La economista Repetto en este artículo
le busca prestar ropa a la reforma tributaria. Está claro que a la hora de hablar de economía la ideología es la anteojera de cada cual.
Pero su argumentación no termina por responder cuestiones fundamentales: establece que el 5% de las empresas usan el FUT (esto es varios miles de empresas) y que estos son los más ricos. Yo agrego, no son necesariamente los más ricos; son los más consolidados. Ya agrego además ¿En cuánto contribuyó el FUT a esta consolidación? ¿Cuánto de estas empresas es trabajo para cientos de miles y trabajo para otras PYMES? Esta simplificación de los “más ricos” termina por ser un aislamiento de variables que estrecha la visión de la dinámica de la economía.
Pero, además, introduce una falacia: nos dice que como las empresas no ahorrarán FUT, la baja del impuesto a los grandes ingresos (al 35%) será la compensación. Es decir, homologa el ahorro del FUT que desaparece con la baja del impuesto personal. Esta afirmación es de por sí falaz porque pone en un mismo nivel dineros cuyos fines son muy diferentes y montos diferentes; tendrá que explicar además si esto aporta a la igualdad o no, explicárselo a los más rabiosos ayatolas de la igualdad en el congreso. Creo que esto no admite comentarios; todos los economistas están diciendo que hay que tapar la elusión del FUT, mantenerlo como instrumento de ahorro e incluso (idea que comparto) cobrar intereses. ¡Se trata de empresas que ahorran para reinvertir! ¡Se trata de que se financian a si mismas y no se endeudan del sistema financiero!
¿Cuál es el motivo por el cual la inmensa mayoría de los ex ministros de hacienda (solo el actual Ministro de Educación se excluye por razones obvias) de la concertación y la abrumadora mayoría de los más destacados economistas del país tengan reparos con la reforma tributaria?
Estoy de acuerdo en que el cambio en el pago del PPM para las PYMES es un gran avance. ¿Les permitimos ahorrar también si tienen algunas utilidades?
Este asunto es también práctico: el estado de Chile recauda vía impuestos, y con el modelo económico actual, cantidades nunca vistas en la historia de Chile. ¿Quiere seguir recaudado o quiere ganar un pequeña pelea ideológica? Porque si vamos por lo segundo se viene la retroexcavadora y después el país de los atrasapueblos: muy alineado con las ideas de los ayatolas igualitarios pero, tras cobrar altas tasas impositivas, más pobres, todos mucho más pobres…
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