Diario El Mercurio, Jueves 02 de Agosto de 2012
http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2012/08/02/plantaciones-forestales-1.asp
Señor Director:
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Señor Director:
Quisiera agradecer al señor Raga por felicitar mi trayectoria, así como por halagarme al catalogarme de artista, (calificativo que no merezco).
Agradezco además su deferencia al invitarme a participar en sus concursos, cosa que estamos haciendo este año nuevamente luego de haber ganado la edición de 2010 y obteniendo el primer y tercer lugar en la versión 2011, además de una mención.
Lamento eso sí que, a reglón seguido, me tilde de desinformado y antiindustria por decir que los intereses que él representa contaminan y son poco sustentables.
Para situar al señor Raga en lo medular de mi comentario, cito tan solo un párrafo de la página 200 de la "Enciclopedia de los bosques chilenos" (Adriana Hoffmann, 2001): "La destrucción del bosque nativo en Chile es un proceso histórico que avanza de norte a sur. Los bosques de la zona norte y central de Chile ya casi desaparecieron, y la destrucción continúa hacia el sur, mayormente entre las regiones VII y X. Estas zonas son las de mayor diversidad y endemismo de especies leñosas y donde se concentra más del 70 % de las especies forestales de Chile. En las regiones VII y VIII sólo sobrevive el 7,1 % del bosque nativo original. La desaparición se debió mayormente a la sustitución del bosque nativo por pino y eucaliptus".
La primera especie acidifica el suelo y no permite que crezca nada bajo ella, en tanto que la segunda lo seca.
Esto es grave y ha significado el fin de la biodiversidad, el empobrecimiento del suelo y la pérdida de su capacidad de absorción. No es un tema estético como insinúa el señor Raga, sino de pérdida de valor. Respecto de lo prístino del proceso de la producción de celulosa que describe el señor Raga, basta inhalar el aire de Constitución para sospechar lo contrario.
La verdadera sustentabilidad no se funda en hacer el mal menor de la manera más amigable posible bajo el eslogan populista de que da trabajo a muchas pymes, sino en investigación y en el esfuerzo por trabajar en forma seria para proyectar un futuro posible y perdurable en el tiempo.
Al contrario de lo que el señor Raga piensa, tengo gran interés en el verdadero desarrollo de la industria forestal así como el de muchas otras que además de dar trabajo contaminan y destruyen nuestras riquezas naturales.
Es por lo mismo que he invitado a Corma a que colabore activamente con la segunda etapa del proyecto Ocho al Cubo, que realizará ocho casas por prestigiosos arquitectos japoneses completamente en madera en la zona de Los Vilos, con el objetivo de marcar un punto de inflexión en lo que se refiere a la utilización de este recurso, fomentando así que seamos capaces de desarrollar nuestra arquitectura hecha en madera.
Mathias Klotz
Arquitecto
Arquitecto
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