TODO INDICA que el ministro de Educación impulsará una ley que impedirá todo tipo de selección en el sistema escolar chileno. Esta iniciativa incluye la selección por mérito académico a partir de séptimo básico, nivel donde los liceos emblemáticos inician su enseñanza.
Aunque no se conoce el detalle del proyecto de ley, es muy probable que se circunscriba a lo que establece la Ley General de Educación. La medida buscaría garantizar equidad en el acceso a oportunidades de aprendizaje e integración en las escuelas y liceos. Sin embargo, no es claro cómo ésta mejoraría la calidad de la educación: objetivo prioritario y transversalmente compartido.
Aunque no se puede desconocer que la estructura de nuestro sistema educacional presenta elementos que pueden facilitar algún grado de segmentación socioeconómica, tampoco se debe olvidar que la principal causa de la segmentación es la grave ineficiencia de un grupo importante de escuelas que lleva a los padres y apoderados a escapar a otros establecimientos.
La segmentación de los alumnos en el sistema educativo es una realidad y obedece a distintos factores. Entre ellos, se tiene una política de vivienda que segrega geográficamente; el financiamiento compartido, que lleva a las familias que no tienen capacidad de pago a automarginarse de estos proyectos; y por último, sostenedores que seleccionan por una sobredemanda. Ahora bien, este último factor se sobredimensiona porque son pocos los establecimientos que tienen exceso de postulantes y, más aún, cuando la proporción de niños menores de 15 años ha disminuido fuertemente en los últimos años.
Un enfoque diferente y que permitiría corregir la segmentación es a través de incentivos a la integración. En este sentido, la subvención diferenciada apunta en la dirección correcta. Los niños que tienen un menor capital cultural reciben una subvención más alta, compensando el mayor esfuerzo pedagógico requerido para obtener el mismo nivel de aprendizaje. Además, la ley actualmente obliga a los establecimientos particulares subvencionados -con y sin financiamiento compartido- a integrar un 15% de alumnos vulnerables sin cobro alguno. Estas medidas son más adecuadas para enfrentar la segmentación que la prohibición tajante de seleccionar alumnos. Restringir toda posibilidad de generar proyectos educativos diversos no ayuda a responder a las distintas necesidades del país.
Con todo, es necesario contar con liceos de excelencia en educación media, pues éstos alientan la meritocracia y la movilidad social, y para formarlos es imprescindible seleccionar a los alumnos por rendimiento académico. En este contexto, es importante recordar el efecto que ha tenido la eliminación de procesos de selección por mérito en diferentes partes del mundo. En países como Inglaterra o Corea del Sur, donde se han aplicado este tipo de medidas restrictivas a la selección, los establecimientos han perdido la capacidad para promover la movilidad social. En efecto, la evidencia empírica muestra que los estudiantes de los liceos en que se mantuvo la selección por mérito académico, acumularon a través del tiempo un mayor capital humano que aquellos sin o poca selección.
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