por Roberto Ampuero
Diario El Mercurio, Jueves 31 de Mayo de 2012
Diario El Mercurio, Jueves 31 de Mayo de 2012
Hoy, el 35 por ciento de la industria mundial se halla en China.
Al carecer de visión estratégica, América Latina transfiere su condición
de suministradora de bienes primarios hacia Estados Unidos y Europa al Asia,
lo que con el correr del tiempo cobrará su precio.
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En vísperas de la IV Cumbre de la Alianza del Pacífico, que reunirá a los presidentes de México, Colombia, Perú y Chile, así como a representantes de Costa Rica, Panamá y Canadá, en Paranal, este 6 de junio, asistí en Ciudad de México a una interesante conferencia sobre las relaciones entre América Latina y China. Dicha Alianza se propone crear un área de integración profunda, que permita mayor bienestar e inclusión social, la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas, y el acceso regional al área Asia Pacífico.
Esta Alianza, como lo recordó el canciller chileno, Alfredo Moreno, "representa un mercado de 215 millones de consumidores con ingresos per cápita de 13 mil dólares, que puede convertirse en una plataforma de integración económica y comercial y de proyección al mundo, con especial énfasis al Asia Pacífico". China es el principal destino de las exportaciones chilenas y el segundo mayor proveedor mundial de nuestro país. El intercambio bilateral ha crecido anualmente a tasas superiores al 30 por ciento desde 2006, cuando se inició el Tratado de Libre Comercio.
Para Arturo Oropeza, especialista en China e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), América Latina aún no toma plena conciencia de las posibilidades ni retos que implica la emergencia de China como potencia mundial. En su opinión, con la excepción de algunos países del Cono Sur y Brasil, la región responde de forma fragmentada ante las oportunidades que brinda la segunda potencia económica mundial y carece de estrategia de largo plazo para obtener ventajas. En su conferencia, organizada por la Secretaría General Iberoamericana, Oropeza sostuvo que la región debe incorporar mayor valor agregado a los productos que exporta a China, y salir así de su condición de exportador de materias primas e importador de bienes manufacturados.
En este contexto destacó que la mayor parte de las exportaciones de Brasil a China lo constituye el hierro; de las chilenas el cobre, y de las argentinas la soya. Según el experto, al carecer de visión estratégica, América Latina transfiere su condición de suministradora de bienes primarios hacia Estados Unidos y Europa al Asia, lo que con el correr del tiempo cobrará su precio.
Estadísticas muestran que ocho productos primarios representan 80 por ciento de la exportación latinoamericana a China, mientras las exportaciones de ésta a la región comprenden 600 productos y un potencial de otros cuatro mil. Esto exige, según el mexicano, un replanteamiento de la estrategia regional hacia China y que América Latina aprenda de la integración del Asia Pacífico. La propuesta coincide con la de ProChile de impulsar encadenamientos regionales en la elaboración de productos que buscan el Asia. Gracias a sus acuerdos de libre comercio, que acaban de ampliarse a Vietnam y Malasia, Chile constituye un puente ideal para integrar productos regionales que apuntan a mercados asiáticos.
En 1978, el PIB de China ascendía a 40 mil millones de dólares, equivalente al 50 por ciento del PIB de México. Hoy, el 35 por ciento de la industria mundial se halla en China. Para Oropeza, mientras América Latina carezca de una visión estratégica en este ámbito, seguirá simplemente administrando el presente, no incorporará valor agregado a sus exportaciones a China y se estancará como productora de materias primas