Es mejor legislar aumentando las penas a los violadores o destinando recursos a centros que brinden un apoyo integral a los padres que esperan hijos con alguna enfermedad grave, más que intentar solucionar estos problemas coartando la vida de los que están por nacer.
Diario El Mercurio, Miércoles 25 de febrero de 2015
Señor Director:
Los señores Villavicencio y Winter preguntan por qué oponerse a legislar sobre el aborto cuando existe riesgo vital para la madre, y afirman que es "mejor someterse a la ley que a la voluntad de los médicos".
La respuesta está en los hechos. Chile es el segundo país de toda América, por sobre Estados Unidos, con las cifras más bajas de la región en cuanto a mortalidad materna, y estas han caído sostenidamente, incluso después de abolirse la figura del "aborto terapéutico" en 1989.
Legislar sobre este punto no mejorará estos números. Es más, puede significar que de ser muy restrictiva la ley, existan médicos que dejen de actuar en el momento oportuno, y más peligroso y probable aún será que con una ley muy permisiva, causales como el "daño en el bienestar psicológico" sean argüidas como motivo para interrumpir el embarazo, sin entender que hay otras formas de manejar un daño en la esfera de la salud mental mucho más lógicas que eliminando a un ser humano inocente.
Por último, cabe señalar que este sí es un tema del ámbito médico. Nuestro actuar frente a los pacientes (la madre y el niño que está por nacer) no se rige, como se plantea, ante un voluntarismo mal entendido, ya que el deber de todo profesional no impone voluntades, sino que nos obliga a comunicar a cada una de las mujeres cuáles son los tratamientos más adecuados a seguir ante alguna problemática que atente contra su salud y que están determinados por los conocimientos que brinda actualmente la medicina. ¿Es necesaria una ley para hacer nuestro trabajo? No lo creo.
Creo que es mejor legislar aumentando las penas a los violadores o destinando recursos a centros que brinden un apoyo integral a los padres que esperan hijos con alguna enfermedad grave, más que intentar solucionar estos problemas coartando la vida de los que están por nacer.
Manuel Donoso O.
Jefe del Departamento de Obstetricia, Ginecología y Biología de la Reproducción
Universidad de los Andes
Los señores Villavicencio y Winter preguntan por qué oponerse a legislar sobre el aborto cuando existe riesgo vital para la madre, y afirman que es "mejor someterse a la ley que a la voluntad de los médicos".
La respuesta está en los hechos. Chile es el segundo país de toda América, por sobre Estados Unidos, con las cifras más bajas de la región en cuanto a mortalidad materna, y estas han caído sostenidamente, incluso después de abolirse la figura del "aborto terapéutico" en 1989.
Legislar sobre este punto no mejorará estos números. Es más, puede significar que de ser muy restrictiva la ley, existan médicos que dejen de actuar en el momento oportuno, y más peligroso y probable aún será que con una ley muy permisiva, causales como el "daño en el bienestar psicológico" sean argüidas como motivo para interrumpir el embarazo, sin entender que hay otras formas de manejar un daño en la esfera de la salud mental mucho más lógicas que eliminando a un ser humano inocente.
Por último, cabe señalar que este sí es un tema del ámbito médico. Nuestro actuar frente a los pacientes (la madre y el niño que está por nacer) no se rige, como se plantea, ante un voluntarismo mal entendido, ya que el deber de todo profesional no impone voluntades, sino que nos obliga a comunicar a cada una de las mujeres cuáles son los tratamientos más adecuados a seguir ante alguna problemática que atente contra su salud y que están determinados por los conocimientos que brinda actualmente la medicina. ¿Es necesaria una ley para hacer nuestro trabajo? No lo creo.
Creo que es mejor legislar aumentando las penas a los violadores o destinando recursos a centros que brinden un apoyo integral a los padres que esperan hijos con alguna enfermedad grave, más que intentar solucionar estos problemas coartando la vida de los que están por nacer.
Manuel Donoso O.
Jefe del Departamento de Obstetricia, Ginecología y Biología de la Reproducción
Universidad de los Andes
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