WELCOME TO YOUR BLOG...!!!.YOU ARE N°

Pequeños triunfos

Hombre soltero busca

por Gustavo SantanderDiario El Mercurio, Revista Ya, Martes 10 de Abril de 2012
http://blogs.elmercurio.com/ya/2012/04/10/pequenos-triunfos.asp

santander-copia.jpg
Hay días en los que uno despierta con ganas de cambiarlo todo, de remover nuestros propios cimientos, de seguir un camino diferente a la oficina, de romper la rutina, de tomar el café con más calma, de quedarnos un rato más en la cama mirando el techo o buscando el cuerpo caliente que reposa a nuestro lado. Días en los que miramos las nubes por la ventana buscando alguna cuya forma nos diga algo, una clave, una señal en medio de este laberinto de emociones encontradas. Días de hastío sin razón aparente (¿o será que las razones se van acumulando una sobre otra sin que nos demos cuenta, haciéndose cada vez más gruesas, burlándose de nuestra ceguera?), como cuando uno se sienta en un sofá y de repente aparece un estornudo que nos sorprende desde adentro, y llega con esa picazón en la nariz que nos dice que nos vamos a resfriar. Y no encontramos razones, nos percatamos de que no hemos hecho nada para resfriarnos, que hemos seguido a pie juntillas los consejos de la abuela, abrigándonos incluso cuando las condiciones no lo ameritaban, pero eso ya no importa porque la enfermedad ya está ahí, y ahora sólo queda enfrentarla. Días que se nos presentan en blanco, como hojas de papel que hay que colorear. En estos días necesitamos hacer alguna cosa para no dejarlos pasar en la ignominia, no comernos las ganas de marcarle una palomita de color y así rendirle un sincero tributo, así sea con un detalle personal, un triunfo pequeñito frente al denso letargo del tiempo, esas victorias mínimas que disfrutamos con una sonrisa corta, una mueca imperceptible que nos alegra las entrañas mientras nos vamos al trabajo, como la del adolescente que da su primer beso o la chica que se deja seducir por aquel al que lleva días coqueteándole.
Hoy es un día así para mí. Me he quedado en la cama un rato más largo, mirando el techo por más tiempo que lo normal, con ganas de que hoy sea algo más especial que ayer, indiferente a los tres avisos del despertador, con ganas de tomarme el café con más calma, sacar a mi perra a pasear un rato más largo, tratar de conversar con la vecina de arriba a la que quiero abordar hace meses, planear una fiesta el fin de semana, pensar en cambiar el color del living, y mientras todo eso pasa por mi cabeza, camino descalzo hasta el equipo de música para poner a Aretha Franklin a volumen alto y la casa se llena de esa voz, esa cadencia capaz de hacerme cambiar el ánimo, el soundtrack ideal para una mañana que se me antoja tan libre, brillante y colorida como un cuadro de Totoy Zamudio.
Este no será un día cualquiera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS