Bloody Mary

Nos instalamos en una mesa exterior, bajo una glorieta, y bebemos de aperitivo unas sangrientas "Bloody Mary". "Estoy anonadado con lo que pasa en Argentina", me dice...

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Estamos los dos de "viudos de verano", con nuestras mujeres en la playa, por lo que propongo al Prócer ir a comer a un restaurante. Nos instalamos en una mesa exterior, bajo una glorieta, y bebemos de aperitivo unas sangrientas "Bloody Mary". "Estoy anonadado con lo que pasa en Argentina", me dice. "Lo del malogrado fiscal Nisman parece una trama digna de John Le Carré. Un suicidio sospechoso, con una pistola prestada el día antes por su asesor informático, y que ocurre justo antes de exponer ante el Congreso su denuncia contra la Presidenta y varios colaboradores por el supuesto encubrimiento en el atentado contra el AMIA. Horas antes, su ex mujer recibe una revista con su imagen y un orificio de bala en la cabeza. El aparente suicida deja una lista de compras para los días siguientes. El secretario de seguridad del Gobierno llega al lugar de los hechos antes de que llegue la justicia. Si bien al fiscal no se le encuentran restos de pólvora, solo se halla su ADN en el arma. En el basurero se descubre una primera versión de su denuncia, en la cual solicitaba a los tribunales de justicia el desafuero y detención de la Mandataria y su canciller".

Después de un nuevo sorbo al "Bloody Mary", recuerda las siguientes estrofas del Martín Fierro, las que recita con acento lunfardo: "Y ya con estas noticias/ Mi relación acabé;/ Por ser ciertas las conté,/ Todas las desgracias dichas:/ Es un telar de desdichas/ Ese gaucho que usté ve".

R. RIGOTER