Este 11 de octubre de 2012,
a 50 años de la apertura
del Concilio Vaticano II
y a 20 de la publicación
del Catecismo de la Iglesia católica,
el Santo Padre, Benedicto XVI,
ha convocado a un año de la fe.
Será un año propicio
para renovarnos en el encuentro
con Cristo en su palabra,
la liturgia, la comunidad y el servicio,
ya que a todos nos toca
«recomenzar desde Cristo,
reconociendo que no se comienza
a ser Cristiano por una decisión ética
o una gran idea, sino que por el encuentro
con un acontecimiento, con una persona
que da un nuevo horizonte a la vida
y con ello una orientación decisiva».
Tenemos este año la oportunidad
de redescubrir el camino de la fe
para iluminar de manera
cada vez más clara la alegría
y el entusiasmo renovado
en el encuentro con Cristo.
«Conocer a Jesucristo
por la fe es nuestro gozo;
seguirlo es una gracia,
y transmitir este tesoro a los demás
es un encargo que el Señor,
al llamarnos y elegirnos,
nos ha confiado.
Con los ojos iluminados
por la luz de Jesucristo resucitado,
podemos y queremos
contemplar al mundo,
a la historia,
a nuestros pueblos
de América Latina y el Caribe,
y a cada una de las personas. (D.A. 18)
Este año será la oportunidad
para que cada comunidad cristiana
dialogue y ponga en común su fe
y la exprese en obras, ya que
«lo que el mundo necesita hoy
de manera especial
es el testimonio creíble
de los que iluminados
en la mente y el corazón
y le mente de muchos
al deseo de Dios
y de la vida verdadera,
esa que no tiene fin
(Benedicto XVI, Porta Fidei).
En este tiempo
profundicemos
en el conocimiento
de la palabra del Señor
que hagamos de la eucaristía
un estilo de vida para
nuestra fe sea fortalecida
y, por el testimonio de ella
y nuestra alegría de ser cristianos,
el mundo crea y alabe a nuestro Señor.
Presbítero Héctor Gallardo
La Eucaristía Diaria
Lecturas y oraciones de la celebración eucarística
Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
Octubre 2012
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