posteado por: Bernardo Briceño
En medio de la noche, una figura celestial llega desde el espacio, y la humanidad pronto comienza a reaccionar. Unos con escepticismo y otros con histeria, poco a poco el mensaje es claro: una figura colosal llamada “Galactus” ha llegado a la Tierra y trae consigo una oferta para el Hombre. De aspecto omnisciente y temible, pronto un apóstol genera la suficiente atención para que el centinela sea ovacionado como el nuevo Mesías, el que guiará a la humanidad hacia una nueva época. Pero entre la masa se encuentra un exiliado de otra tierra, que ve en la presencia del “gran salvador” un hazaña para devastar a un planeta entero. Pronto decide actuar, y esto traerá más de una consecuencia.
En el año 1988, el escritor estadounidense Stan Lee (co-creador de personajes como los Cuatro Fantásticos, Iron Man y los Hombres X) tuvo un almuerzo con el dibujante francés Jean “Moebius” Girard (artista detrás de obras europeas como El Teniente Blueberry, El Incal y El Largo Mañana). Ambos, además de ser figuras importantes de la industria del cómic en sus respectivos continentes, también eran fanáticos de los trabajos del otro, y de una simple idea nació una colaboración que no debía ser un choque de turno, del lector después se olvidase.
Así, Stan Lee presentó una sinopsis a Moebius sobre una historia entorno al Surfista de Plata, un personaje del cual el autor francés se mostraba complacido en gran parte por el arte del legendario artista y co-creador Jack Kirby. Fue así como el trasfondo del personaje generó una premisa que obtuvo un tratamiento único, épico y trascendental. De esta manera, a través de una pequeña y concisa lectura de dos números, en “Parábola” nos encontramos con un gran trabajo, del cual podemos fácilmente conectar lo que hemos leído a lo que vemos día a día en estos lados. Más que mal, nunca faltan personas que se proclaman como guías hacía el mañana, y personas que siguen esa ofrenda para llenar los vacíos internos.
En el año 1988, el escritor estadounidense Stan Lee (co-creador de personajes como los Cuatro Fantásticos, Iron Man y los Hombres X) tuvo un almuerzo con el dibujante francés Jean “Moebius” Girard (artista detrás de obras europeas como El Teniente Blueberry, El Incal y El Largo Mañana). Ambos, además de ser figuras importantes de la industria del cómic en sus respectivos continentes, también eran fanáticos de los trabajos del otro, y de una simple idea nació una colaboración que no debía ser un choque de turno, del lector después se olvidase.
Así, Stan Lee presentó una sinopsis a Moebius sobre una historia entorno al Surfista de Plata, un personaje del cual el autor francés se mostraba complacido en gran parte por el arte del legendario artista y co-creador Jack Kirby. Fue así como el trasfondo del personaje generó una premisa que obtuvo un tratamiento único, épico y trascendental. De esta manera, a través de una pequeña y concisa lectura de dos números, en “Parábola” nos encontramos con un gran trabajo, del cual podemos fácilmente conectar lo que hemos leído a lo que vemos día a día en estos lados. Más que mal, nunca faltan personas que se proclaman como guías hacía el mañana, y personas que siguen esa ofrenda para llenar los vacíos internos.
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