La política no funciona como un supermercado, donde cada producto se vende por unidad; diversas iniciativas bien intencionadas en lo individual pueden res‏

CLAUDIO FUENTES, DIARIO LA TERCERA, JUEVES 24 DE ABRIL DE 2014HTTP://VOCES.LATERCERA.COM/2014/04/24/CLAUDIO-FUENTES/LA-REFORMA-POLITICA/

La reforma política

SOLEMOS demandarles a nuestros gobernantes resultados inmediatos. Queremos que los bonos sean entregados, que las carreteras se pavimenten, que las leyes se aprueben. En gobiernos tan breves (cuatro años, sin reelección inmediata), el mayor incentivo de los ministerios es despachar rápidamente al Congreso las promesas del programa. Cual lista de supermercado, evaluaremos al gobierno por los compromisos materializados.

La obsesión con esta lista muchas veces nos hace olvidar que la política no funciona como un supermercado, donde cada producto se vende por unidad. En el caso de las políticas públicas, cada iniciativa se interrelaciona con recursos necesarios para sustentarla en el tiempo y con otras políticas de mayor envergadura que seguramente se verán afectadas e incidirán en el resultado final. De esta forma, la evaluación que hagamos de una decisión debe incluir su coherencia con el conjunto de iniciativas existentes y por aprobarse.

En el caso de la reforma política, hemos visto en el pasado diversas iniciativas bien intencionadas en lo individual, pero contradictorias e incoherentes entre sí. Un ejemplo fue la aprobación del voto voluntario sin darle mayores atribuciones ni recursos al Servicio Electoral para implementar dicho cambio. Resultado: derrumbe en la participación e incertidumbre sobre el universo de potenciales votantes del país.

Enfrentamos el mismo dilema con las iniciativas que se avecinan. Tres reformas políticas no menores se avizoran en la agenda: el voto de chilenos en el exterior, la elección directa de intendentes, y reforma al sistema electoral binominal. ¿Estarán los legisladores anticipando los efectos de tales reformas en el sistema político en su conjunto y los costos asociados de su implementación?

Por ejemplo, el voto de chilenos en el exterior implicará un no menor esfuerzo de coordinación de bases de datos entre el Servicio Electoral y Extranjería, y la adecuación del Ministerio de Relaciones Exteriores para evitar bochornosas situaciones como las ocurridas en el pasado. La elección directa de intendentes requerirá una revisión detallada de atribuciones de los consejos regionales y abrirse a una discusión no menor sobre la desconcentración de poder de la capital hacia regiones.Porque, ¿de qué sirve elegir intendentes si no se traspasan recursos y poder de decisión desde la capital?

Con la reforma al sistema electoral sucede lo mismo. ¿Para qué hacer el sistema perfectamente proporcional si la principal barrera de acceso a la competencia -el dinero- sigue concentrado en unos pocos? La reforma al binominal no puede desligarse de otras discusiones como son el financiamiento de la política, la acción afirmativa hacia grupos históricamente discriminados y el debate sobre el peso de los territorios en el sistema político.

Así, requerimos elevar el estándar de evaluación de la implementación de políticas. No debiese interesarnos tan sólo si se envió o aprobó un proyecto de ley. También nos interesa saber si aquel proyecto es coherente con otras iniciativas y si es factible su implementación. Un mejor gobierno requiere mejores políticas.