Cansa un poco esta constante defensa de la reforma, en base a mantener la idea de que pagan sólo los más ricos. Eso, simplemente no es cierto.
Las PYMES se verán perjudicadas con la reforma y hay suficientes estudios que han aparecido en el último tiempo, que lo confirman.
Dicho esto, yo concuerdo en que es necesario que el Estado recaude más, que se imponga objetivos que requieren financiamiento adicional y que lleve a cabo esta reforma tributaria para cumplir los objetivos que se propuso.
También el que haya perjudicados por la reforma es esperable, el "daño" o el "aporte" de la reforma se verá en el mediano plazo y no ahora.
No es allí, al menos desde mi punto de vista, donde está el problema con esta reforma.
Está en que no ha sido transparente la información entregada por las autoridades y por lo mismo es para dudar si los alcances de la reforma son los que dicen, o sólo son para adormecer la discusión y aprobar lo que no debería hacerse.
Un ministro que expone con un powerpoint al que le borra la información del gráfico que indica exactamente lo contrario a su posición, es querer engañar a la audiencia.
Decir que las PYMES tendrán beneficios porque deberán pedir plata a los bancos en vez de usar el FUT es otro engaño.
Saber que obligando a la factura electrónica se recaudan dos puntos del PIB adicionales y no hacerlo es trasladar el peso de lo que se busca a lo más fácil. Los "enemigo" que tienen plata.
En fin. Como tantas veces, y llevados por su ideología, la izquierda hace estas cosas y crea anticuerpos no tanto por el fondo de las cosas, sino por su forma.
Ya hay conciencia en la ciudadanía que hay algo raro con esta reforma, y eso es culpa de sus impulsores.
Rogelio Blanco Traverso
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