http://www.quepasa.cl/articulo/guia-del-ocio/cine/2014/01/243-13513-9-el-humor-como-vinculo.shtml
El humor como vínculo
Nicole Holofcener tiene algo de maldita: su cine es femenino pero no feminista; su álter ego es una de las grandes actrices piolas norteamericanas -la extraordinariamente común y nada-de-común Catherine Keener-, lo que deja a sus filmes sin una estrella; y sus películas de bajo presupuesto no alcanzan a englobarse en la sensibilidad indie/Sundance que le gusta tanto a la prensa. Nicole Holofcener, que entre sus filmes cuenta con la notablemente urbana y civilizada Amigos con dinero, además fija su certero ojo en una cierta clase media norteamericana que no tiene tanto dinero, lo que la despoja del glamour-de-mall que se espera de las comedias románticas. Sus personajes, además, casi todas mujeres no al borde de un ataque de nervios sino más bien algo anuladas, huidizas, con leves daños y trancas, conscientes de su edad y de sus cuerpos, que les gustaría sentir y conectar más, no ingresarían, por ejemplo, al mundo captado en Blue Jasmine. No están tan abajo ni menos tan arriba. El cine de la Holofcener tiene algo de Woody Allen; o más bien, del tipo de películas que hubiera dirigido Diane Keaton en su etapa Allen de los 70. No se puede probar, pero también hay mucho de Paul Mazursky en su cine, y me gustaría pensar que el filme que le cambió la vida fue Una mujer descasada, que quizás vio con su madre divorciada a fines de los 70. Sea esto verdad o no: su cine (Una segunda oportunidad sería un noble y celebrado ejemplo) se integra a un cine intrínsecamente urbano, que observa y y se ríe de ciertos tics contemporáneos, pero no llega a la ironía porque lo que le importa es la capacidad de mirar, seguir y ser cómplice de sus personajes. La amistad es siempre clave en sus filmes (aunque en esta cinta, la amistad femenina que nace entre Julia Louis-Dreyfus y la Keener como poeta famosa tiene algo de pasiva-agresiva) y quizás ahí radica su secreto: hay algo amigable a la hora de enfrentar sus personajes. Sabe sus falencias, pero no por eso no desea que se zafen de los demonios que los paralizan.
Una segunda oportunidad es una comedia romántica para gente con sobrepeso y estrías, donde la comedia es la manera para llegar al romance y donde nadie es como en las comedias románticas. El filme es amable sin ser condescendiente; es sagaz sin caer en la mala leche. El galán es un inmenso y vulnerable James Gandolfini que sólo desea que lo quieran como es. La trama es leve, pero no por eso menos poderosa: volver a empezar, volver a confiar, no querer ser herido, la posibilidad de acceder a la información negativa de la persona que te gusta. Éste es un filme adulto sobre adultos que, por eso mismo, está lleno de humor (ese gran afrodisíaco), torpeza, observaciones y piyamas. Un agrado y, en estos tiempos, casi un filme subversivo.
Una segunda oportunidad es una comedia romántica para gente con sobrepeso y estrías, donde la comedia es la manera para llegar al romance y donde nadie es como en las comedias románticas. El filme es amable sin ser condescendiente; es sagaz sin caer en la mala leche. El galán es un inmenso y vulnerable James Gandolfini que sólo desea que lo quieran como es. La trama es leve, pero no por eso menos poderosa: volver a empezar, volver a confiar, no querer ser herido, la posibilidad de acceder a la información negativa de la persona que te gusta. Éste es un filme adulto sobre adultos que, por eso mismo, está lleno de humor (ese gran afrodisíaco), torpeza, observaciones y piyamas. Un agrado y, en estos tiempos, casi un filme subversivo.
"Una segunda oportunidad", de Nicole Holofcener
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