viernes‏ Muchos compartiran conmigo,

   
Cuando eramos niños no había nada mas fabuloso que llegara el dìa viernes,



Una semana menos de colegio,,,



Era una sensación de agrado ,de placer,de seguridad,que llegara el ùltimo dìa de la semana y nos íbamos   a la casa  ,con la familia, que nos daba seguridad,calor humano….chimeneas….ricas comidas,visitas de amistades y primos,

Era lo máximo,



Era divino compartir con los padres, hermanos y visitas ,distendidos almuerzos ,comidas y horas de tè.



Hace mucho que ya no  tenemos,,,a los padres…..,ni tampoco estas instancias….



Hemos procurado replicarlas  con los hijos,pero nos ha resultado a medias,culpa de una vida mas apurada,

e interactiva,Interrupciones inhalàmbricas en todo momento al celular,nuestros hijos no conservan tan romànticos recuerdos…aunque esfuerzo hice….



El dìa sábado era divino,dìa de juegos ,esparciòn y diversión.

Podìamos acostarnos tarde,no importaba la transpiración del pillarse o paco-ladròn,pieza oscura…

Aroma a sudor equino también, después de haber cabalgado toda la tarde,en el campo….



Domingo con globos de helio que flotaban ,misa dominical,celebrado almuerzo,



El cura de la misa dominical ,era invitado a almorzar junto a nosotros,lo que aportaba un ambiente sin igual,

Buena conversación,cura ilustrado e inteligente,,,,franciscano…..voto de pobreza…sotana…



Pero como a las 5pm del Domingo llegaba la terrible depresión…..



Al otro dìa había colegio,había que poner al dìa las tareas y dejar ordenado el uniforme para el Lunes junto con el uniforme de gimnasia ,firmado el weekly report card…..



Y otra brava semana comenzaba,



All the  best  

  Preciosa semblanza, magníficos recuerdos.

Pero no todo era tan malo al atardecer
de los días domingos, porque a partir
del lunes y hasta el siguiente viernes,
el colegio cumplía con su deber más importante:
obligar a los amigos a reunirse puntual 
y cotidianamente, durante una docena de años,
excepto vacaciones, enfermedades o fuerza mayor,
porque venían las pichangas con que le sacábamos
el jugo a los recreos, las conversas, las bromas,
las anécdotas divertidas, las disquisiciones
sobre lo humano y lo divino...

Claro, el colegio entendía que en dichos años
de crecimiento y formación, no sólo
íbamos a ser educados por curitas, misses
y profesores con la pedagogía estructurada y formal 
sino que también seríamos educados
por esa sucesión de descubrimientos,
la inagotable curiosidad y capacidad de asombro,
la búsqueda inagotable de belleza y sabiduría
a través de la entusiasta energía, alucinante imaginación
y cálida y entrañable amistad de los amigos.

All the best

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