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Funcionarios públicos sujetos a restricciones presupuestarias blandas: cuando se equivocan paga Moya‏



ROLF LÜDERS, DIARIO LA TERCERA, VIERNES 23 DE MAYO DE 2014HTTP://VOCES.LATERCERA.COM/2014/05/23/ROLF-LUDERS/PRODUCTIVIDAD/trabajador

Productividad


Chile cayo otro lugar en el ranking de competitividad global preparado por IMD. Está ahora en el lugar 31 del mundo, tres lugares más bajo que en 2011. Esto no significa que se haya estancado en esta materia en términos absolutos, sino que otros países nos han sobrepasado. Para mejorar la competitividad al mismo tiempo que lograr mejores estándares de vida, es necesario aumentar la productividad, y en esa materia hemos progresado menos que lo deseado. El ranking de IMD así lo refleja.
Consciente de lo anterior, el gobierno anunció días atrás su Agenda de Productividad, Innovación y Crecimiento. Ella complementa importantes esfuerzos a realizarse en otras áreas, como el programa de energía y aquel de la reforma de la educación, a pesar de que los efectos de la última -si es que se logran- serán en el muy largo plazo.  La agenda -muy ambiciosa- tiene por objetivo fundamental garantizar tasas de crecimiento aceleradas y sostenidas, generar más empleo y oportunidades de progreso, lograr la reducción de los niveles de desigualdad económica y obtener el resguardo de la economía local frente a los vaivenes de la economía mundial.
Esta agenda, que recoge algunas de las medidas que no se alcanzaron a implementar en los años recién pasados y potencia otras, se diferencia principalmente de la Agenda de Impulso Competitivo del anterior gobierno por el uso de algunos instrumentos. En líneas muy generales, la última se basó en eliminar obstáculos a la inversión, al emprendimiento y a las exportaciones, al mismo tiempo que en aumentar la competencia. En cambio, en la actual agenda el Estado entra a jugar un papel definitivamente activo en la orientación de la actividad económica privada e incluso a reemplazarla parcialmente en algunos casos.
Cabe destacar al respecto -como ejemplos- el Fondo de Inversión Estratégico, los Programas de Encadenamiento y Desarrollo Productivo, y el Emprendimiento Público-Privado para el Desarrollo de Sectores Estratégicos. Se trata de reinstalar en el país una política industrial y de clusters, bajo el argumento de que existen en Chile abundantes fallas de mercado que dificultan (presumiblemente a los inversionistas privados) la identificación de nuevos sectores económicos o desalientan el desarrollo de aquellos de alto potencial.
Curiosamente esas mismas fallas de mercado no parecieran impedir a funcionarios públicos identificar y desarrollar, directa o indirectamente, las oportunidades de negocio que más le convienen al país.  Sabemos por experiencia que eso no es así, en parte porque estos funcionarios están sujetos a una restricción presupuestaria blanda, en que si se equivocan paga Moya. Lo que corresponde hacer para mejorar nuestra productividad e incentivar la innovación es que el Estado no se distraiga realizando funciones que no le son propias. Debe abocarse a lo que puede hacer mejor, que en este caso es ir eliminando las fallas que impiden un óptimo funcionamiento de los mercados. Esto incluye, por supuesto y entre otras cosas, el diseño de las instituciones que nos permitan tener una diversificación productiva razonable para contrarrestar los vaivenes de los mercados internacionales.

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