Hoy, finalmente, parece que le tocó a la clase media. Y la clase media chilena es hija de Enrique Maluenda.
por Joe Black
Diario El Mercurio, domingo 29 de abril de 2012
No es, en verdad, muy grande la reforma tributaria propuesta por el Gobierno.
Recaudar mil millones de dólares, hoy por hoy, no es para Chile una cosa tremenda. Como decía mi abuela, no va a hacer al Estado "ni más rico ni más pobre".
Por otro lado, tiene el inconveniente de que irrita a un sector de la derecha, que considera inadecuado subirles los impuestos a las grandes empresas.
La Concertación, por su parte, define esta reforma como de "macetero", de "alcancía". Es decir, un poco mezquina, escuálida y ligeramente enjuta.
Yo entiendo el argumento de que al subirles los impuestos a las empresas se puede terminar dañando la inversión, la economía en general, el empleo y, por tanto, nuestros propios bolsillos.Comparto los argumentos de unos y de otros.
Pero, sorry, mi olfato me dice que ni unos ni otros tienen muchas posibilidades reales de rechazar la reforma.
¿Por qué? Muy simple. El proyecto del Gobierno incorpora demasiados beneficios "a la vena" de muchas personas, especialmente de clase media, que es la más postergada en todos estos años. Los ricos nunca tienen de qué preocuparse, en ningún gobierno. Y la verdad es que los pobres también han tenido la atención preferente de gobiernos de izquierda y derecha.
Hoy finalmente parece que le tocó a la clase media.
Y la clase media chilena es hija de Enrique Maluenda.
¿Qué tiene que ver el animador del "Festival de la Una" con todo esto?, se preguntarán, sagazmente, ustedes.
Bueno, que fue él quien nos inculcó la doctrina de la "platita poca, pero segura".
Esta reforma tributaria les puede significar a miles de familias quizás 30 mil, 50 mil, 80 mil pesos mensuales extra en su ingreso mensual. A la vena. Y eso es platita poca, pero segura.
Yo me temo que quienes se opongan a que esa ley se apruebe van a ser apuntados con el dedo.
Otro dato. El Gobierno quiere que esta ley se vote en septiembre; es decir, en plena campaña electoral municipal. Les apuesto a que los candidatos a alcaldes y concejales tanto de la Alianza como de la Concertación van a obligar a sus parlamentarios a aprobar la reforma tributaria.
Es que es platita poca pero segura.
Yo, esta vez, creo que fue harto astuta la forma en que jugaron esta partida en La Moneda.
Capaz que ahora el The Economist escriba un nuevo artículo sobre Chile y diga que nuestro Presidente finalmente se puso "epto".
Es que así es la política.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS