Coppola regresa al cine con una película ambiciosa, delicada y muy personalpor René Martín

Diario La Tercera, domingo 16 de enero de 2011http://diario.latercera.com/2011/01/16/01/contenido/cultura-entretencion/30-56271-9-coppola-regresa-al-cine-con-una-pelicula-ambiciosa-delicada-y-muy-personal.shtml
 
Hoy finaliza el Festival de Cine Las Condes con la cinta de Coppola
basada en un relato fantástico de Mircea Eliade.
 
Después de 10 años de silencio, el norteamericano Francis Ford Coppola
se sentó una vez más en la silla de director el año 2007. Fue su regreso.
Tomando como base una historia del rumano Mircea Eliade, Coppola
escribió, produjo y dirigió Juventud sin juventud,
que se estrena hoy en el Festival de Cine Las Condes.
 
La historia de la cinta es tan compleja que resulta difícil
encapsularla de manera sencilla.
Es por un lado una larga historia de amor que salta generaciones, que
muere y revive.
Es la historia del siglo pasado desde la perspectiva de un hombre
que ha absorbido gran parte del conocimiento humano.
Es, también, un viaje al interior del sueño de este hombre
después de ser alcanzado por un rayo en medio de una gran tormenta.
En vez de morir o quedar con graves secuelas,
el anciano Dominic comienza a ser testigo
de la regeneración absoluta de su desvencijado cuerpo,
hasta "regresar" a una edad aparente de unos 30 años.
 
Nuevamente lleno de vitalidad y energía,
comienza un viaje tanto por el mundo real
como por el del conocimiento.
 
Consume grandes cantidades de libros,
es capaz de hablar cualquier idioma,
recuerda a su antiguo amor y conoce a
¿la reencarnación? de su amada,
además de sostener conversaciones con su doble,
quien se le aparece de manera constante
y le entrega consejos, pero también dudas frente a lo que es testigo.
 
Juventud sin juventud es uno de los proyectos más ambiciosos
en los que Coppola se ha embarcado en su carrera
y uno de los más libres en términos de estructura y temática.
Estas dos características, ambición y libertad,
son a las que ha podido acceder después de años
de estar retirado del cine y concentrado en sus viñedos,
gracias a los cuales ha financiado sus nuevos proyectos cinematográficos.
Como se sabe, después de esta cinta, Coppola dirigió Tetro, filmada en
Argentina,
y actualmente está preparando un nuevo proyecto.
 
Bien podría ser que el realizador
esté logrando cristalizar un sueño largamente postergado:
alejarse realmente de los estudios y contar las historias que él desea,
de la forma que siente deben ser relatadas.
 
Si en su dilatada trayectoria Coppola filmó obras fundamentales y enormes,
desde El Padrino a Apocalipsis ahora, que nos hicieron recorrer
los amplios caminos de la épica y las altas cumbres de la emoción,
Juventud sin juventud marca un quiebre.
Esta cinta es claramente una opción por un cine intimista.
Por su estructura lírica, recuerda otra película de Coppola
también muy "volada" y sentimental: Peggy Sue, su pasado la espera,
con Kathleen Turner, estrenada en 1986.
 
Quizás después de muchos años de búsqueda,
Francis Ford Coppola se está encontrando
y está hallando nuevas maneras de hacer cine.
 
Con su sentido estético inalterable, incluso mejorado,
Juventud sin juventud se alza como una obra ambiciosa y muy personal.