Las hormigas son insectos sociales
que evolucionaron a partir de insectos
parecidos a las actuales avispas.
Esto ocurrió a mitad del período Cretácico,
hace unos ciento cincuenta millones de años.
Hace cien millones de años,
a consecuencia de la proliferación
de plantas con flores,
las hormigas se diversificaron
en numerosas especies.
La hormiga del desierto del Sahara, Cataglyphis fortis,
atraviesa enormes extensiones
de terreno arenoso en busca de alimentos,
muchas veces sin ningún punto de referencia.
Estas criaturas son capaces de regresar a su nido
utilizando una ruta directa, sin necesidad
de rehacer el camino del que se sirvieron a la ida.
No sólo pueden orientarse gracias a la luz,
sino que da la impresión de que han sido
capaces de construir un «ordenador»,
una especie de podómetro que cuenta sus pasos
y que les permite medir distancias con enorme precisión.
Una hormiga puede llegar
a recorrer cincuenta metros
hasta encontrar un insecto muerto.
Arranca un trozo y lo lleva sin dudar al hormiguero,
al que se accede por un agujero a menudo
de menos de un milímetro de diámetro.
Manipulando la longitud de patas de las hormigas
para hacer que sus pasos sean más largos o más cortos,
un equipo de investigación formado por científicos alemanes y suizos
descubrió que las hormigas «cuentan» sus pasos para calibrar la distancia.
Después de que las hormigas hubieron alcanzado su destino,
se alargó el tamaño de sus patas con una especie de zancos,
o se acortó por medio de una amputación parcial.
A continuación, los investigadores soltaron a los insectos
para que pudieran comenzar su regreso al hormiguero.
Las hormigas con las patas alargadas caminaron demasiado
y dejaron atrás la entrada al hormiguero, mientras que las que
habían sufrido el acortamiento por amputación no llegaron a alcanzarlo.
En cualquier caso, si las hormigas realizaban
el viaje completo con las patas modificadas, ida y vuelta,
no tenían ningún problema para medir las distancias.
Parece, por tanto, que la longitud de la zancada es el factor esencial.
Más aún, el sofisticado ordenador del cerebro de las hormigas
permite computar una variable relacionada
con la proyección horizontal del recorrido,
de modo que no se pierden aunque el arenoso trayecto
cree nuevas colinas y valles antes del regreso.
_________________________________________________
EL LIBRO DE LAS MATEMÁTICAS
De Pitágoras a la 57˚ Dimensión,
250 Hitos de la Historia de las Matemáticas
Clifford A. Pickover, pág 18
Librero b.v., Posthus 72, 5330 AB Kerkdriel, Holanda (2011)
Referencia:
Wittlinger, M., Wehner, R. & Wolf, H.,
Science, 312, 1965; (2006).
que evolucionaron a partir de insectos
parecidos a las actuales avispas.
Esto ocurrió a mitad del período Cretácico,
hace unos ciento cincuenta millones de años.
Hace cien millones de años,
a consecuencia de la proliferación
de plantas con flores,
las hormigas se diversificaron
en numerosas especies.
La hormiga del desierto del Sahara, Cataglyphis fortis,
atraviesa enormes extensiones
de terreno arenoso en busca de alimentos,
muchas veces sin ningún punto de referencia.
Estas criaturas son capaces de regresar a su nido
utilizando una ruta directa, sin necesidad
de rehacer el camino del que se sirvieron a la ida.
No sólo pueden orientarse gracias a la luz,
sino que da la impresión de que han sido
capaces de construir un «ordenador»,
una especie de podómetro que cuenta sus pasos
y que les permite medir distancias con enorme precisión.
Una hormiga puede llegar
a recorrer cincuenta metros
hasta encontrar un insecto muerto.
Arranca un trozo y lo lleva sin dudar al hormiguero,
al que se accede por un agujero a menudo
de menos de un milímetro de diámetro.
Manipulando la longitud de patas de las hormigas
para hacer que sus pasos sean más largos o más cortos,
un equipo de investigación formado por científicos alemanes y suizos
descubrió que las hormigas «cuentan» sus pasos para calibrar la distancia.
Después de que las hormigas hubieron alcanzado su destino,
se alargó el tamaño de sus patas con una especie de zancos,
o se acortó por medio de una amputación parcial.
A continuación, los investigadores soltaron a los insectos
para que pudieran comenzar su regreso al hormiguero.
Las hormigas con las patas alargadas caminaron demasiado
y dejaron atrás la entrada al hormiguero, mientras que las que
habían sufrido el acortamiento por amputación no llegaron a alcanzarlo.
En cualquier caso, si las hormigas realizaban
el viaje completo con las patas modificadas, ida y vuelta,
no tenían ningún problema para medir las distancias.
Parece, por tanto, que la longitud de la zancada es el factor esencial.
Más aún, el sofisticado ordenador del cerebro de las hormigas
permite computar una variable relacionada
con la proyección horizontal del recorrido,
de modo que no se pierden aunque el arenoso trayecto
cree nuevas colinas y valles antes del regreso.
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EL LIBRO DE LAS MATEMÁTICAS
De Pitágoras a la 57˚ Dimensión,
250 Hitos de la Historia de las Matemáticas
Clifford A. Pickover, pág 18
Librero b.v., Posthus 72, 5330 AB Kerkdriel, Holanda (2011)
Referencia:
Wittlinger, M., Wehner, R. & Wolf, H.,
Science, 312, 1965; (2006).
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