Conclusiones de la gira por Asia del Presidente Piñera
Aunque el grado de desarrollo de Japón y Chile
sea distinto, y el tipo de innovación
que ambos países requieran no sea el mismo,
tanto los analistas japoneses
como el propio Presidente Piñera
destacaron el rol crucial
que un esfuerzo innovador
tendrá en el futuro de ambas naciones,
con desarrollo de la ciencia y la tecnología.
por Álvaro Fischer
Presidente Fundación Chile
Diario El Mercurio, Domingo 8 de Abril de 2012
La reciente gira presidencial al Asia
incluyó como su última etapa una visita a Japón.
Durante ella, las diferencias
y las similitudes entre ambos países
fueron destacadas positivamente
por el Presidente Piñera en sus intervenciones,
transformándose en tema
de constante reflexión en la delegación.
Entre las diferencias,
inmediatamente saltan a la vista
las de nivel de desarrollo
-Japón hace tiempo
que es un país desarrollado,
la tercera economía del mundo,
mientras que Chile desea serlo
antes que termine la década,
procurando afanosamente
no quedar atrapado
en la trampa de los países de nivel medio-,
pero también se pueden advertir
las de historia y cultura,
las de ubicación hemisférica,
las de densidad poblacional
-Japón tiene la mitad de la superficie de Chile
y casi 8 veces su población-
y las de idioma y características raciales.
Pero junto con ello,
también hay una serie de similitudes,
como la disposición geográfica
-ambos son países largos y angostos,
extendidos de norte a sur,
con una variedad de climas en su interior,
desde los más fríos a los muy templados
del norte de Chile y casi tropicales de Japón-
resaltada por un académico
de la Universidad de Tokio
donde Piñera dictó una conferencia,
la cantidad de kilómetros de costa
que bañan a ambos
-las costas japonesas del Pacífico
y del mar de Japón equivalen
a la longitud de la costa chilena-,
la gran cantidad de volcanes
que ambos poseen y el estar expuestos
permanentemente a terremotos y tsunamis ,
como los del 27-F de Chile y 11-M de Japón en 2011.
Más sustantivo aún,
es que ambos comparten la vocación
de ser parte de un mundo globalizado,
y construyen sociedades abiertas y libres
en las que promueven y defienden
los derechos fundamentales de sus ciudadanos.
Adicionalmente, durante la gira
fue posible constatar el grado
de amistad y cercanía
que ambos países mantienen,
cultivado a lo largo de 115 años
de relaciones de amistad recíproca.
Las autoridades japonesas,
encabezadas por su Primer Ministro
en el ámbito político y por los presidentes
de los conglomerados industriales japoneses
más importantes en el ámbito productivo,
se encargaron de expresarlo
y además agradecieron al pueblo chileno
y su gobierno el apoyo recibido
luego del terremoto de marzo de 2011.
En ese sentido,
resultó especialmente emotiva
la visita a Minami Sanriku,
un poblado pesquero
terriblemente devastado por el tsunami ,
en cuyo centro estaba
la ahora destruida plaza Chile,
cuyo moái se había transformado
en el símbolo del pueblo
y que los empresarios chilenos
se comprometieron a reponer.
Ese día el Presidente chileno,
acompañado de su canciller,
parlamentarios, alcaldes
y dirigentes sindicales y empresariales,
rindió un sentido homenaje a las víctimas
y expresó su solidaridad al alcalde Sato-san,
todo lo cual consolidó la conexión emocional
chileno-japonesa que rodeó la visita.
Sin embargo, un punto de conexión más sutil,
pero potencialmente más profundo,
fue constatar que la estrategia
de desarrollo futuro de ambos países
está íntimamente ligada a la innovación.
Aunque el grado de desarrollo de Japón y Chile
sea distinto, y el tipo de innovación
que ambos países requieran no sea el mismo,
tanto los analistas japoneses
como el propio Presidente Piñera
destacaron el rol crucial
que un esfuerzo innovador
tendrá en el futuro de ambas naciones,
con un permanente desarrollo
de la ciencia y la tecnología,
necesariamente acompañado
de un espíritu emprendedor
con la suficiente flexibilidad social
que permita absorber esas innovaciones.
Para Japón, la innovación
es la única manera
de recuperar la competitividad,
combatir una población decreciente
que envejece a pasos agigantados,
una deuda pública agobiante
y una permanente revaluación de su moneda.
Es con innovación que su tercera edad
podrá imaginar nuevas formas de vida
y aportes sociales, que su país recupere
su reconocida capacidad exportadora
y que aproveche el fantástico grado
de avance tecnológico que sus centros
de investigación han alcanzado.
Para Chile, se requiere innovación
para aumentar la productividad
y la competitividad del país,
y es con innovación
que se podrán aprovechar
de mejor manera nuestros recursos naturales,
que además del cobre y la tierra,
de la cual surgen nuestros vinos y frutales, entre otros,
deberá también incluir de ahora en adelante
a los cielos transparentes y secos del norte,
necesarios para desarrollar las tecnologías de punta
que requieren la astronomía y la energía solar.
Fundación Chile participa de este esfuerzo.
Su misión consiste en promover
la incorporación de innovación tecnológica
en los emprendimientos productivos nacionales,
articulando los agentes que pueblan
el ecosistema de innovación del país,
aprovechando su reputación y credibilidad
alcanzada como "agente honesto" público-privado
para bajar el costo de transacción entre ellos.
En particular, participa
de esta nueva conexión entre Japón y Chile,
abriendo con NTT,
una empresa de telecomunicaciones japonesa,
la más grande de su país por ventas,
una estrecha colaboración
en el campo de las tecnologías de información
orientadas al desarrollo minero,
energético y productivo de Chile.
Durante esta visita,
los presidentes de ambas instituciones
se reunieron en los laboratorios de Atsugi,
uno de los 5 de NTT, cuyo presupuesto
supera los US$ 300 millones
con más de mil investigadores repartidos
en 100 mil metros cuadrados de construcción
en 19 hectáreas de terreno,
y uno de cuyos proyectos más interesantes
es el desarrollo de baterías de litio-aire,
una nueva generación de baterías
mucho más poderosas que las anteriores,
de especial interés para Chile,
el primer productor de litio del mundo.
Esta relación fue reforzada posteriormente
en la reunión entre el presidente de NTT
y el Presidente Piñera en Tokio.
En un mundo globalizado,
en que el común propósito de Chile y Japón
es dar mejores condiciones de vida a sus pueblos
en el marco de sociedades democráticas y abiertas,
con mercados flexibles y permeables,
la innovación constituye una de las
más importantes herramientas para conseguirlo,
y la colaboración mutua la mejor forma de potenciarla.
Esta visita de la delegación presidencial chilena a Japón
sirvió para constatarlo y para transmitirlo al resto del país,
y, en ese escenario, Fundación Chile se ha impuesto la tarea
de ser una de las instituciones que encabece dicha agenda.
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