Democracia de los acuerdos
Sebastián Burr Cerda
Diario El Mercurio, Carta al Director,
viernes 16 de mayo de 2014
Celebro que "El Mercurio" dé la oportunidad
de deliberar sobre ciertas materias fundamentales,
pues permite fijar los límites morales, éticos
y lógicos del debate y la acción pública.
Javier Couso ya fija un límite.
Aplicando la lógica natural
(propia de la antropología filosófica),
dice sin más que no todo es posible de consenso,
con lo cual él mismo invalida el "principio"
de la mayoría que defiende outrance.
La fijación de esos límites objetivos
que emanan de la lógica natural
es lo que yo también propongo,
para evitar que una mayoría circunstancial
(27% de los ciudadanos con derecho a voto)
arrase con un orden institucional
que, a pesar de sus enormes falencias,
ha dado estabilidad y desarrollo al país.
El señor Couso convendrá conmigo
en que desde una perspectiva filosófica-histórica
tanto el liberalismo como el socialismo
son responsables de dichas falencias,
toda vez que han gobernado Chile
durante casi todo el siglo XX
y lo que llevamos del XXI.
También que la exigua Nueva "Mayoría"
haya alcanzado un poder político
y ahora económico-tributario abrumadores
gracias al "neoliberalismo" y al binominal
que heredaron de la "dictadura".
Así las cosas, y a fin de evitar desbordes políticos
debemos tener presente que tanto la democracia
como la justicia, la libertad, el trabajo,
la educación, etcétera son predicados del hombre,
no tienen vida propia por sí mismos,
no emanan de la entelequia de la clase política
o de intelectuales que a veces carecen de experiencia práctica.
Hay instancias ontológicas
-el ejercicio de la libertad,
el desarrollo de las facultades superiores,
el derecho a la vida del niño por nacer,
la fisiología humana, etcétera-
que no son suceptibles
de ser sometidas al arbitrio de las mayorías.
Cuando no se distingue
lo esencial de lo accidental,
lo político de la política,
la democracia se adultera
y se ideologiza
y el hombre pasa a ser su esclavo.
La historia
ha demostrado siempre
que eso termina mal.
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