Casen: Una oposición completamente perdida
por Sergio Melnick
Diario La Segunda, Jueves 23 de Agosto de 2012
Diario La Segunda, Jueves 23 de Agosto de 2012
http://blogs.lasegunda.com/redaccion/2012/08/23/casen-una-oposicion-completame.asp
La encuesta CEP señala que la actual oposición es lejos peor evaluada por la población, desde el gobierno de Lagos. Es decir, hacen, en promedio, muy mal su tarea, que es parte de la democracia: no hay democracia sin oposición, y si la oposición es mala, también lo será la democracia. Si el gobierno es regular, su coalición sólo perderá la próxima elección,como ocurrió con Bachelet.
Así, los concertacionistas, ya divididos en dos, aparecen como desesperados y muy desorientados, entre otras cosas, porque Piñera ha logrado en su gobierno obras que ellos mismos no pudieron: una reconstrucción tremendamente efectiva; reducción notable de las colas Auge, por más que les duela; crecimiento y empleo ampliamente superior al mundo; posnatal de seis meses y reducción del 7% a jubilados; nuevo Sename, reducción de la burocracia, Ministerio de Desarrollo Social, nuevas normas ambientales y ley antidiscriminación; reducción de tasas de interés para los estudiantes, cuadruplicación de las becas e inicio de la reducción de la pobreza, que había aumentado en el período de Bachelet-Velasco, y tantas otras obras concretas.
Entonces, los opositores se han dedicado abiertamente a descalificar al Gobierno, a sembrar dudas sobre las cifras, a suponer intenciones, en vez de reconocer con algo de dignidad el progreso evidente. Eso, casi en la misma tónica de los estudiantes que queman buses en sus protestas mientras su líder sostiene con pachorra increíble que es un montaje; luego se tienen que desdecir, pero el daño fue hecho.
La encuesta Casen es un tema tremendamente técnico y es fácil confundir a la opinión pública. Por más que la subsecretaria explique con enorme precisión los datos técnicos, no hay caso. Hasta un rector se mete a la contienda y descalifica gratuitamente al Presidente de la República. No ha sido la primera vez.
Lo cierto es que la pobreza bajó a pesar del terremoto y la indigencia se redujo al mínimo histórico; crecieron los ingresos del 10% más pobre y disminuyó la desigualdad. Para la izquierda, parece que esto es demasiado fuerte, como lo es que Piñera quiera aumentar los impuestos para mejorar la educación. Dicen así que US$ 1.000 millones por año es una “miseria”, al tiempo que Camila va a increpar y tratar de dirigir las votaciones del Congreso con amenazas directas. La Concertación se achica, no atina, se divide, descalifica y, lo peor, no logra proponer nada, esperando al hada salvadora que tampoco propone nada, la misma que predicó la no repetición del plato. En el paroxismo máximo, empiezan a hablar de una Constituyente.
En las características actuales de la pobreza, el principal factor de salida es el empleo. Es una pobreza no dura, sino fluctuante. Cuando se han creado más de 700 mil empleos en los últimos dos años, con un aumento real de los salarios del 6%, los resultados son totalmente coherentes. La economía crece al 6%, el desempleo está en un mínimo. En el período de Velasco-Bachelet fue al revés: la productividad disminuyó año tras año, cayeron la inversión y el crecimiento, el desempleo fue alto y la pobreza aumentó.
El ingreso autónomo de los hogares más pobres creció el doble que el PIB en los últimos dos años y ésa es la principal razón de reducción de la pobreza. Entonces, queda demostrado que el crecimiento económico es finalmente la mejor de las políticas sociales, aunque por cierto no la única. Eso echa abajo los principales argumentos ideológicos de la Concertación.
Piñera logró además instalar el ingreso ético, política que seguirá reduciendo la pobreza. Las políticas educacionales en curso y el aumento de los recursos mejorarán aún más la situación. La continua focalización del gasto social y la mejor gestión serán otro gran impulso. La indigencia será 1% o menos al terminar este gobierno. La Concertación no lo tolera y lo debe descalificar: la reducción de la pobreza ha demostrado que el gobierno de centroderecha es más eficaz que ella en esa tarea.
Amigos, la política no es una guerra; es sólo política. Ocurre entre ciudadanos, no enemigos. Los gobiernos son para todos, no sólo para los partidarios. Eso es algo que la izquierda nunca ha podido entender. Siempre ha hablado de las luchas, las dictaduras del proletariado, los chupasangres. Andrade, presidente del PS, ha tratado a sus adversarios, literalmente, de “maricones y canallas”. ¡Qué ejemplo para la juventud y la política! Juzgue usted.
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