Planteamos la creación de un dividendo ciudadano del cobre. Es decir, una renta anual pagadera a los chilenos.
por Andrés Solimano - Diario La Tercera 01/11/2011 - 04:00
UNA PROPUESTA que ha despertado creciente interés en otros países del mundo afectados por crisis, incertidumbre y grandes desigualdades es la de crear por ley un ingreso universal para todos sus nacionales y residentes permanentes.
Esta propuesta es diferente a un salario mínimo, a un subsidio de cesantía o al ingreso ético familiar en dos aspectos fundamentales: no es condicionado y es universal. Sería un derecho para todos los ciudadanos garantizado por ley.
¿Utópico o irreal? Para nada. En un país con las riquezas naturales y nivel de ingreso per cápita de Chile, uno de los más altos de América Latina, es perfectamente factible. Más allá de nuestro país, un esquema de dividendo ciudadano respaldado por una ley con rango constitucional se aplica con gran éxito en el estado norteamericano de Alaska. Este dividendo ha pagado, en promedio, mil dólares anuales a cada ciudadano de ese estado por casi tres décadas.
Para Chile planteamos que se considere la creación, mediante una ley de la República, de un dividendo ciudadano del cobre. Es decir, una renta anual pagadera a todos los chilenos, financiados con los ingresos de nuestra principal riqueza nacional: el cobre.
Actualmente, Codelco no entrega directamente dividendos a sus verdaderos accionistas, que es el pueblo de Chile. Las rentas de la minera estatal van al Ministerio de Hacienda y a las Fuerzas Armadas (éstas reciben el 10% de los ingresos brutos, mediante una ley reservada del cobre). Por su parte, la gran minería privada del cobre, dominada por compañías extranjeras, obtiene altísimas utilidades que se envían silenciosa, pero persistentemente, fuera de Chile.
Se propone asignar un porcentaje del 10% del ingreso bruto de la gran minería del cobre, incluyendo Codelco y la gran minería privada, para financiar un dividendo ciudadano del cobre. Si estos ingresos anuales ascienden a 45 mil millones de dólares, dispondríamos para repartir en el dividendo ciudadano de una cifra de 4,5 mil millones de dólares, lo que permitiría entregarle a cada uno de los 16 millones de chilenos un cheque, una vez al año, de cerca de 150 mil pesos a la cotización actual del dólar.
Para una familia de cinco personas esto es equivalente a una cifra cercana a 750 mil pesos. Con este ingreso, las familias dependerían menos del endeudamiento y podrían financiar parte de la educación de los hijos a aranceles razonables, crear y apoyar micro y pequeñas empresas que dan empleo, financiar el pie para una vivienda y un gran número de otras inversiones significativas para la gente.
El dividendo ciudadano del cobre que proponemos es un esquema que, a un costo de administración muy bajo, permitiría una distribución mucho más justa, democrática y eficiente de la renta de nuestro principal recurso natural. Es hora de una mayor democracia económica para nuestro país.
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