William Phillips: "...seguimos enfocados en la generación, donde tenemos evidencia de que hay muchos proyectos paralizados, pero no cambiamos nuestra mirada en convencernos primero de que la mejor energía es la eficiencia energética.
Hoy se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética. Sin embargo, en nuestro país este hito no parece atractivo ni relevante. La explicación es simple y lógica: todavía no es una necesidad para los chilenos usar bien la energía. Seguimos enfocados en la generación, donde tenemos evidencia que hay muchos proyectos paralizados, pero no cambiamos nuestra mirada en convencernos primero de que la mejor energía es la eficiencia energética.
El desafío es enorme y tiene que ver no solo con una política de Estado, sino que requiere de un importante cambio cultural por parte de toda la sociedad, con un impulso a nivel público, pero también privado que se mantenga a lo largo del tiempo, y que dé cuenta de una verdadera planificación al respecto. Hoy requerimos fuertemente de mayor inversión estatal para desarrollar programas que promuevan la eficiencia energética, su difusión, y que a través de la medición de consumo se demuestren sus beneficios; pero también necesitamos que los privados desarrollen proyectos e implementen medidas de eficiencia energética sin temor a perder la inversión, pues esto no sucederá, al contrario aumentará su productividad y rentabilidad. La evidencia que hemos logrado a través de las actividades desarrolladas así lo demuestra.
Hasta el momento la Agencia Chilena de Eficiencia Energética (AChEE), ha impulsado esta materia de manera piloto, abarcando los distintos sectores de consumo energético, edificación, industria y minería, transporte, y desarrollando un programa educativo escolar específico para tratar temas de energía y eficiencia energética en los establecimientos educacionales.
En el sector edificación ha desarrollado programas que abarcan desde el diseño de arquitectura hasta la aplicación de tecnologías a edificaciones existentes, como también la formación de profesionales. En industria y minería se ha trabajado desde el diseño de proyectos de eficiencia energética hasta la implementación de sistemas de gestión de la energía e instalación de tecnologías, con un gran fortalecimiento de las capacidades en los miembros de empresas beneficiarias, como en consultores. Por otra parte, en el transporte se ha comenzado a promover y potenciar la instalación de dispositivos aerodinámicos en transporte de carga, y capacitaciones en conducción eficiente en algunas escuelas de conductores, entre otras iniciativas.
La AChEE, además, ha buscado incentivar la formación de los ciudadanos y nuevas generaciones a través de la incorporación de contenidos sobre eficiencia energética en el currículum escolar, creando el primer plan educativo integral que comprende desde educación parvularia hasta educación media. Se ha iniciado también la certificación de los primeros profesores. También ha creado una guía técnico-profesional sobre eficiencia energética, que estará disponible próximamente en todos los establecimientos educacionales que imparten este tipo de educación en el país. Por otra parte, ya se desarrollan algunos proyectos I+D e implementación de medidas de eficiencia energética en los campus universitarios.
Desde lo específico, las metas que consideramos necesario alcanzar en el mediano plazo son que en Chile se pueda contar con una gran variedad de productos con etiquetado de eficiencia energética; que aumente considerablemente la cantidad de proyectos de esta índole en las empresas privadas e instituciones públicas; que se incorporen los contenidos de conducción eficiente en todas las escuelas de conducción de manera obligatoria; que se evalúe la logística a nivel de transporte público; que se introduzca este contenido en las mallas curriculares de las universidades, y que se incorpore la medición y verificación de consumos en todas las iniciativas desarrolladas, con el objetivo de validar la incorporación de la eficiencia energética en todas las actividades del país, entre otros.
Los ejemplos son evidentes gracias a la experiencia de los países desarrollados, que han sido capaces de aumentar el nivel y calidad de vida de sus habitantes, pero que a la vez han sido capaces de desacoplar el crecimiento en el consumo energético de sus distintas fuentes del crecimiento económico. Esto, a través de una serie de iniciativas donde los privados han sido actores relevantes para cumplir aquello.
Hemos dado los primeros pasos, sin embargo esta iniciativa debe continuar en el tiempo, cada vez con mayor fuerza, mayores recursos y mayor convencimiento de que la eficiencia energética es la mejor energía para enfrentar el futuro.
William M. Phillips A.
Director ejecutivo de la Agencia Chilena de Eficiencia Energética (AChEE)
El desafío es enorme y tiene que ver no solo con una política de Estado, sino que requiere de un importante cambio cultural por parte de toda la sociedad, con un impulso a nivel público, pero también privado que se mantenga a lo largo del tiempo, y que dé cuenta de una verdadera planificación al respecto. Hoy requerimos fuertemente de mayor inversión estatal para desarrollar programas que promuevan la eficiencia energética, su difusión, y que a través de la medición de consumo se demuestren sus beneficios; pero también necesitamos que los privados desarrollen proyectos e implementen medidas de eficiencia energética sin temor a perder la inversión, pues esto no sucederá, al contrario aumentará su productividad y rentabilidad. La evidencia que hemos logrado a través de las actividades desarrolladas así lo demuestra.
Hasta el momento la Agencia Chilena de Eficiencia Energética (AChEE), ha impulsado esta materia de manera piloto, abarcando los distintos sectores de consumo energético, edificación, industria y minería, transporte, y desarrollando un programa educativo escolar específico para tratar temas de energía y eficiencia energética en los establecimientos educacionales.
En el sector edificación ha desarrollado programas que abarcan desde el diseño de arquitectura hasta la aplicación de tecnologías a edificaciones existentes, como también la formación de profesionales. En industria y minería se ha trabajado desde el diseño de proyectos de eficiencia energética hasta la implementación de sistemas de gestión de la energía e instalación de tecnologías, con un gran fortalecimiento de las capacidades en los miembros de empresas beneficiarias, como en consultores. Por otra parte, en el transporte se ha comenzado a promover y potenciar la instalación de dispositivos aerodinámicos en transporte de carga, y capacitaciones en conducción eficiente en algunas escuelas de conductores, entre otras iniciativas.
La AChEE, además, ha buscado incentivar la formación de los ciudadanos y nuevas generaciones a través de la incorporación de contenidos sobre eficiencia energética en el currículum escolar, creando el primer plan educativo integral que comprende desde educación parvularia hasta educación media. Se ha iniciado también la certificación de los primeros profesores. También ha creado una guía técnico-profesional sobre eficiencia energética, que estará disponible próximamente en todos los establecimientos educacionales que imparten este tipo de educación en el país. Por otra parte, ya se desarrollan algunos proyectos I+D e implementación de medidas de eficiencia energética en los campus universitarios.
Desde lo específico, las metas que consideramos necesario alcanzar en el mediano plazo son que en Chile se pueda contar con una gran variedad de productos con etiquetado de eficiencia energética; que aumente considerablemente la cantidad de proyectos de esta índole en las empresas privadas e instituciones públicas; que se incorporen los contenidos de conducción eficiente en todas las escuelas de conducción de manera obligatoria; que se evalúe la logística a nivel de transporte público; que se introduzca este contenido en las mallas curriculares de las universidades, y que se incorpore la medición y verificación de consumos en todas las iniciativas desarrolladas, con el objetivo de validar la incorporación de la eficiencia energética en todas las actividades del país, entre otros.
Los ejemplos son evidentes gracias a la experiencia de los países desarrollados, que han sido capaces de aumentar el nivel y calidad de vida de sus habitantes, pero que a la vez han sido capaces de desacoplar el crecimiento en el consumo energético de sus distintas fuentes del crecimiento económico. Esto, a través de una serie de iniciativas donde los privados han sido actores relevantes para cumplir aquello.
Hemos dado los primeros pasos, sin embargo esta iniciativa debe continuar en el tiempo, cada vez con mayor fuerza, mayores recursos y mayor convencimiento de que la eficiencia energética es la mejor energía para enfrentar el futuro.
William M. Phillips A.
Director ejecutivo de la Agencia Chilena de Eficiencia Energética (AChEE)
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