Baby boomers: una generación inmadura, sin profundidad y sabiduría, de liderazgos que no impresionan; una época fofa de tanta afluencia...‏

ALFREDO JOCELYN-HOLT, DIARIO LA TERCERA, SÁBADO 12 DE ABRIL DE 2014HTTP://VOCES.LATERCERA.COM/2014/04/12/ALFREDO-JOCELYN-HOLT/JUBILACIONES-ANTICIPADAS/

Jubilaciones anticipadas

SON CURIOSAS las destinaciones diplomáticas del gobierno “premiando” a viejos concertacionistas (Núñez, Gazmuri, Viera-Gallo, Hales, Ascencio, Goñi, Mario Fernández, Valdés Soublette…). ¿Premios de consuelo, exilios dorados, jubilaciones anticipadas? Cuentan que, en su momento, Pedro Aguirre le ofreció una importante embajada a Juan Antonio Ríos; éste le contestó que no iba “en bajada” sino “en subida”. Gabriel González, en cambio, corrió y aceptó París. Calculó mal. Cuando Aguirre murió de repente, demoró la travesía en barco y “Gabito” llegó a la convención radical, aunque tarde, y Ríos terminó siendo el candidato y presidente.

Pero, por lo visto, el propósito de este gobierno no es sólo alejar a concertacionistas. El “déntrese” (“váyase a vacaciones”) de Peñailillo para con Piñera es más atrevido. “Déjennos gobernar, somos los nuevos maestros de la construcción, somos la nueva voz cantante, la fuerza, la del año 14, el resto por qué no se van, uno que otro, del país”, es lo que parecen decir. Curioso. ¿Es que el afán refundacional en que está encaprichado este gobierno pasa por querer deshacerse de toda una generación hacia atrás? Y, si fuese así, cuál es el papel que juega Bachelet, puesto que sería su generación a la que se le estaría pasando la aplanadora. ¿A eso vino de nuevo?

Curioso, por decir lo menos. Porque la generación anterior, la de los “abuelos” (pensemos en Frei Montalva, Allende, Pinochet…), era/es dura de matar, no se dejaba pasar así como así. Aylwin todavía va a todos los entierros. Ellos nunca han aceptado otra cosa que andar “en subida”. La obsolescencia programada con código de barras es fenómeno reciente, de nuestra época consumista, también de una presidenta que esta vez sí sabe que tiene fecha de vencimiento. ¿Se va ella y, con ella, también toda su generación? ¿Esa es la idea?

Joe Klein, en The Natural: The Misunderstood Presidency of Bill Clinton (2002), tipifica a la generación “Baby Boom” que simbólicamente llegó al poder con Clinton por primera vez, caso análogo entre nosotros y Bachelet. Justamente, la generación a la que se estaría desahuciando cuando no dejándose desahuciar. Según Klein, se trataría de una generación autocomplaciente, que ha tenido la mala suerte de presidir nuestros destinos en una época en que ninguna grandeza se ha requerido, una época fofa de tanta afluencia. Una generación inmadura, sin profundidad y sabiduría, de liderazgos que no impresionan (los ejemplos que da son Clinton y Tony Blair) y que, por el contrario, creyó originalmente que estaba destinada a grandes épicas que tempranamente se desinflaron (e.g. mayo 68, 70-73 en Chile). En tiempos sin grandes proezas heroicas -dice Klein- la política se vuelve táctica y defensiva, uno vira a la izquierda y derecha simultáneamente. ¿La Concertación 1990-2010? ¿De eso se arrepienten?

Es posible, como cuando, por ejemplo, en los pragmáticos años 90 vibraban con “más de cien mentiras que valían la pena” a lo Joaquín Sabina: “Tenemos proyectos que se marchitaron/ Tenemos cenizas de revoluciones/ Abuelos que siempre ganaban batallas/ caminos que nunca llevaban a Roma”. ¿Mentiras que siguen “valiendo la pena”? No si van “en bajada” y jóvenes principiantes “en subida”.