WELCOME TO YOUR BLOG...!!!.YOU ARE N°

Un gran misterio


por P. Patricio Astorquiza Fabry
Diario El Mercurio, domingo 26 de mayo de 2013
Domingo después de Pentecostés
Solemnidad de la Santísima Trinidad

Hoy celebra la Iglesia
la fiesta de la Santísima Trinidad.

Así como la eucaristía
es el mayor de los sacramentos,
la Trinidad es el mayor de los misterios
de la revelación cristiana.

La tradición de la Iglesia
lo ha formulado declarando
que en Dios subsisten
tres personas en una sola naturaleza.

Aprovechó la cristiandad
las mejores formulaciones
de la filosofía griega
para intentar explicar
lo que Jesús mismo reveló
sobre la intimidad divina,
especialmente en la última cena.

Nosotros aceptamos
la enseñanza sobre la Trinidad
porque tenemos fe en la Escritura
y en la tradición continuada
de la comunidad cristiana.

Pero no debemos
perder de vista lo que estas palabras
pueden significar para otras religiones.

Para un judío
el cristianismo es herético
tanto al declarar Dios a Jesús,
como al pretender
distinciones personales en Dios.

Para ellos esto va
directamente en contra
del primer mandamiento de Moisés.

Y la formulación
de Mahoma "Alá es Alá"
sale al paso
de estos aparentes tres dioses,
subrayando la unidad divina.

Acepta el islam a Jesús,
pero sólo como un profeta
mal comprendido por el cristianismo.

En cambio, para un cristiano,
la revelación de la Trinidad
es recibida como un inmenso acto
de amor y confianza divina en el hombre.

Es considerado así
como una prueba
de la amistad de un Dios
que nos abre
lo más secreto de su intimidad.

Es como para decirle:
¿Por qué nos tiene que contar
estas cosas tan íntimas?

Podemos tomar como respuesta
palabras de Jesús en la última cena:
yo no los llamo siervos sino amigos,
porque les cuento cosas íntimas.

Por otra parte, no podemos olvidar
el carácter misterioso de esta revelación.

No podemos hacer
lo que la leyenda cuenta
de los primeros conversos irlandeses,
que se convencieron
de la realidad trinitaria de Dios
cuando San Patricio
les mostró la planta de shamrock
con un tallo y tres hojas,
en forma de trébol.

La Santísima Trinidad
no cuadra con nuestras matemáticas,
sino con las matemáticas del cielo.

Pone a las personas
por encima de las ideas.
Porque, ¿quién pretende tener
una idea exhaustiva de Dios?

Somos adoradores
de un solo Dios,
pero no solamente el Dios
de Abraham, Isaac y Jacob,
sino también de Jesús.

Es un paso adelante
en el camino
de los grandes misterios,
que respeta todo lo anterior.

Somos monoteístas
enriquecidos por el Espíritu Santo.

Así lo ha entendido siempre la Iglesia,
y lo ha explicitado por dos mil años, partiendo
por el concilio ecuménico de Nicea el año 325.

Hoy caemos de rodillas y adoramos
a nuestro Dios en el Introito de la Misa:

«Bendito sea Dios Padre,
y su Hijo Unigénito,
y el Espíritu Santo,
porque ha tenido
misericordia de nosotros».

No hay comentarios:

Publicar un comentario

COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS