Extractados de nuestro Georgian - Class 1970
- Twenty Years After- (December 1990)
La tradición oral del colegio nos legó
pocos datos acerca de la historia del colegio,
retazos de información que han contribuido
a formar parte de su mitología.
Encontramos un par de artículos
de interés en relación con dicha historia,
en el Georgian publicado en 1961
que conmemoraba los 25 años del colegio,
en el que se cuenta la historia del colegio
desde su fundación hasta que llega
a hacerse cargo la Congregación
de Santa Cruz (conocida por nosotros
en aquella época como Holy Cross).
El segundo artículo escrito en inglés
habla acerca de los cambios
físicos que se fueron sucediendo
hasta aquel año en la arquitectura
del establecimiento que se encontraba
en la calle Pedro de Valdivia.
Incluimos un tercer artículo
en este envío
que data de los años 80,
en el que el father Cánepa
escribió acerca de dicha congregación
y su relación con el colegio,
documento publicado
en un Georgian de la época.
......
LOS COMIENZOS
[Extractado del Georgian de 1961,
en los 25 años de vida del colegio.]
"Hemos hecho todo lo posible por celebrar
este vigésimo quinto aniversario adecuadamente.
Hemos tenido un picnic, retiros, conferencias,
un super Pep Rally, un victorioso equipo de atletismo,
la primera comedia musical del Colegio -un gran éxito-;
una kermesse, esta edición especial del Georgian
y numerosas otras festividades.
Pero un año aniversario
significa más que celebraciones.
Es un tiempo
para meditar con ojo crítico
y para planear el futuro.
Si Saint George's fuera meramente una cosa,
sería una tarea fácil medir sus dimensiones.
Bastaría con medir su altura,
su profundidad, su anchura,
y, cómo se ha curtido
a la intemperie de los años.
Pero un colegio,
como una persona,
es más que esto.
Tiene otras dimensiones
que son difíciles
de registrar en el papel.
En nuestra ojeada
sobre la desconocida historia
del Saint George's,
estas dimensiones probablemente
van a enfocarse sólo suavemente.
Sin embargo, esperamos
que esta breve historia
de nuestro Colegio,
combinada con los artículos que siguen
van a dar al lector alguna idea
de lo que el Saint George's ha sido,
lo que es y lo que esperamos
que sea en el futuro.
La Fundación
Para aquellos que han estado
asociados con el Colegio
desde su fundación,
los períodos pre-Holy Cross
y Holy Cross
pueden ser considerados
de igual importancia.
Para la mayoría de nosotros
que hemos estado aquí hoy, sin embargo,
esos ocho primeros años
parecen prehistóricos
tanto como pre-Holy Cross.
Sabemos tan poco
sobre esos ocho años
y hay tan poca información disponible.
Durante algunos años previos a 1935,
Monseñor Horacio Campillo Infante
había visto la necesidad de un colegio católico,
donde se acentuara la enseñanza del inglés.
El Grange, un colegio inglés,
no afiliado con alguna religión,
había estado obteniendo gran éxito.
Su actuación e influencia
había aumentado año a año.
El Arzobispo quería fundar urgentemente
un colegio inglés semejante
donde los ideales cristianos de educación
fueran la fuerza vivificante.
El Saint George's
no se fundó como tal
en territorio virgen.
En 1935 el Arzobispo y varios laicos,
entre ellos don Darío Urzúa,
estaban buscando un terreno
donde fundar un colegio.
Encontraron una propiedad
en Pedro de Valdivia
que pertenecía a don Dimas Muñoz
en venta por 600 mil pesos (de 1935).
El Centro Cristiano, un grupo de laicos
interesados en crear colegios católicos,
prestaron a la arquidiósesis plata
para comprar la propiedad y la casa.
Don Darío Urzúa,
un íntimo amigo
del Arzobispo Campillo
le dio 50 mil pesos
para reducir la deuda
y cuando murió
le dejó otros 50 mil más
para dicho propósito.
Un colegio
para niñas de preparatorias
llamado Saint Mary's
estaba ya funcionando
en esta propiedad
bajo la dirección
de Miss Elizabeth Weber.
La Arquidiócesis no perdió tiempo
en organizar un nuevo colegio.
El Padre Ricardo Mesa,
hoy Monseñor Mesa,
trabajó rápidamente
y en marzo de 1936,
el colegio inglés
para niños y niñas
estaba ya en camino.
El Padre Mesa,
Secretario general del Arzobispo,
organizó y fundó el colegio,
pero renunció en febrero
antes de que comenzaran las clases.
Así es que nunca fue un rector en ejercicio.
El Padre Mc Cabe, de la diócesis
de Westminster en Londres,
había obtenido permiso del Arzobispo
para trabajar en Santiago.
Él trató de obtener
la rectoría del colegio
pero no fue considerado
como el hombre
indicado para el puesto
y se tuvo que conformar
con el puesto de capellán.
Durante algunas semanas
el colegio no tuvo rector.
Entonces urgido
por el Padre Arturo Roasio Grace
y Miss Elizabeth Weber,
el Arzobispo Campillo
eligió a don Carlos Hamilton
como rector de la nueva fundación,
con un sueldo pagado por la Arquidiócesis.
Miss Weber continuó como directora
de la sección de niñas,
todavía llamado Saint Mary's.
Don Carlos Hamilton nació en Galway, Irlanda,
el primero de febrero de 1864,
de padres de ascendencia escosesa.
Fue educado en su tierra natal
y desde su juventud se dedicó
al apostolado de la enseñanza.
Enseñó en los colegios
de Dublin y Waterford,
y fue Superintendente de Exámenes
en el Ministerio de Educación de Dublin.
Al mismo tiempo fue director
de "The Globe", un diario de Waterford.
En 1902, como tanta gente de su país,
Don Carlos se trasladó al Oeste
a una nueva tierra.
Chile fue el país de su elección.
Aquí llegó a ser rector
y finalmente dueño del colegio inglés
San Luis en Valparaíso y Limache,
un internado para muchachos
que venían de toda América del Sur.
Este fue el primer colegio en su género,
y aquí educó a muchas generaciones
que ahora dirigen el país.
Entre ellos se encuentran
algunos abuelos de Georgians.
Después que se disolvió este colegio,
Mr. Hamilton trabajó para
la Universidad de Chile,
el Instituto Pedagógico,
la Dirección de Educación Industrial
y para la Escuela de Artes y Oficios,
hoy la Universidad Técnica del Estado
(hoy, 2006, Universidad de Santiago de Chile),
de la cual fue su sub-director
y más tarde director durante quince años.
Cuando Monseñor Campillo
necesitó urgentemente
un gran educador,
éste fue el hombre que encontró.
Mr. Hamilton se probó capaz
de dar substancia y forma
al sueño del Arzobispo.
Cuando ya tenía 72 años
y estaba jubilado,
volvió a trabajar
y atacó esta prueba
con el vigor y entusiasmo
de la juventud.
Un hombre quieto,
siempre amistoso, justo,
se transformó en el espíritu
del nuevo colegio durante
sus seis años de administración.
Un profesor que trabajó con él
dijo simplemente:
«El rector, don Carlos Hamilton,
era un hombre delgado
que cojeaba al andar,
de rostro ascético
y cuya característica moral
más notable era su bondad
y su desmedido afán de servir».
Una condición impuesta por Mr. Hamilton
antes de asumir la dirección del colegio
fue que la sección niñas debería mudarse.
Así fue como al final de 1936
las niñas fueron trasladadas
a una nueva localidad
ubicada también
en la calle Pedro de Valdivia,
guardando el mismo nombre,
Saint Mary's School.
Durante ese primer año
el Padre Mesa y Don Carlos
dieron a la sección niños
un nombre especial:
"Saint George's College".
De modo que después
que el Saint Mary's se mudó,
el colegio mantuvo éste
como su nombre oficial y el colegio,
como lo conocemos, tomó su forma.
Por pedido del señor Hamilton,
don Raimundo Arancibia
diseñó el escudo del Colegio,
un dragón atravesado por una lanza.
Mr. Hamilton
enfrentó muchas crisis
durante su administración,
como es de esperar
en los primeros años
de todo nuevo colegio,
pero las enfrentó
y las resolvió todas hasta 1941.
Hasta entonces,
el Saint George's College,
bajo su dirección,
aumentó en magnitud y prestigio.
................................................................
THE PLANT (MONSTER) GROWS
[Extractado del Georgian de 1961,
en los 25 años de vida del colegio.]
"Every living plant grows.
In doing so,
it naturally follows a pattern
established within it
by the One who gave it life.
Saint George's College is a plant.
It grew. Unfortunately no one hand
has guided its growth process.
It has followed no natural pattern.
The various individuals
responsible for its development
all seem to have been on the outside,
unacquainted with the needs
and aesthetics of a modern school.
Its present form is the result
of shapes of ancient houses
serving a far different purpose
before the existence
of Saint George's College;
of classroom space constructed
with the greatest rapidity;
of additions patched on
with the least expense,
and finally a whole new building
thrown up in the least time possible
and sufficiently firmly based
in order to resist violent earthquakes.
The idea seems to have been
that four square walls
serve this purpose best.
As a result of this,
Saint George's College,
as it exists in 1961,
is the gem of architecture
whose spirit was so well portrayed
in a drawing in the September 1959 Lance.
Even the trees were crooked.
The Catholic English School
for Boys and Girls
opened in 1936 with two buildings.
One had been a private residence.
At best it is a nondescript classical Roman.
If one wishes
to be a little crude,
it is a mongrel.
It has heavy walls,
high ceilings,
a few bathrooms
with eighteen century facilities,
falling plaster,
and a good solid porch.
The adjoining building
had been constructed
by Monseñor Mesa.
It was of wood
and obviously it had no style.
In the form of a long hall,
the major part of it
was used as a chapel.
At one end,
two classrooms
were built in,
with sliding doors
so as to enlarge the chapel
when necessary.
Next to this structure
a locker room was built.
When don Carlos Hamilton
changed the name of the school
to Saint George's College
and dumped the girls school,
this was the unprepossessing seed
from which a monster would grow.
This school was to be
an English-speaking Catholic School,
owned by the Archidiocese of Santiago
and taught by diocesan priests
and lay men and women.
Nineteen thirty-six began
with approximately
two hundred boys and girls.
At the end of the year
the enrollment was halved
when the Archidiocese,
at the request of Don Carlos Hamilton,
dropped the girls' section.
But by 1937 the school
was bursting at the seams again.
This indicates the popularity
of an English speaking school.
With over two hundred students in 1937,
Mr. Hamilton and Monseñor Mesa,
backed by Archbishop Campillo,
continued the formless expansion
of the physical plant.
Maybe we shouldn't expect them
to have any knowledge
of school arcchitecture.
The result of their efforts
was an oblong box,
three stories high.
The basement served
and still serves
as a hall and dining hall;
the top two floors
had three classrooms each.
At least temporarily,
the growing pains were stilled.
As lunches were now
being served at school,
the housing of the maids
became a problem.
Five or six rooms
were built for them
on the far end
of the playing field.he
These were shed
or "bodega" style:
four walls, a floor, a ceiling
and an electric outlet.
There were also steel bars,
but not to keep the maids in,
but the foot-balls out.
Without more material change,
the school continued
its internal growth
from 1938 to 1942.
In the mean time
the world was struggling
to survive the Second World War.
Saint George's survive
its own little "Revolution" in 1941
and Mr. Hamilton resigned as rector.
The glass was replaced,
and Mr. Mac-Courtney
filled in more or less capably
until the end of 1942.
But under much internal
and external pressure
Saint George's
seemed near collapse.
Then negotiations
were successfully completed
to bring in a congregation
of North American priests
to take over the direction
of the school.
Saint George's survived.
With survival came new growth.
More growth pains.
More room was urgently needed.
Just before the arrival
of Holy Cross in Chile,
Archbishop Caro,
through Monseñor Mesa,
purchased another
big private home,
to give the new administration
possibility of expansion.
In itself,
apart of the rest of the school,
this was a beautiful ivy-covered building,
English chalet-type style,
with beautiful gardens,
palm trees, and a large cement pool
filled with gold fish and plants.
This last aacquisition
and the three buildings
already mentioned
were sold to the Congregation
of Holy Cross in March, 1943.
Of course, the transaction
wasn't completed for over a year.
In March 1943, three American priests,
Father Havey, the new rector
and Fathers Send and Daugherty
took over the direction of the School,
with an enrollment of 523 students.
For a short time
the three priests lived
on Plaza Pedro de Valdivia.
They then bought furniture
and moved into the second floor
of the English "chalet".
North Americans have certain reputation for building.
Within a month they began building
a styless chemistry laboratory
next to the locker-room.
Both of these were destined later
to become classrooms.
More rooms were needed
and the priests
were fored out of the Chalet.
After renting various houses,
the priests finally bought
the house in which they now live,
half on school, half on Cuban property.
Nothing need be said
concerning this house.
It's a house, that's all.
The same year, 1946,
they constructed three more classrooms,
directly over the locker and chemistry rooms.
Again school architecture
got the cold shoulder.
These hideus but effective classrooms
are all standing, still generating knowledge.
They are also still generating smoke.
Smoking is forbidden at Saint George's,
so the many corners
of this parchwork of structures
afford a wonderful coverage
for young smokers.
By 1949, the growing pains of the school
had become exceedingly painful.
The Congregation of Holy Cross
decided to build a whole new school,
with eighteen or more classrooms,
with high hopes that this would care
for all Humanities for years to come.
Construction began in April,
destroying the beautiful lawns,
flowers and palm trees
between the original building
and the street.
Seen from the street,
this is a very nice building.
It was build solidly of steel,
brick and polished concrete
to resist earthquakes.
But it lacks
almost everything proper
to a Humanities building.
It has no physics lab,
no chemistry lab,
no music room,
no drawing room,
no scout room,
no speech room,
no parlors to receive visitors.
It does have a library,
the result of a fortunate accident.
Really designed as an examination room,
the present library was adequate
untill Father Müller became to ambitious
and filled it to overflowing
with fourteen thousand volumes.
By March, 1950, classrooms
were supposed to be ready.
The school needed four of them to open.
The architect and constructor
swore great oaths
that the rooms would be ready.
Opening day arrived
and not one of them was ready.
Nevertheless, students were placed
in three of them while the carpenters
and painters continued their work.
Father Delaney
taught 2B for a time
in the tennis court.
The only ones happy
about the situation
were the 2B students.
It was October
before the classrooms
were completed.
Mass wasn't celebrated
in the Chapel
until March, 1951.
On April 26 the new building was inaugurated,
and on April 27, the Very Reverend Christopher O'Toole,
Superior General of the Congregation of the Holy Cross,
celebrated a Solemn High Mass in the new chapel
assisted by Fathers Theodore Huard and Francis Provenzano.
In 1951 the old chapel and classrooms
were converted into a theater.
It was adequate
for the theatrical productions of the college,
but it wasn't until 1960 that Father Cánepa,
director of the Moreau Players
finally transformed the old building
into a very respectable theater,
adding a dressing room for the girls,
elevation for the back seats,
multi-colored curtains, paint,
and a delighted little tiled foyer.
In 1951 eighteen hectares of land
were bought in Las Condes.
In 1952 a huge seminary was begun.
We stress begun, because
with the usual speed of our constructors,
it wasn't completed until 1954.
This seminary, of course,
isn't part of our college.
But near the seminary
a good-sized sports' field
was laid out for the school.
There are two football fields,
two baseball courts,
two tennis courts,
and everything needed for track.
All of the gym classes
for the humanity boys
are taught there.
The school buses have to make
two or three trips a day,
eleven kilometers each way,
to reach the fields.
But the boys love it.
It's the only class
that includes a "paseo".
It was 1957
before the sound of hammers and saws
was heard again on the college grounds.
A minor project, a scout house,
rose next to the maid quarters.
As our new school hadn't provided
for any meeting rooms,
the poor scouts had been
left out in the cold.
Father Whelan,
the new Scout Master,
was allergic to cold.
He kept the pressure on
until the rector promised him
four walls and a roof.
When the rector left for the States
a fireplace was secretly added
to the building.
This made a real scout-house,
and only a scout-house.
Other groups
have tried unsuccessfully
to gain admittance.
But the simple question:
"Are they scouts?",
has kept the record
and the floor
remarkably clean.
As the saws and hammers
were already in motion,
it was decided to add
three more rooms for the maids.
As an afterthought,
a storeroom for junk
was added.
The lower end of the playing fields
has become "The annex of Saint George's"
or "Saint George's the Second".
It was at Saint George's the First
that the growing pains struck again.
Father Huard,
who has charge of all admissions,
is an expert at saying "No!"
But somehow or other many "No's"
become "Yesses".
By 1959
the school could
no longer hold all the boys.
In Preps
there were four sections,
all loaded, in each class.
In Humanities,
there were three sections
in the same conditions.
The school was now up to
over seventeen hundred boys.
More classrooms had to be constructed,
but without loosing any more of the playgrounds.
As the Municipality might not like the idea
of extending the Humanity building out
over Pedro de Valdivia, some one
conceive the great idea of extending it out
over the patio on the other side.
It was said this would save money,
as we already have a flat roof
on the second floor
which would serve as the floor.
No ground space would be lost.
Prefabricated walls, roofs, and flooring
were brought from the States.
Work began in September, 1960.
In a few months all would be ready.
In time for class in March.
Someone asked cynically,
"Which March?"
March came and only
the floor was ready.
Well, the rooms would be ready on April.
Again the question: "Which April?".
We are writing in September 1961,
and the sixth year classes
have been occupying
the new rooms for only a week.
In planning the building
too many details were overlooked.
As a result the cost has been phenomenally high.
The dissonance with the mother building
is the new building's most striking quality.
However, it does give Saint George's
something of which to boast.
No two buildings or parts of buildings
have any stylistic resemblance one to another.
This is the present physical plant
of Saint George's College.
What does the future hold?
We dream of leaving all of this behind
for the uncritical eyes of the Pep children,
and moving all the Humanities out to Las Condes.
If the dream is realized, maybe one day
will be a beautiful new college,
an architectural whole,
scholastically practical fitting naturally
against the backdrop of the Andes.
.............................................................
Sobre la Congregación de Santa Cruz
por Jorge Cánepa Ossa, C.S.C.
Es difícil señalar con una fecha precisa
el comienzo de una congregación religiosa.
Comúnmente todo parte
por la formación de un pequeño grupo,
que luego pasa a ser
un movimiento espiritual dentro de la Iglesia
y que, luego, toma meses y años
en ir adquiriendo su dimensión definitiva.
Algo así fueron los comienzos
de la Congregación de Santa Cruz,
que desde 1943 se estableció en Chile.
El inicio de la Congregación
puede trazarse al momento
en que el Abbé Jacques François Dujarié,
fundador de una pequeña congregación
llamada Hermanos de San José
en Ruillé-sur-Loire en Francia,
pide al padre Basil Antoine Moureau
hacerse cargo de la dirección
del grupo religioso.
El 31 de agosto de 1835,
el padre Moreau asume como superior
y muda toda la operación a una comuna
en la periferia de Le Mans, llamada Sainte Croix.
El nuevo superior trató de mudar a Sainte Croix,
la pequeña escuela que los Hermanos de San José
conducían en Ruillé, pero el prefecto
del departamento de La Sarthe rehusó dar el permiso.
El Padre Moreau
realizó frecuentes viajes a París
con el objeto de presionar
a las autoridades educacionales
para que le otorgaran el permiso
para abrir la escuela en Sainte Croix.
Después de dos años lo logró,
aunque eso no puso fin a las dificultades,
ya que la Francia de ese entonces
defendía el monopolio estatal de la educación,
práctica que era observada
de forma mucho más rigurosa
en las ciudades y pueblos
de provincias que en el mismo París.
Varias veces las autoridades locales
de Le Mans y Sainte Croix
trataron de impedir
que la escuela siguiera funcionando.
Sin embargo, a pesar de todas las trabas,
en 1839, el Padre Moreau consigue
que la escuela pase a llamarse "Institución"
debido a que se había agregado entonces
un programa de humanidades.
En 1837, las posibilidades apostólicas del grupo
de religiosos de Sainte Croix eran promisorias.
El vigor del Padre Moreau,
sus habilidades administrativas
y su talento para reclutar a gente nueva
interesada en este trabajo,
fueron los principales impulsos dinámicos
en el desarrollo y crecimiento del grupo.
Varios sacerdotes se fueron
uniendo al grupo de hermanos,
como así también religiosas.
En un comienzo, los sacerdotes
formaron un equipo de predicadores de retiros,
mientras las religiosas ayudaron
en la administración de oficinas parroquiales.
Sin embargo, el Padre Moreau
comprendía que esta obra,
que había manifestado
tan propicios comienzos,
no lograría una continuidad
si no se fuese transformando
en un tipo de congregación religiosa.
Con este fin,
reunió a los sacerdotes y hermanos
el primero de marzo de 1837
para que firmaran el acta de fundación
de la "Asociación de Santa Cruz".
Esto significaría que, en adelante,
los grupos de sacerdotes y hermanos
no sólo se asociaban para aunar
recursos y esfuerzos apostólicos,
sino que también para compartir
la vida religiosa.
El término "Congregación"
reemplazó paulatinamente
al de "Asociación" para llamar así
a grupos religiososos
que trabajaban en Sainte Croix.
Fue de ese pueblito cerca de Le Mans,
de dónde la Congregación
tomó eventualmente el nombre
que tiene hoy día:
Congregación de Santa Cruz,
significado que proviene
de esa región de Francia.
Sin embargo las posibilidades apostólicas de Santa Cruz
no podían seguir recluídas a los alrededores de Le Mans.
El grupo crecía y se estudió las ofertas de trabajo
que fueron surgiendo en otras regiones.
En 1841, cuatro hermanos
y dos sacerdotes partieron a Argelia.
Al año siguente, 1842, el Padre Moreau
respondió un pedido del Obispo
del pueblo de Vincenes en el Estado de Indiana,
en Estados Unidos, y decide enviar
al Padre Edward Sorin,
uno de los más capaces del grupo,
junto a seis hermanos para colaborar
con la labor de la Iglesia
en ese sector del país.
No había transcurrido el primer año
de los religiosos en este nuevo lugar,
cuando el obispo de la Hailandiere
le ofrece una propiedad
en el condado de San José,
en el extremo norte de Indiana,
sitio que él consideraba ideal
para abrir un establecimiento de enseñanza.
La propiedad incluía dos lagos
y llevaba un nombre tan hermoso
que impresionó a los religiosos:
Notre Dame du Lac.
Además de las posibilidades
de apostolado educacional,
el sitio servía como centro
a la antigua misión de Potawatomi.
El colegio que
el Padre Sorin fundó en ese lugar,
se fue transformando con los años
en la Universidad de Notre Dame.
En mayo de 1847,
a pedido del Obispo de Montreal,
dos sacerdotes, cuatro hermanos
y tres religiosas de Santa Cruz
llegaron a Canadá
y establecieron fundaciones
en St. Laurent y Terrebone.
Les fue mucho más fácil
para los religiososo de Santa Cruz
acostumbrarse a Montreal
que a los Estados Unidos.
En esa ciudad,
tanto el ritmo de vida
como las costumbres
eran semejantes
a las de Francia.
En 1942, el cardenal José María Caro
conversa con el Obispo John O'Hara, C.S.C.,
quien había venido a Chile con motivo
del Congreso Eucarístico celebrado en Santiago.
Monseñor Caro buscaba
una congregación religiosa
que se hiciese cargo
del Saint George's College,
un colegio católico
que había sido fundado
con ese nombre en 1936
y que se especializaba
en la enseñanza del inglés.
Hasta esa fecha,
el colegio había sido regido
por Mr. Charles Hamilton (1936-1941)
y por Mr. Joseph Mc Courtney (1942).
El arzobispo veía ahora
que sólo una congregación religiosa
podía darle a esa obra,
la continuidad necesaria
para ir asegurando a los alumnos
un programa de formación cristiana.
Su interés era que una congregación religiosa
no sólo se hiciese cargo de conducir el colegio,
sino también comprarlo.
La Congregación de Santa Cruz cumplía
con todos los objetivos de Monseñor Caro.
El primero de marzo de 1943,
llegaron a Santiago
para hacerse cargo
del Saint George's College,
el Padre William Havey, C.S.C.,
quien asumió como rector,
el padre Alfred Send, C.S.C.,
como director de Humanidades,
y el padre Joseph Doherty, C.S.C.,
como director de Preparatorias.
Como lo expresó el mismo Doherty
en una entrevista, el objetivo era
que el Saint George's fuera
"un establecimiento educacional
con la misma excelencia académica
y formación cristiana, que caracterizaban
a los colegios y universidades
que la Congregación tenía
en los Estados Unidos y Canadá.
Hoy en Chile, además del Colegio Saint George,
la Congregación tiene a su cargo las parroquias
de San Juan Bautista en La Reina,
Cristo Redentor en Peñalolén,
San Roque en Ñuñoa
y Nuestra Señora de Andacollo
en el centro de Santiago.
En Vallenar, atiende dos capillas,
en el valle de Huasco.
En Talagante, el Padre Doherty fundó
y actualmente dirige el Hogar San José de niños.
En Santiago, el Padre Carlos Delaney
dirige el Centro de Recuperación
para Alcohólicos en la Parroquia San Roque.
En el mundo, la Congregación de Santa Cruz
está presente en Asia (India y Bangladesh),
África (Uganda, Ghana y Kenya),
América del Norte (Canadá y Estados Unidos),
América del Sur (Brasil y Perú, además de Chile),
y Europa (Italia y Francia
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