Si un sabio pierde el conocimiento
se lamenta lo que se conoce
como Traumatismo Encéfalocraneano.
Si un ignorante recupera el conocimiento
lo retan por aturdido.


La moda alegre e inspirada
es como el circo,
que con telas y colores
levanta la carpa
de los estados de ánimo.


Una verdad a medias
es como juzgar
a una mujer por sus piernas.


No es lo mismo
querer un Chile libre
para hacerlo grande,
que querer chipe libre
para armar la grande.


Si nos obstinamos
en mantener a ese elefante blanco
que es Codelco como la vaca sagrada del Estado,
no lograremos nunca la agilidad del jaguar
que pretendíamos ser.


Está en todo su derecho el Santo Padre
de andar como Pedro por la Iglesia de Cristo.


La Vida: Un Salto al Vacío


Toda criatura recién nacida,
apenas cortado el cordón umbilical,
se ve obligada a saltar a la cuerda floja.


¿Después que uno muere, seguimos creciendo?


                 Pregunta de un niño de seis años a su madre.


...


La inteligencia artificial nos hace creer
que las máquinas están pensando.
La inteligencia natural no hace ver
que los seres humanos no están pensando.


Sin éxito no existo.
Con éxito no soy un fracaso.


Entre las apretadas de cinturón
y las puntadas al corazón,
a los endeudados y encalillados
no les va a dar ni el cuero ni el 'cuore'.


El afuerino es una persona
que generalmente anda de paso;
el interino, también.


AHORRATIVO
El que paga, apaga.


SALDO CULTURAL
-$ + % IVA = ?


El huevo de Colón se lo comió Américo Vespucio.


Así como las madres
nos tienen que esperar
para traernos a este mundo,
las hijas, a su vez, nos hacen esperar,
sacándonos de nuestro mundo.


SUEÑOS


Cuando sea grande
voy a ser como un niño.


SER INDIO, NO TONTO
Si camino hablar de Paz,
ser papamóvil que venir.


Polvo somos y en smog nos convertiremos.


Fuentes bien informadas
dijeron que no sabían nada.


Un poeta chileno,
creo que de apellido Rojas
escribió hace algunas décadas,
en plena Guerra Fría,
el mundo es una pelota
con demasiados cascos.
Supuestamente pasó la Guerra Fría
pero los conflictos se suceden
y se prolongan, haciendo
que la violencia sigue
campeando como un tema
no resuelto y candente,
manteniendo al mundo
convertido en una pelota
con demasiados cascos.


Escribo con letra imprenta
porque mi máquina de escribir
tiene muy mala letra.


La Tierra giró un poco
para poder ver al Sol
salir por la cordillera.


Corríjanme si estoy en lo cierto.


Desespera observar al árbitro
convertido en un vulgar perro del hortelano:
no juega ni deja jugar.


Mal de muchos, bonanza de pocos.


Lo paradojal de la falta de liquidez
es que te deja con el agua al cuello.


Una verdad del porte de un buque:
todavía no salimos a flote.


Uno siempre va al dentista a regañadientes.


La mosca limpiaba sus patitas en un basural.


Aprovecharon que se durmió
en sus laureles,
literalmente como tronco,
para aserrucharle el piso.


Cada uno sabe donde le aprieta el zapato,
aunque no siempre se conoce
el terreno que se está pisando.


Camarón que se duerme
se queda en el camarín.


No pedir nada.
Conformarse con poco.
Amar mucho.




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Última Cena
Diario El Mercurio, comienzos años 90 (?)


Señor Director:


Hay una sección
de la llamada 'Zona de Contacto',
suplemento destinado a los jóvenes
que publica semanalmente este diario,
que contiene una sección en el que
los editores escogen de entre las
preguntas formuladas por el público,
una de ellas para ser respondida
en forma breve por los lectores
como "tarea para la casa",
normalmente incentivados con algún premio.


La tónica de las respuestas
está marcada por una atmósfera
burlona e irónica, aunque
uno(a)s poco(a)s logran
desplegar ingenioso humor
o agudo ingenio.


La pregunta del último número era:
¿quién pagó la cuenta de la última cena?
(así, en minúsculas, aunque estaba claro
que se referían a la que,
por su trascendencia y carácter singular,
se escribe con mayúsculas.


Hubo un record de respuestas recibidas
y resulta penoso y muy doloroso observar
a tantos jóvenes intentando parecer
graciosos e ingeniosos, burlándose
del regalo más grande que nos dejó el Señor:
la Eucaristía, pagada con su preciosa sangre
para liberarnos de la esclavitud del pecado
y entregarnos la llave para la vida eterna.


Obviamente, estos jóvenes
no sabían lo que decían en sus acotaciones,
pero no por ello, parece apropiado dejar pasar
esta oportunidad como si no hubiese ocurrido nada.


En un libro editado por la Universidad Gabriela Mistral,
conmemorando el primer aniversario de la encíclica
del Papa Juan Pablo II, el padre Raúl Hasbún
se detiene en el tercer capítulo de dicha encíclica,
considerada por el cardenal Ratzinger
como uno de los textos más significativos
del Magisterio de nuestro siglo XX.


Este lleva por título «No desvirtuemos la cruz de Cristo»,
y el padre Hasbún nos recuerda que "desvirtuar significa privar a una
cosa de su substancia, dejarla vacía e inútil.


¡Qué grave sería hacer inútil, inservible,
el sacrificio de Cristo crucificado!


Dios quiera que lo ocurrido nos sirva a todos
para meditar y encontrar la verdadera respuesta
a esta profunda pregunta,
¿quién pagó la cuenta de la Última Cena?


Seguro que nos hará cambiar de actitud,
haciéndonos más alegres, agradecidos
y con la ayuda de Dios, más comprometidos
con quien pagó con su cuerpo y con su sangre
esa cuenta por toda la humanidad.


Rafael Rosende