I
El espectro clandestino
está alerta en su sendero.
Caballo sonámbulo de crepúsculo
como las advertencias de la historia.
El ataque de los remordimientos
con voz de noche y lobo moribundo
se retuerce al fondo de la sombra
y permanece anudado en torno a la memoria.
Refrenad el ataque incontinente
que su paso arbitrariamente desconsolado
le otorga de antemano a la mujer en retiro,
mensajera afiebrada del porvenir entregado a domicilio
que se balancea a través del vacío moribundo.
II
Es preciso llamar a la cabeza
sin preocuparse por miradas indiscretas
Mis ojos escuchan campanadas
y el cielo hace temblar al viento
que desata la armadura luminosa de tus cabellos
mientras todo se hunde bajo un coro
de golondrinas y abejas hipnotizadas.
Cuando el mundo no sabe a dónde va
es preciso recordar la pradera atardecida
y los fantasmas de los árboles
que olvidaron su lenguaje.
Aúlla la montaña con dolor de universo
y crece la espiga de las constelaciones
en la mirada adivinatoria de la vieja demencia
que todavía cree en los caminos goteados de silencio.
Aventura de luz para el abismo prisionero
el horizonte calcinado se aleja de las playas del tiempo
alzando la temperatura de sus ojos
hasta descargarse en la zona del llanto.
Lejanía que regresa de unas estrellas inventadas
ebria de rumores abstractos y tiempo estupefacto,
el sueño de un paisaje regresa finalmente a su mirada...
Un poco más de Huidobro modificado...
ResponderEliminarIII
En la actitud que exige nuestra temperatura
lazos de soledad para el que piensa
Aventura de luz para el abismo prisionero
Y meditaciones sin violencia de playas
ni galope de universos para horizontes ajenos
La golondrina levanta su plafón de fierro
y el cielo crece como los tejados al viento.
Sujetar el tren que cae en el abismo
para ver la belleza que se presenta
entre un sueño y una catástrofe.
Detener el paisaje al borde del río
para hacer bailar los árboles del bosque.
Abatir al albatros para cambiar el mar en cielo.
Cambiar la niña en volantín para prolongar la vida de la novia.
Una nueva mirada a las fuerzas naturales
para volver a encender las estrellas
apagadas por el huracán.
Rodeado de aguas y tristezas detenidas
Se adormece la razón del gesto en sus sonidos.
Para informar la noche de labios al viento
muere en la sonrisa la fruta que te muerden las estrellas.
He aquí los cálculos de la tempestad:
De lluvia en lluvia, de tiempo en tiempo
Gira lentamente el naufragio deslizante
Luz de agua fosforescente
El árbol va en círculos hacia su propio abismo
Arrojando las medidas por la ventana del silencio
He ahí entonces el nudo que se bebió el mar.
IV
Hoy es un día hermoso
como esa ave que se posó a la cabecera de la eternidad
Saludo a los amigas que llevan una flor en la mirada
y me detengo en esos ojos de adormecedora de mares.
Cuando ella llega deja una parte muy hermosa muy lejos
Cuando ella se va algo se forma en el horizonte para esperarla.
Cierro los labios ante su presencia
Y el mar se tiende como un cielo a sus pies.
El viento pasea al corazón
y el corazón abre la puerta
y se posa rendido
en la palma de su mano.
Mi mano derecha es una golondrina
Mi mano izquierda es un ciprés
Las estrellas se parecen a la palabra ternura
que brilla para mil ojos recién nacidos,
deposita su sonrisa sobre ellos y sigue su camino...