El proyecto de ley de reforma tributaria es muy complejo
y se aleja radicalmente del ideal democrático
en el que las leyes deben ser pocas
para que los ciudadanos puedan conocerlas,
y simples y coherentes para que
las puedan comprender y cumplir.
Si la preocupación
es incrementar los ingresos fiscales,
deberían estar mirando la tasa de crecimiento
en lugar de pretender sacar
una mayor tajada de un producto estático.
El sentido común y la evidencia empírica
nos indican que las personas ahorran más
en la medida en que ganan más.
Es razonable pensar entonces
que los dineros recaudados por el Fisco
reducirán mayoritariamente el ahorro
y no el consumo de los chilenos que los aportan.
que los dineros recaudados por el Fisco
reducirán mayoritariamente el ahorro
y no el consumo de los chilenos que los aportan.
Siendo así,
no cabe duda que la inversión,
el crecimiento y el empleo
se verán afectados negativamente
con esta reforma tributaria.
no cabe duda que la inversión,
el crecimiento y el empleo
se verán afectados negativamente
con esta reforma tributaria.
La reforma tributaria se sustenta en varias falsas premisas:
que nuestra carga tributaria es baja;
que los mayores impuestos los pagarán las grandes empresas;
que Chile es uno de los países más desiguales del mundo;
que la reforma no afectará el crecimiento;
que es la única forma de captar más recursos permanentes para el fisco;
que los mayores impuestos los pagarán las grandes empresas;
que Chile es uno de los países más desiguales del mundo;
que la reforma no afectará el crecimiento;
que es la única forma de captar más recursos permanentes para el fisco;
que no afectará a las Pymes
y está por verse que los recursos serán bien invertidos en educación.
Si el problema fueran las élites tradicionales,
y sacarle a los ricos para darle a los pobres,
la cosa sería sencilla.
y sacarle a los ricos para darle a los pobres,
la cosa sería sencilla.
Si el panorama de desaceleración
de la economía fuera un volador de luces,
una campaña del terror, el asunto sería
fácil desmontarlo.
Hay una determinación digna de mejor causa.
Bastaría un punto de crecimiento más por año
acumulado en el tiempo para que se superara
cualquier pretensión de ingreso fiscal vía mayores impuestos.
acumulado en el tiempo para que se superara
cualquier pretensión de ingreso fiscal vía mayores impuestos.
El Gobierno plantea
que la recaudación total
equivaldrá a un 3% del producto;
es casi seguro que ello afectará
en la misma proporción al ahorro privado.
que la recaudación total
equivaldrá a un 3% del producto;
es casi seguro que ello afectará
en la misma proporción al ahorro privado.
Como el Gobierno
piensa gastar esos recursos,
o al menos 2 puntos de ellos,
esta reforma se traducirá
en un menor ahorro neto del país
que, dada la situación
de déficit de cuenta corriente actual,
no podrá ser sustituido por ahorro externo
e implicará menores inversiones de 2 puntos
y con ello un punto de crecimiento menos por año.
piensa gastar esos recursos,
o al menos 2 puntos de ellos,
esta reforma se traducirá
en un menor ahorro neto del país
que, dada la situación
de déficit de cuenta corriente actual,
no podrá ser sustituido por ahorro externo
e implicará menores inversiones de 2 puntos
y con ello un punto de crecimiento menos por año.
O dicho de otra manera,
Chile será más pobre y los pobres,
vía un empleo menos dinámico,
serán los más afectados.
Ahora bien,
se argumenta que el Fisco
gastará esos recursos bien
y con ellos se mejorará
-vía una educación de calidad-
la productividad del país
y el bienestar para los menos favorecidos.
Sin embargo,
ya hemos duplicado el gasto en educación
sin grandes mejoras en los resultados
y la evidencia empírica demuestra
que en países con cobertura total,
un mayor gasto en educación
no redunda en una mejor calidad,
sino que hay otros elementos
a considerar que no tienen relación
con el incremento del gasto en el sector.
Pero, además, dado el grado de ideologismo
con que se ha planteado la reforma educativa,
que aún no se conoce pero se insinúa,
solo cabe esperar un empeoramiento de la calidad
a costa siempre de los más pobres.
El orden debería ser inverso.
Primero tener en claro
qué políticas realmente
mejoran la educación de todos
y para aquellas que requieran
un financiamiento estatal extra
debieran buscarse ingresos
que no afecten el progreso general
en el corto y mediano plazo.
La experiencia indica
que no hay ninguna política
que pueda ser exitosa en el largo plazo
cuando se está afectando
fuertemente el corto y mediano plazo.
La Reforma tributaria es un proyecto
elaborado por economistas de escritorio,
extremadamente ideológicos
en un tema extremadamente técnico
No hay progreso posible sin crecimiento y sin empleo,
y eso depende de la inversión. Eso es lo que está en juego.
Lo que beneficia a los pobres y a la clase media es el empleo.
La respuesta de este gobierno es que la reforma tributaria
aumenta el crecimiento, lo que es una negación
de principios económicos muy básicos,
puro voluntarismo ideológico.
El argumento de los ideólogos del gobierno dice,
“lo mismo criticaban en la reforma de Aylwin
y no pasó lo que decían”. Curioso argumento.
Aylwin creció al 7,7%, Lagos ya sólo lo hizo al 5,4%,
Frei al 4,4%, y Bachelet al magro 3%. ¿No pasó nada?
Si el problema es la elusión del 1% de los más ricos,
lo obvio es fiscalizarlos uno por uno,
no botar el árbol entero, que es lo que van a hacer.
Esta reforma tributaria
es como esos remedios que curan una enfermedad,
pero cuyos efectos colaterales matan al enfermo.
Claramente bajará el ahorro, subirán los precios,
aumentará el endeudamiento de las empresas,
habrá menos inversión, menos empleo,
subirán las viviendas de la clase media profesional,
aumentará la elusión, recaudará menos de lo proyectado
y generará déficit fiscal, afectará las pensiones
vía valor de las empresas, generará
mayor burocracia y gasto público
que no llega a las personas,
sólo por mencionar algunos efectos laterales.
Ante un cambio tan radical
la carga de la prueba de demostrar
que no se afectará el ahorro y la inversión,
y con ello el progreso, debería ser del Gobierno.
No sólo no han argumentado bien,
desde el Ministerio de Hacienda
y los economistas afines, utilizando, por ejemplo,
erróneamente la evidencia de otros,
sino que ni siquiera, a estas alturas de la discusión,
han mostrado sus propias pruebas
de que la reforma tributaria no afectará la inversión.
La reforma tributaria es un golpe bajo a las Pymes
ResponderEliminar#GolpeAlaPyme
http://youtu.be/ReZbvzL5Kqs