Esta semana hizo noticia por los créditos Corfo. La pasada, porque su nombre estuvo en la lista para reemplazar a Longueira en Economía. Pero el vicepresidente ejecutivo de Corfo es un hombre de bajo perfil, que cambió una oficina en El Golf por un cargo público y que hoy, reconoce, quisiera seguir en el Estado. A cargo de la innovación, esta es su visión sobre el emprendimiento y también sobre sí mismo.
Por Claudio Gaete H. Foto Sergio López
Diario El Mercurio, sábado 18 de mayo de 2013
http://diario.elmercurio.com/2013/05/18/el_sabado/el_sabado/noticias/FFE3BB63-5D02-4246-848E-7CE37B13FA7C.htm?id={FFE3BB63-5D02-4246-848E-7CE37B13FA7C}
Pese a que ocupa un cargo más bien técnico, Hernán Cheyre ha tenido dos semanas muy agitadas. El lunes pasado, la agrupación "Estafados por Corfo" declaró que el número de beneficiados por la rebaja de la tasa de interés fue insuficiente. La entidad estatal había informado que unas 25 mil personas podrán bajar la tasa de sus deudas con la entidad de un 8,5 por ciento a un 2 por ciento, de 32 mil que postularon al beneficio y de un universo de 106 mil deudores. La entidad abrió un nuevo plazo para que más personas puedan postular al beneficio.
Las redes sociales hirvieron.
Sentado en su austera oficina de Corfo, sin chaqueta y con corbata, Hernán Cheyre siente que las críticas son injustas.
-Es increíble. Uno ve en las redes sociales los comentarios y te sacan la mugre por este tema. Yo sigo el twitter de Corfo y hay un grupo que se autodenomina "Estafados por Corfo" y ahora quieren una AFP estatal, quieren todo. A la ex Presidenta Bachelet el fin de semana un estudiante la encaró por este tema y ella dijo: "Mmm, sí, vamos a verlo". Entonces, cómo no va a dar rabia si al final te dicen que esto es un abuso de la Corfo cuando el problema lo crearon otros y lo estamos resolviendo nosotros. Y los que crearon el problema dicen: "Mmm, vamos a verlo".
Esto ocurrió una semana después de que su nombre sonara con fuerza para suceder a Pablo Longueira en el Ministerio de Economía.
El lunes 6 de mayo, "Sábado" lo acompañó durante toda una jornada que comenzó a las 8 y media de la mañana con un desayuno con un emprendedor y terminó con una visita a la Región de Los Lagos. El celular sonó entonces en varias ocasiones, y Cheyre siempre parecía contestar con la duda de si el llamado era de La Moneda para que fuera a jurar ante el Presidente.
Finalmente ello no ocurrió. Para felicidad suya, dice. Está feliz como vicepresidente ejecutivo de Corfo y no quiere dejar el trabajo a medio hacer.
Lo dice con su modo algo tímido, pero firme.
Hernán Cheyre comenzó su tarea el 11 de marzo de 2010, cuando su compañero de Ingeniería Comercial en la Universidad Católica, Juan Andrés Fontaine, lo llamó para el cargo y después continuó bajo el ministerio de Pablo Longueira. Han pasado tres años y todo indica que permanecerá hasta el final del gobierno.
-A usted lo trajo un allamancista al gobierno (Fontaine), pero Longueira fue su jefe. ¿Quién será su candidato en noviembre?
Cheyre sonríe y se queda callado un momento.
-Yo daré todo mi apoyo al candidato que se elija el 30 de junio.
Y da por cerrado el tema.
Con un perfil más técnico que político, descendiente de franceses y primo del general (r) Juan Emilio Cheyre, ingresó a Ingeniería Comercial de la Católica en 1973. Allí, además de Fontaine, hizo migas con el hoy ministro de la Segpres, Cristián Larroulet. Recuerda ese año como "un ambiente terrible, un gran caos en el país". Cheyre, que venía del colegio Manquehue "y de una casa donde fuimos educados con mucha libertad", se hizo cercano al movimiento gremial, fundado por Jaime Guzmán.
En el colegio fue alumno de Raúl de la Puente, ex presidente de la Anef. "Él nunca escondió que tenía otro pensamiento y yo tenía muy buenas migas con él, hasta el día de hoy", asegura. En la universidad fue alumno de Sebastián Piñera, a quien recuerda como un gran profesor.
Después de egresar de la UC, Miguel Kast lo llamó a formar parte de su equipo en Odeplan. Recuerda con cariño esos días y hasta hoy siente que Kast es uno de los hombres que lo han marcado por su entrega al servicio público.
-¿Con los años usted ha cuestionado al régimen militar por el tema de las violaciones a los derechos humanos?
-Por supuesto que me he cuestionado eso. Creo que esa es una parte muy oscura y muy triste.
-Si lo hubiera sabido antes, ¿no habría entrado a Odeplan?
-No, una cosa no implica a la otra.
En agosto de 1979, Cheyre se fue a Estados Unidos a realizar un posgrado en la Universidad de Chicago y regresó a Chile convertido en "Chicago boy" en 1981, en momentos en que el país vivía una crisis económica y el prestigio de los "Chicago" estaba por el suelo.
Se fue a trabajar a la Facultad de Economía de la Universidad de Chile. Luego se asoció con Álvaro Saieh y crearon la consultora Econsult. Al poco tiempo, Saieh ingresó al ámbito bancario y se integró a la sociedad el economista José Ramón Valente (quien hasta hace poco era el asesor económico de la campaña de Laurence Golborne). Econsult se consolidó en el mercado y Cheyre participó en ella hasta que fue llamado a la vicepresidencia ejecutiva de Corfo.
-Yo quería trabajar con el Presidente Piñera -dice-. Siempre he tenido una inquietud por los temas públicos. Desde distintas tribunas, en los diarios, en seminarios; he contribuido con Libertad y Desarrollo, y se presentó esta oportunidad. El desafío que me puso el Presidente fue hacer de la Corfo una entidad más moderna, de mayor emprendimiento e innovación. Acepté con el mayor gusto y estoy muy contento, ha superado mis expectativas en cuanto a lo atractivo que resulta el trabajo acá y ha sido tremendamente reconfortante poder ver como a veces con cosas muy simples uno puede ayudar en cosas concretas a una persona.
-Entiendo que el Presidente le dijo: "Ordene y reduzca Corfo".
-Esa es una forma más caricaturesca de ponerlo. Lo que hemos hecho es ordenar, racionalizar; y la mejor muestra de que hemos avanzado en esa línea es que para una Corfo del mismo tamaño -cuyos recursos se han mantenido constantes en estos tres años- hemos más que duplicado el número de beneficiarios. Lo que sí hemos reducido, y fue un encargo del Presidente, es este concepto de que esta es una institución en la cual uno puede ir a buscar "plata fácil".
El año pasado el número de beneficiarios de Corfo sumó más de 248 mil -según datos de la institución-, frente a 119 mil del año 2010. Las postulaciones a programas de emprendimiento pasaron de 280 en 2008 a más de 10 mil el 2012.
Ahora el tema para Cheyre es si después de ver otra cara del país -aunque dice que nunca estuvo en una burbuja- volvería sentarse en una oficina de El Golf, a asesorar empresas
-Honestamente, no sé qué va ser de mí el día 12 de marzo de 2014. No quiero ni pensarlo. Claramente la experiencia de haber estado acá, en el servicio público bien activo y conociendo realidades muy distintas, me hacen pensar que mi camino puede ir por algo distinto. No sé qué, pero obviamente que es demasiada rica la experiencia, son muchas las cosas que están por hacer.
Esa es una reflexión que, reconoce, le da vueltas. En cambio es muy reacio a hablar de su vida privada.
Casado con Margarita Triat, tiene cinco hijos, pero ninguno se dedicó a la economía, ni siquiera a las matemáticas. "Tres son del mundo de la psicología, una hija es fotógrafa y el otro emprendedor audiovisual", explica.
-¿Hay alguno de sus hijos que sea de oposición?
-Hay algunos que se cuestionan más, no sé si son de oposición. Se discute mucho y son bastante críticos de cosas que hay en el sistema, de los abusos, por ejemplo.
"Me produce rabia"
Es lunes 6 de mayo, y Cheyre inicia su jornada con un desayuno en el Duoc con Javier Russo, creador de DISS (Diseño Social Sustentable), un emprendimiento que contó con el apoyo de Corfo y persigue recuperar los desechos que una compañía utiliza para promocionar sus ventas y luego convertirlos en nuevos productos. Ese lunes DISS lanzó la campaña Cartonízate, que busca reciclar cartón y convertirlo en juguetes para niños en riesgo social.
-¿Cuándo comenzó el chileno a trasformarse en emprendedor?
-Está en la naturaleza de las personas el querer emprender. Todos tenemos sueños. A todos nos encantaría tener nuestro propio proyecto. El tema es cómo crear las condiciones para que eso se pueda dar. El Presidente nos dio por misión crear 100 mil emprendimientos en cuatro años. Es la cantidad de emprendimientos que habían disminuido durante la década del 2000. Nos dijo: "Los 100 mil emprendimientos que se perdieron en 10 años, quiero que ustedes los recuperen en cuatro". La meta está cumplida. El año pasado se crearon 68.500 empresas, la cifra más alta en la historia y eso muestra que la gente quiere hacer cosas. Este año pueden llegar a las 100 mil.
Cheyre agrega que este es un factor clave para superar la pobreza.
-Chile está en un punto de inflexión, ha tenido un excelente desempeño económico en los últimos 30 años, estamos cercanos a los 20 mil dólares per cápita y eso ha sido mérito de todos. El umbral que se considera para ser desarrollado está en torno a los 22 mil dólares per cápita. Pero, para dar el gran salto, necesitamos hacer cosas distintas y el emprendimiento y la innovación son una excelente herramienta para mejorar la productividad de la economía y potenciar el desarrollo de nuevos negocios. Y dos, es una excelente herramienta de movilidad social.
-Pese a todas las cifras económicas, hay mucha rabia en el ambiente. ¿Usted cree que la gente finalmente empatiza menos con un gobierno de centroderecha?
-La gente está enrabiada contra el sistema. Este gobierno es el que ha hecho más esfuerzos que nadie para resolver estos temas y, al final, le dan con el mocho del hacha como si fuera el culpable. Eso me produce una rabia tremenda, lo encuentro muy injusto.
-¿Pasa por un tema político?
-No, creo que pasa porque en la gente se ha incubado el tema del abuso y la gente no quiere abusos, Entiendo ese sentimiento, pero no es culpa de este gobierno ni del modelo en sí. Puede ser culpa de ciertas regulaciones que hay que ir cambiando. La gente ve los beneficios, los 800 mil empleos nuevos, el aumento de los salarios. Pero más allá de eso, está esta sensación de algunos de sentirse excluidos y otros abusados.
-¿Cómo afecta la frase de Jorge Awad, presidente de la Asociación de Bancos, quien criticó el fallo contra el BancoEstado?
-Fue una muy mala frase de Jorge Awad, creo que nadie está por encima de la ley. Lo que tenemos que hacer es tratar de enmarcarnos en lo que hoy es más razonable para entender que la relación entre consumidores, productores y empresarios es distinta a como era antes. Lo peor que nos podría pasar es que los que son defensores del modelo ahora se avergüencen de él y piensen que el modelo está lleno de abusadores, y son los menos. Y si hay eso, es por legislaciones que no eran las más adecuadas, y eso hay que ir corrigiéndolo.
-Algunos empresarios se sienten incómodos con este gobierno, y piensan que la Concertación los trataba mejor.
-He escuchado en más de alguna ocasión esa opinión y creo que están equivocados. Este no es un gobierno antiempresarios. Tampoco es un gobierno pro empresarios. Es un gobierno que quiere enfatizar la libertad de emprender, y para eso se requiere una cancha pareja que sea igual para todos. Y que los consumidores sean respetados. Eso es lo que este gobierno ha tratado de hacer, si eso ha incomodado a algunos, allá ellos.
Chilecon Valley
A las 3 y media de la tarde del lunes 6, Rodrigo Carrasco, director en la Región de Los Lagos de Corfo, recibe a Cheyre en Puerto Montt. La primera actividad es una reunión con los funcionarios de la zona, en su mayoría mujeres, al calor de un café y una torta de merengue y frambuesa.
Con un mapa de la región sobre la mesa, se exponen tres casos emblemáticos de emprendimiento que han recibido asistencia de la entidad. Uno de ellos es de un pequeño empresario de Alto Palena, quien quería tener una planta para procesar productos de rosa mosqueta. De hacer mermelada en la parte trasera de su casa pasó a producir más de 200 toneladas de pulpa de dicha fruta, mucha de la cual fue a dar a Arcor, un gigante de alimentos en Argentina.
Luego de un par de entrevistas para medios regionales, Cheyre se dirige a Llanquihue, ciudad que se siente el pariente pobre entre Puerto Varas y Frutillar. Pero ellos están dispuestos a cambiar esa percepción. La mayoría de los presentes trabajan en cabañas de turismo, en artesanía o gastronomía y han sido beneficiados con el programa PEL (Programa de Emprendimiento Local) de Corfo. Su mayor queja es que, en los meses de invierno, la actividad baja y se les hace difícil estar a flote.
La jornada continúa con una entrevista en radio Gratissima, donde Cheyre explica la importancia del emprendimiento y da detalles de la feria "Arriba mi pyme" que se inaugurará al día siguiente. Esta actividad itinerante recorrerá varias ciudades del país y se enmarca en el año de la Innovación impulsada por Piñera.
Cheyre dice que recorrer el país "por lejos, eso ha sido lo más gratificante, ver cómo uno está ayudando en forma directa a personas y conocer realidades que no tendría ninguna posibilidad de conocer si uno estuviera solamente sentado en su escritorio".
Para este año esperan abrir 25 centros de emprendimiento regional.
-Mi experiencia en terreno me ha enseñado que, cuando uno conversa con una persona que recibió un apoyo monetario, por ejemplo, para comprarse un horno, esa mujer dice estar tremendamente agradecida, pero cuando se le pregunta qué es lo que más la ayudó, la respuesta es "toda la capacitación que me dieron para permitir que ese negocio fuera viable en el tiempo". Entonces nos empezamos a dar cuenta de que más que empezar a dar plata lo que había que entregar era capacidad de gestión, enseñarles a las personas a emprender. Los sectores que más innovan son aquellos donde hay más competencia, porque ahí el tema es innovar o morir. La innovación tiene que ser una necesidad y no una opción.
Sin duda, una de las iniciativas más aplaudidas de Corfo fue el programa Start-Up Chile, dirigido a extranjeros que quieran venir al país a innovar. El año pasado, la revista inglesa The Economist publicó un reportaje que tituló "El desafío de Chilecon Valley", en alusión a Silicon Valley. La publicación no solo se esmeró en elogios por la idea, sino que aseguró que Estados Unidos tenía mucho que aprender de la experiencia chilena.
-Ese artículo marcó un hito porque puso en el radar mundial un tema que veníamos trabajando hace harto tiempo. Con el programa Start-Up nos propusimos que Chile fuera un polo regional de emprendimiento. Fue una acción contraintuitiva en relación con otros países, como Estados Unidos, que se puso mucho más estricto con las visas después del ataque a las Torres Gemelas. En el extranjero hay personas muy talentosas, y nosotros dijimos: ¿Por qué no las recibimos aquí, les damos una visa de trabajo por un año y las apoyamos a que realicen su emprendimiento? Este año esperamos tener al emprendedor número mil.
-Usted dijo que han duplicado el número de beneficiarios de Corfo, pero con los mismos recursos, ¿como lo hizo?
-Se recortaron fondos que se entregaban a los bancos y que ellos se los pasaban a las grandes empresas. Eran 400 millones de dólares. No era algo ilegal, pero ocurría porque las pymes son muy riesgosas para los bancos, así que implementamos la garantía a las pymes y disminuimos el riesgo de los bancos para que se interesaran en prestarles para sus proyectos.
-¿Se enojaron los bancos?
No, no hubo alegatos. Entendieron.
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