Diario El Mercurio, Domingo 17 de Julio de 2011
http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/07/17/el-manisero.asp
Señor Director:
Señor Director:
A mediados del siglo pasado, era habitual de la sociedad santiaguina darse cita en la puerta del Banco de Chile. En dicho lugar había un vendedor de maní, con su vaporcito de dos chimeneas humeantes que se llamaba don José, Pepe para sus amigos. Maní calentito a diez pesos la bolsita.
Una mañana llegó junto a él un amigo que le solicitó un préstamo de mil pesos. Don Pepe, muy serio, le dijo: “Compadre, no puedo. Tengo un compromiso con don Manuel Vinagre, gerente general del banco; yo no presto plata y el banco no vende maní”.
Si los gobiernos, economistas y legisladores del pasado hubieren aplicado esta sencilla y fundamental regla de oro, y seguido el ejemplo del manicero, nada de lo que sucede hoy hubiera sucedido.
Gonzalo Eyzaguirre B.
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