FAB FOB
No se trata aquí de fabulosas fobias,
sino más bien, de distancias prudentes.
Las famosas fobias a las arañas
deben reducirse a evitar picaduras
de los arácnidos potencialmente peligrosos
-como la 'araña de rincón'-
olvidándose del imaginario esperpéntico
hasta donde sea posible.
De las inofensivas, intentar controlar la fobia,
acostumbrarse en lo posible a ellas
(especialmente si vive en un cerro)
o retirarlas con cuidado
-un vaso y una tarjeta- sin optar
por eliminarlas (particularmente
la "araña tigre", cazadora de la anterior).
Distancia más a las mañas que a las arañas.
Alejarse de los rollos innecesarios
y de los pelambres inconducentes.
De la mentalidad culposa
sin querer verdaderamente cambiar.
Del permanente cobrar de sentimiento
o del resentimiento enquistado ad aeternum.
Distancia a volver una y otra vez sobre las heridas
sin sacar nunca las verdaderas lecciones
que evitarán que se produzcan nuevamente.
Distancia al 'quejambre' o cantinela quejumbrosa
convertida normalmente en extorsión,
para hacer que los demás les resuelvan los problemas
a personas permanentemente insatisfechas
cuya virtud más elocuente no es la gratitud:
creen que todo se lo merecen
por la insistencia con que exponen
sus demandas parasitarias
llevando la paciencia al límite.
En un film de hace más de medio siglo,
cuyo nombre no he retenido,
David Niven formulaba
un hipotético undécimo mandamiento:
«Thou shall not give up». (No te rendirás).
Aunque, pensándolo bien,
hay una o dos cosas que vale
la pena rendirse: el amor
(caer rendido a sus pies;
el amor triunfa cuando se rinde).
La otra situación está relacionada
con lo que expresaba el comediante Bill Cosby:
«No conozco la fórmula del éxito,
aunque sí la del fracaso:
Tratar de agradar o darle el gusto a todo el mundo».
No hay caso. Hay que rendirse en eso.
Respetar las opciones ajenas. Su metro cuadrado.
No ser invasivo. Proponer. Y dejar que cada uno
opte por lo que le parezca mejor.
Ofrezco, desde ya, disculpas,
o de frentón pido perdón
por abusar de vuestra paciencia.
Cambio y fiuera
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