Editado por OchoLibros, este recuento de fotos y crónicas breves y punzantes se opone a los clichés de los cerros Alegre y Concepción con que se pretende mostrar Valparaíso hacia afuera. Pero sus autores dicen que no se trata de los lados B y las rarezas. "Este es el verdadero puerto. Visiten alguna vez el cerro Montedónico. Que vengan gringos a decirnos cómo se tiene que modernizar Valparaíso es una tontera", dicen el productor Christian Morales, el periodista Marco Herrera y el investigador Patricio Díaz.
por Iñigo Díaz
Diario El Mercurio, sábado 25 de febrero de 2012
http://diario.elmercurio.com/2012/02/25/actividad_cultural/actividad_cultural/noticias/755C3209-944F-4827-99FC-337B9870A88B.htm?id={755C3209-944F-4827-99FC-337B9870A88B}
• Zoltán y Absalón: los Charles Atlas chilenos
• Caleta Portales: el tiburón de utilería
•El Negro Farías: canto y copas en el Liberty
•Arte espontáneo
• En todas las esquinas: tole tole de cables
•Mito y realidad: el choro porteño
•Más tiempo libre: entre "El Tongua" y "El Bigote"
•Cementerio club: descanso con vista al mar
•Que no toque suelo: futbolito en pendiente
•Vecinos y amigos: el portón automático
"Pertenezco a la vieja escuela: nada de hormonas y esas cosas. Los físicoculturistas no sólo deben desarrollar el cuerpo, sino también el cerebro", dice Zoltán Robles, descendiente de gitanos, activo culturista de 67 años con cuerpo de 30. En cambio, el septuagenario Absalón Cáceres, campeón de halterofilia y lucha grecorromana, está retirado: "Hice el curso de Charles Atlas. Me sirvió mucho".
Un diario local llegó a publicar una nota diciendo que el tiburón blanco que cuelga allí "había varado en la playa". "El interior está relleno con fierros y el exterior es de plástico", señala Víctor Jiménez, administrador del local que lo tiene como uno de sus mayores atractivos. Antes, cuando la gente entraba al restorán, el escualo movía la mandíbula mediante un sistema eléctrico.
Fundado en 1870, este bar ubicado en el sector de Plaza Echaurren perteneció a Jorge Motoneta Vega. Su especialidad es la caña antigripal, siempre al alcance del pueblo. Fue uno de los lugares predilectos del cantante de cantinas Jorge "Negro" Farías, el "ruiseñor de los cerros porteños", fallecido en 2007.
En plena subida Almirante Montt se ubica uno de los símbolos de lo que los teóricos podrían llamar "arte ciudadano". Pues bien, Juan Pablo Gutiérrez Rojas nunca tuvo algún propósito estético para su "instalación proleta" de dos viejos televisores y una leyenda, que hoy se replica en poleras y calendarios. 'Apaga la Tele / Vive tu Vida'
La mayoría de los cables eléctricos que se despliegan longitudinal y transversalmente en Valparaíso, que fascinan a turistas, pero agreden la mirada, no sirven para nada. Las compañías responsables no los retiran porque sería muy caro. Según los autores del libro, esta superpoblación "debería ser declarada patrimonio mundial de la desidia".
"Tengo cualquier tajo en la cabeza, cara y espalda por andar metido en peleas", admite Jaime Jesús Guzmán Pozo, un legítimo choro porteño. Todos en Valparaíso dicen conocer a un choro, o a alguien que conoce a uno. Según los autores, este peligroso personaje por lo general no tiene prontuario, no es exclusivamente delincuente, realiza trabajos remunerados y además viste bien.
Es una de las pocas carnicerías de equino que van quedando en el puerto. La regenta Carlos Sánchez, "El Tongua", personaje muy querido en el barrio de Avenida Francia. A su vez, ubicada en calle Victoria, la disquería "El Bigote" ha sido un polo musical del puerto desde hace más de 40 años. Llegó a tener 50 mil temas, y surtió de novedades a todas las radios de la región. Al mando estuvo "Bigote Peralta" hasta 2007, año en que murió. Hoy, el jefe máximo es su hijo Juan Peralta Navarro, el "Bigote Chico".
Una ley promulgada en 1887 determinó la construcción de un nuevo cementerio, "destinado a los pobres", en un lugar "lejano y apartado" de Valparaíso llamado Playa Ancha. En 1892, ese fue el Cementerio para "Pobres de Solemnidad", conocido popularmente como Cementerio N° 3.
No queda otra opción en un Valparaíso instalado en subida y bajada. Cada día los niños juegan partidos de fútbol callejero en desigualdad de condiciones. Claro que es un tiempo para cada uno en bajada, siempre esquivando los autos y casi siempre a las famosas patotas de perros porteños: la del perro Shico y la del perro Julio, muy conocido en el Cerro Alegre.
En el puerto se suele mantener enchufados todos los artefactos electrónicos del hogar, lo que produce diversos contratiempos con la menor sobrecarga de energía. Pero hay algo que nunca ha dejado de funcionar allí: el cordelito que se conecta a la cerradura y que permite abrir la puerta a distancia. No será un portón eléctrico, pero sí tiene rendimiento perfecto.
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