Estudio determina que el monito del monte puede sobrevivir en plantaciones forestales (que contengan flora nativa, habría que agregar)
Se descubrió que este marsupial chileno, en peligro de extinción, es capaz de adaptarse a bosques con especies exóticas que no son su hábitat natural.
por Óscar Riquelme
Diario El Mercurio, jueves 19 de febrero de 2015
Su cara es parecida a la de un pequeño primate. Su pelaje es denso, su cara puntiaguda y sus orejas pequeñas. Su tamaño: de 10 a 15 centímetros, poco más grande que un ratón común. Todas estas son características del monito del monte o Dromiciops gliroides , un marsupial chileno en peligro de extinción que vive en los bosques del sur del país y del cual se acaban de recabar distintos antecedentes desconocidos hasta ahora por la ciencia.
Francisco Fontúrbel, doctor e investigador del Departamento de Ciencias Ecológicas de la Universidad de Chile, estudia a este marsupial hace 7 años; primero lo hizo en Osorno y luego en Valdivia, específicamente en la Reserva Costera Valdiviana, en la comuna de Corral. Es en esa zona donde descubrió que el monito del monte puede sobrevivir en bosques intervenidos con plantaciones de eucaliptos.
La gran dificultad para estudiar al monito del monte es su tamaño. Al ser tan pequeño, esta especie pasa inadvertida en los bosques del sur; además, durante el día duerme y se alimenta de noche. Por ello, Fontúrbel y su equipo trabajan desde hace 4 años con cámaras trampa, gracias a las que han acumulado centenares de imágenes, las cuales mostraron al monito del monte interactuando en medio de un bosque de eucaliptos.
"Las descripciones iniciales del monito lo planteaban como una especie que estaba exclusivamente en bosque nativo maduro, como coigüe. Ahora, lo interesante ha sido detectar al monito en un sistema dominado por una especie de árbol exótica, como el eucalipto", dice el investigador, quien agrega que si bien el eucalipto no es un árbol que el monito pueda usar como refugio o alimento, los existentes en la Reserva Costera Valdiviana tienen la particularidad de poseer vegetación nativa que crece en medio.
"Esto demuestra que esta especie puede tolerar niveles de perturbación del hábitat bastante grandes, como lo es el reemplazo de los árboles nativos por el eucalipto (...). Si se manejaran las plantaciones forestales para mantener la vegetación nativa en medio, esto podría hacer que los monitos habiten allí", afirma el investigador.
Pero el monito del monte no solo está presente en ambientes con eucaliptos. Fontúrbel pudo comprobar además que este marsupial mantiene su interacción con los quintrales, que son plantas parásitas de vital importancia para los bosques, pues florecen en invierno, sirviendo de alimento para los picaflores en una época donde prácticamente no tienen otra cosa que comer.
"Esta interacción de los monitos y los quintrales se basa en que los primeros son un importante dispersor de semillas y actúan como una especie de regeneración del bosque muy importante".
Sucede que el monito posee un sistema digestivo en extremo simple, por lo que daña muy poco las semillas que come y que luego defeca. "Gracias a esto no daña las semillas, las puede defecar rápidamente, casi intactas, y por eso las va dispersando por un área determinada, lo que genera que crezcan nuevas plantas", precisa.
El monito del monte o Dromiciops gliroides es un marsupial nocturno bastante desconocido en el país y que se caracteriza porque sus manos, pata y cola se asemejan a un primate. Habita en gran parte de los bosques templados del sur y es el único sobreviviente del orden Microbiotheria, un grupo muy antiguo que data de hace aproximadamente 65 millones de años, por lo que se le considera un fósil viviente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS