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El hombre es libre y responsable en sus elecciones, pero es el Señor el que juzga...‏


El libro del Eclesiástico afirma claramente
que el hombre es libre y responsable en su elecciones;
pero al Señor no se les escapa nada 
y Él juzga al hombre que asume la responsabilidad
de sustraerse a la voluntad divina de la salvación.

Al pueblo elegido, Dios le da una ley
que le indica los caminos del bien y del mal.

Jesús ha  venido a confirmarla
y a llevarla a cumplimiento,
revelándole las exigencias más profundas.

Escribas y fariseos observaban 
rigurosamente la Ley,
pero al cristiano se le exige
que no se preocupe solamente
de una observacia exterior de los preceptos.

Es necesaria una perfecta coherencia
entre el pensar y el actuar.

La ley de Dios 
educa al hombre en lo más íntimo;
porque el verdadero significado
y el verdadero valor de las acciones
dependen de las intenciones.

La resistencia al mal
comienza en el corazón,
del cual salen las cosas malas
que contaminan al hombre.

La expresión paradojal:
"arrancarse el ojo y cortarse la mano",
viene a significar 
la gravedad de las ocasiones de pecado,
que necesitan el consentimiento interno
del hombre y comprometen la salvación.

La Sabiduría de Dios,
que ha redimido al mundo con la cruz,
puede ser comprendida
por los cristianos maduros
a los cuales el Espíritu Santo
les ha hecho conocer
el misterio de Cristo.

Ninguna sabiduría humana
puede hacer conocer aquello
que sirve para la salvación eterna.

*: Preámbulo a las lecturas y oraciones de la celebración eucarística
correspondientes al VI Domingo del Tiempo Ordinario, o Durante el Año.
Arzobispado de Santiago.  Departamento de Liturgia
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Oficio de lectura, VI Domingo del tiempo ordinario
La palabra de Dios, fuente inagotable de vida
Del comentario de San Efrén, diáconosobre el Diatésaron
(Cap. 1,18-19: SC 121, 52-53)

¿Quién hay capaz, Señor, 
de penetrar con su mente una sola de tus frases? 

Como el sediento que bebe de la fuente, 
mucho más es lo que dejamos que lo que tomamos. 

Porque la palabra del Señor 
presenta muy diversos aspectos, 
según la diversa capacidad de los que la estudian. 

El Señor pintó con multiplicidad de colores su palabra, 
para que todo el que la estudie pueda ver en ella lo que más le plazca. 

Escondió en su palabra variedad de tesoros, 
para que cada uno de nosotros pudiera enriquecerse 
en cualquiera de los puntos en que concentrara su reflexión.

La palabra de Dios es el árbol de vida 
que te ofrece el fruto bendito 
desde cualquiera de sus lados, 
como aquella roca que se abrió en el desierto 
y manó de todos lados una bebida espiritual. 

Comieron—dice el Apóstol—
el mismo alimento espiritual 
y bebieron la misma bebida espiritual.

Aquel, pues, que llegue a alcanzar 
alguna parte del tesoro de esta palabra 
no crea que en ella se halla 
solamente lo que él ha hallado, 
sino que ha de pensar que, 
de las muchas cosas que hay en ella, 
esto es lo único que ha podido alcanzar. 

Ni por el hecho de que esta sola parte 
ha podido llegar a ser entendida por él, 
tenga esta palabra por pobre y estéril y la desprecie, 
sino que, considerando que no puede abarcarla toda, 
dé gracias por la riqueza que encierra. 

Alégrate por lo que has alcanzado, 
sin entristecerte por lo que te queda por alcanzar. 

El sediento se alegra cuando bebe 
y no se entristece porque no puede agotar la fuente. 

La fuente ha de vencer tu sed, 
pero tu sed no ha de vencer la fuente, 
porque, si tu sed queda saciada 
sin que se agote la fuente, 
cuando vuelvas a tener sed 
podrás de nuevo beber de ella; 
en cambio, si al saciarse tu sed 
se secara también la fuente, 
tu victoria sería en perjuicio tuyo.

Da gracias por lo que has recibido 
y no te entristezcas por la abundancia sobrante. 
Lo que has recibido y conseguido es tu parte, 
lo que ha quedado es tu herencia. 

Lo que, por tu debilidad, 
no puedes recibir en un determinado momento 
lo podrás recibir en otra ocasión, si perseveras. 

Ni te esfuerces avaramente 
por tomar de un solo sorbo 
lo que no puede ser sorbido de una vez, 
ni desistas por pereza 
de lo que puedes ir tomando poco a poco.

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