Especies invasoras:
Las plantas forrajeras: amenaza para la flora nativa
por Richard García
Diario El Mercurio
Miércoles 12 de noviembre de 2014
Las nuevas variedades de plantas para forraje,
en desarrollo a nivel mundial para hacer frente
a la creciente demanda por alimentos,
podrían transformarse en maleza
si no se les controla a tiempo.
Así lo concluye un estudio internacional
en el que participó el investigador
del Laboratorio de Invasiones Biológicas
de la Universidad de Concepción Aníbal Pauchard.
Estas plantas, explica,
están diseñadas para crecer
más rápido que las tradicionales,
y poseen una mayor tolerancia al frío,
sequía, enfermedades, salinidad y a los suelos.
Como consecuencia, es más fácil su dispersión
y compiten por el terreno disponible
con la flora local y además son combustible
especialmente propicio para incendios forestales
que arrasan con especies menos resistentes.
Hay países en que la situación es bastante grave.
En Australia, por ejemplo, la investigación
-que publicó la revista Proceedings
of the National Academy of Sciences
de los Estados Unidos a principios de este mes-
fue discutida en el Senado
porque ya es un tema nacional.
Allá se han introducido
muchas variedades de pastos,
como el Phalaris, que están afectando
a especies de la flora nativa muy escasas
y también a especies de aves
que se alimentan de ellas.
"Aquí, en cambio, estamos
en un estado incipiente de invasión",
dice Pauchard, quien es coautor
de la guía de campo
de las plantas invasoras
del centro-sur de Chile.
En nuestro país,
el mayor impacto podría recibirlo
la zona centro-sur, donde la ganadería
está más expandida.
"Nuestra mayor preocupación
son las áreas protegidas,
especialmente en las zonas de montaña,
porque estas plantas,
cuyas semillas se esparcen
largas distancias con el viento,
resisten mucho más el frío y la sequía,
condiciones que uno suele encontrar
en las zonas altas", dice Pauchard.
Entre las especies forrajeras
presentes en Chile
y que más preocupan
están el lotus o también llamada
alfalfa chilota ( Lotus corniculatus ),
el trébol blanco ( Trifolium repens ),
la ballica o raigras ( Lolium ).
Hasta ahora, en las zonas altas
no hay muchas plantas invasoras,
pero sus variedades son una
eventual amenaza de llenar dicho vacío.
"Nosotros ya hemos encontrado
en áreas de montaña
algunas leguminosas como el trébol blanco,
que claramente representa un riesgo.
El que se vuelvan súper abundantes
es un proceso que sólo requiere de tiempo.
Todavía el impacto es aparentemente bajo
porque las variedades que se han introducido
no son las más agresivas, pero es probable
que el día de mañana se introduzcan híbridos
o variedades que sí lo sean".
Actualmente, como la mayoría
de estas especies forrajeras
ya están en el país, sus variedades
pasan los controles sanitarios
sin mucho trámite.
"Nuestro planteamiento
es más bien precautorio,
no confrontacional.
Queremos decirle a la industria:
'ojo, aquí hay un problema potencial
que en otros países ya se desató' ",
sostiene Pauchard.
Una vez que se introduce una nueva variedad
sin un análisis de riesgo previo
es como liberar el genio de la botella, asegura.
"Es muy complejo ir a controlarlo o usar herbicidas.
Esto no es como una plantación forestal,
que tiene un área definida.
Son pastos, como los que
se compran en semillas para el jardín.
Se plantan en áreas sumamente extensas,
sin ningún control, y es muy probable
que se dispersen".
Diversidad
A nivel general,
en Chile ya se han detectado
más de cien especies invasoras vegetales,
especialmente en la zona-centro sur del país
y que van desde el aromo hasta los tréboles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS