El lado más íntimo de un camarín plagado de figuras, pero sin divos:
Las bromas de Piqué, Puyol y Cesc; el buen talante de Iniesta y Xavi; la modestia de Sergio Busquets y Pedro, así como la excelente integración de extranjeros como Dani Alves, Abidal y, por supuesto, Alexis Sánchez, son claves para entender el buen rendimiento del FC Barcelona sobre el césped. La vida de los héroes del FC Barcelona como ciudadanos.
por César Sánchez, desde Barcelona
Las bromas de Piqué, Puyol y Cesc; el buen talante de Iniesta y Xavi; la modestia de Sergio Busquets y Pedro, así como la excelente integración de extranjeros como Dani Alves, Abidal y, por supuesto, Alexis Sánchez, son claves para entender el buen rendimiento del FC Barcelona sobre el césped. La vida de los héroes del FC Barcelona como ciudadanos.
por César Sánchez, desde Barcelona
Diario El Mercurio, sábado 21 de abril de 2012
Cada tres o cuatro días saltan al césped y maravillan al mundo con la belleza de su fútbol. El FC Barcelona, considerado como el mejor equipo del momento, y quizás de la historia, ha impreso un sello que lo hace reconocible en todos los rincones del planeta. Su técnico, Pep Guardiola, es el gurú de un grupo de futbolistas que conviven más entre ellos que con sus familias. Y la buena relación de todo el grupo es una de las claves que explican sus éxitos. Así se comportan Alexis y sus compañeros cuando salen del vestuario y se marchan para sus casas.
Una de las claves para conseguir este buen clima general nace del carácter de Gerard Piqué. Su relación con Shakira, que se hizo pública en febrero de 2011, lo ha transformado en uno de los futbolistas más conocidos del planeta. Joven, rico, alto, guapo... su perfil y su relación con la colombiana lo han convertido en foco de atención para los paparazzi . Las grandes firmas se quieren asociar con su imagen, y Barcelona está repleta de carteles publicitarios en los que aparece su figura luciendo elegantes trajes de la marca española Mango. Piqué es, además, el rey de las bromas en el vestuario. Enganchado las 24 horas al Twitter, lo comenta todo a través de su cuenta @3gerardpique. Los 2,6 millones de personas que lo siguen saben si se ríe de la ropa o el calzado de uno de sus compañeros (especialmente el de Villa), qué película ha ido a ver al cine o qué ha cenado esa noche.
El hombre sin mangas
Los mejores amigos de Piqué en el vestuario son Cesc Fàbregas y Carles Puyol. La relación con el capitán se basa en una retroalimentación positiva: Puyol, el veterano, le enseñó mucho sobre el terreno de juego, mientras que Piqué ayudó a su compañero a ser más abierto fuera de él. Nacido en un pueblecito del Pirineo catalán, La Pobla de Segur, muy alejado de los lujos y el ruido de la gran Barcelona, Carles se hizo duro como el hierro en el ambiente rural de sus padres -nadie parece tolerar el frío como él, al que jamás se le ha visto vestir en manga larga-. Tímido, siempre huyó de las cámaras, ya que su única obsesión era el fútbol. La llegada de Piqué le abrió la mente, y Carles empezó a disfrutar más de la vida. Se convirtió en habitual de la tribuna del Palau Blaugrana, pabellón del equipo de baloncesto del club. Incluso, su nombre apareció en las portadas de las revistas del corazón tras iniciar una relación con Malena Costa, una modelo diez años menor que él, con la que ya no está.
La pareja entre Piqué y Puyol se convierte en un trío que se sostiene en una tercera pata: Cesc. Los tres son el terror del vestuario con sus continuas bromas. De momento, lo que aún no han conseguido sus amigos es que Piqué pase por las manos de Luis Navarro, el tatuador de cabecera de muchos futbolistas. Puyol, Cesc o Dani Alves llevan en su cuerpo alguna de estas "historias que caminan", tal y como Navarro define sus tatuajes. El portero Víctor Valdés también luce tatuajes en su cuerpo, aunque no son de Navarro. En el brazo derecho tiene dibujada la figura de un gladiador romano, y también lleva escrito el nombre de su hijo Dylan, palabra de origen anglosajón que significa "hijo del mar". Y es que Valdés siempre ha estado muy unido al mar. Vive en Gavà, una ciudad costera situada al sur de Barcelona, y es un apasionado del surf y de la pesca. Entre Gavà y la colindante Castelldefels habita el 80% del vestuario azulgrana, cerca de la playa, pero alejados del trajín de la ciudad en sus lujosas y aisladas mansiones.
Xavi, el inversor
Inteligente en el césped, Xavi Hernández también lo demuestra ser fuera de él. Pensando en asegurarse un futuro tras la retirada, montó una agencia inmobiliaria en Terrassa, su ciudad natal a la que aún se siente muy apegado. Tiene como socios a su padre y a sus dos hermanos, y él también tiene su propio despacho, aún por estrenar. Lo hará cuando cuelgue las botas, aunque todo apunta a que seguirá ligado al fútbol. Otra pieza clave del vestuario que también piensa en su futuro es Andrés Iniesta. Nacido fuera de Catalunya, en Fuentealbilla (Albacete), este futbolista patológicamente tímido ha creado un negocio como viticultor: Bodegas Iniesta elabora sus propios vinos en su tierra natal y es el patrocinador del Albacete, equipo en el que empezó a jugar y que atraviesa una delicada situación económica tras su descenso a la tercera categoría del fútbol profesional.
Otro de los que no olvidan sus orígenes es Sergio Busquets. Sergio ha superado en dimensión a su padre, que fue portero del Dream Team de Johan Cruyff. Campeón del Mundo con España en Sudáfrica 2010, a la hora de las celebraciones, y mientras otros compañeros enseñaban las banderas de sus ciudades o comunidades autónomas, él lució con orgullo la bufanda del equipo de su ciudad natal, el Badia, conjunto al que va a ver siempre que puede. Busquets lleva una vida paralela a la de su compañero Pedro. Ambos estaban en la filial del Barça cuando Guardiola lo entrenaba. Juntos crecieron, con la modestia como estandarte. Hijo de un trabajador de una gasolinera de Tenerife y de una ama de casa, en una ocasión su técnico hizo referencia a los orígenes de Pedro para elogiarlo: "Teniendo un padre que labora en una gasolinera, es imposible que haga mal las cosas". El padre de Pedro sigue vendiendo combustible aún hoy, con su hijo en el olimpo del fútbol.
A pesar de ser un vestuario formado por mucha gente de la casa, los extranjeros que han llegado se sienten como de la familia. Ayudan a ello la sencillez de Mascherano, Keita, Adriano y Alexis Sánchez, o el carácter jovial de Dani Alves y Eric Abidal. Alejado momentáneamente de los campos por un tumor y un trasplante de hígado, el francés se metió al público en el bolsillo cuando, en las celebraciones de la Liga de 2010, cogió el micrófono para pedirle a su mujer, que estaba en las gradas del Camp Nou, que le bajara unas chaquetas a sus hijas porque tenían frío. En mayo de 2011, tras superar su tumor, "Abi" vendió todos sus coches y el dinero recaudado lo donó a "hospitales y a la investigación de enfermedades". Un gesto más de un vestuario que es tan grande dentro como fuera del césped.
Los extranjeros se sienten como de la familia. Ayuda a ello la sencillez de Keita, Adriano y Alexis.
Messi, la marmota
Leo Messi, maravilloso sobre el campo, se diluye como un azucarillo cuando se quita las botas. Su vida es el balón y vive el resto del tiempo como un trámite hasta el inicio del siguiente partido. "Lio" no está enganchado al Twitter, ni explica en cada momento lo que hace, más que nada porque su día a día es de lo más aburrido. Jamás se le ha visto por ningún teatro ni ningún evento público en la ciudad. Vive aislado en su casa, en una colina del pueblo de Castelldefels.
Es un joven de 24 años sin ningún apetito cultural. ¿Su mayor pasatiempo? Dormir largas siestas de dos y tres horas.
Alexis, el vecino "fantasma"
Alexis Sánchez ha sido muy bien acogido en el vestuario, y siguiendo los pasos de otros sudamericanos como Ronaldinho, Ronaldo, Rivaldo, Messi o Mascherano, decidió instalarse en una casa con vista al Mar Mediterráneo, en Castelldefels. A unos 20 kilómetros de Barcelona, ahí coexisten la zona antigua del pueblo, con los hijos de los inmigrantes que llegaron del sur de España en los años 60, y otras exclusivas residencias para gente con gran poder adquisitivo. Como Messi, el tocopillano ha pisado el centro de Barcelona en contadísimas ocasiones, pero también es un desconocido en el municipio en el que habita. Su casa, con espléndida vista al mar y piscina, queda a diez minutos del centro de Castelldefels, pero al lado de la carretera que conecta con la Ciudad Condal. Es un vecino "fantasma", aseguran en el exclusivo barrio donde pernocta.
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