Purificar la mirada

Sublimar el deseo

Santificar la intención

Ofrecer la renuncia

Controlar los impulsos

Orientar los sentidos

Darse generosamente a los demás

Reservarse para Dios

Dejarse inundar por la alegría

Dejarse guiar por el Santo Espíritu

Ser agradecido y corresponder

Amar a todos sin distinción

Hacer el bien sin mirar a quien

Orar por todos

Ayudar al que podamos

Emocionarse con todos los que amamos

Ser paciente con los demás

Ser riguroso con uno mismo

Ser misericordioso con todos

Ser humilde y consecuente

Luchar contra las debilidades de carácter

Poner los talentos al servicio de los demás.

Olvidarse de uno mismo

para que el Señor se acuerde de nosotros.

Dios los bendiga...